~~~Ana.La bruma se acerca al cuerpo de todos los presentes, los pocos que nos hemos quedado atrapados en el recinto sagrado, la cual se siente ardiente en nuestra piel, como si nos estuviera marcando, y yo abrazo con fuerza a mis bebés, para que esa neblina no los toque, pero es casi que inútil mi esfuerzo.― ¡Fuera de aquí, miserable bestia! ―escucho decir a la Sabia del concejo, quien pareciera que se hubiera quitado unos cuantos años de encima― ¡atrás, o no descansaré hasta que vuelvas del inmundo hoyo de donde viniste! ―le espeta, al tiempo que la bruma intenta tocarla, pero pasa de ella, desvaneciéndose en cuanto intenta acercarse a su cuerpo.― ¡Ja! ―se burla ahora Aradia, quien la mira con sorna―ahora te recuerdo―le señala y yo me pregunto cómo en el mundo esto es posible, pero la Sabia simplemente se ríe.―Y si sabes quién soy o el odio que te tengo, también debes saber que he jurado acabarte―le asegura y yo me quedo pasmada por sus aseveraciones―ahora, ¡largo! No te creas q
~~~Ana.Ya todo está dicho, y solo me queda aceptar mi destino.―Mamá, por favor, que no vuelva esa señora mala―me pide Lennon y yo lo abrazo con fuerza, al igual que a mi Levan.―Descuiden, nada malo les pasará a ninguno de los dos―les responde Levy, al tiempo que les da un beso en la coronilla, pasándole la palma de las manos por sus caritas, al tiempo que yo lo miro al rostro.―Esa señora no volverá a molestarlos, se los prometo―les indico y ellos me dan un fuerte abrazo, como si no nos fuéramos a ver jamás, aferrándose a mí como si luego de eso, se sentirán solos y desamparados.Nada más lejos de la realidad.―Vayamos enseguida―le pido y le paso a la Sabia el cuidado de mis hijos, al tiempo que ambos nos colocamos frente al celebrante, quien luce todavía muy nervioso, y supongo que teme que Violeta y sus hombres vuelvan, así que miro hacia la puerta.Peyton no está y supongo que ha entendido mi urgencia de casarme o eso espero, porque me dolería mucho que siga con el corazón roto
~~~Peyton.Estoy en camino a Luna Escarlata, derrotado.Cuando Amadeo me llevó hasta una celda para interrogarme me sentí frustrado, porque venía a rescatar a Ana y me encontré con una boda, fue peor cuando me enteré de que ella no había sido forzada a estar ahí, que era su voluntad unirse a ese canalla que tanto daño le ha hecho.Pero lo que he sabido de mí ha sido devastador.¿Cómo es que Violeta es en realidad la bestia del abismo? ¿Cómo es que ella puede controlarme con apenas un chasquido?Mi madre tendría que explicarme, porque solo la había visto una sola vez en mi vida, así que no hay manera que yo pueda saber cómo es que me controla, pero ¿mi madre?Ella tiene que explicarme cómo es que la bestia la liberó, justo el día en que murió mi padre.¿Será acaso mi padre?Según lo dicho por mi madre, ella no sabía que estaba embarazada cuando fue lanzada al abismo, y es todavía más que extraño, cuando ella misma me dice que permitió que mi padre tuviera una amante, la madre de Calel
~~~Levy.En cuanto Amadeo nos da la noticia de que el cofre con el cuerpo se ha ido, organizo a mi gente, para ver si aún tenemos tiempo para detenerlos, a ver si por una pequeña falla del destino eso sea posible, pero, lo dudo mucho.Tenemos que intentarlo, de lo contrario, esta pesadilla continuará.―Solo nos ha distraído con su perorata, para que sus hombres tuvieran tiempo de llevarse el cuerpo―le digo ofuscado a todos, quienes me miran con pesar.―Y nos ha dado tres días para presentarnos a Luna Escarlata―me indica y la veo tan afligida, que quisiera tomarla entre mis brazos para consolarla, pero ahora me mira con reproche, porque sabe que soy el culpable de todo.― ¡Ja! Como si fuéramos a hacerle caso―le digo, tratando de aligerar la tensión en el aire, pero, tal parece que no logro lo que quiero.―Lo cierto es que tendremos que encontrarla tarde o temprano, si es que queremos acabar con toda esta pesadilla―me responde y me deja anonadado.―En definitiva, no iremos allá, en don
~~~Ana.Tal parece que este plan descabellado porque Levy y yo estemos juntos tiene una falla, la más grande de todas, yo diría, porque soy capaz de devolverme ahora mismo con mis hijos, si es que este alfa todopoderoso no puede darme una justificación plausible aquí y ahora.―Lo he pensado también. Amadeo ha puesto una escolta de su confianza que los vigila las veinticuatro horas―me asegura, pero eso no me da ninguna tranquilidad.Cuantas veces he creído que mis hijos están seguros y se los han llevado en mis narices.Y Levy es uno de ellos, cuando me obligó a dejar a Lennon en mi última visita a Luna Escarlata.―Nadie cuidará a mis hijos mejor que yo, eso te lo puedo asegurar―le digo muy ofuscada y a punto de salir de la habitación, pero me detiene, tomándome por la muñeca.―Establezcamos esto de una buena vez, Ana, porque ya estoy cansado que siempre me veas como una amenaza para mis propios hijos o como si creyeras que yo no estuviera pendiente de ellos, al igual que tú―me dice e
~~~Levy.En cuanto noto que la bruma empieza a entrar por la habitación, no me lo pienso dos veces y pongo a Ana a buen resguardo, introduciéndola por el pasadizo en la pared.No le mentí a Ana cuando le dije que lo más importante para mí son nuestros hijos, así que la guío por el camino que conduce a su nueva recámara, la que compartía con ellos, y en cuanto entramos ella se sorprende.Y luego, se ríe.―Y yo que creía que estaba a salvo de tu presencia en mi habitación y ahora me doy cuenta de que tus pasadizos conducen a casi todas las habitaciones―me reclama, pero yo en realidad no tengo tiempo para esto.―Nunca te dejaría ni a ti ni a ellos sin mi protección―le respondo y ella respira profundo―ya te lo dije, ustedes son lo más importante en mi vida, a pesar de que no puedo hacer que cambies de opinión al respecto de mí―le señalo, al tiempo de que despertamos a nuestros hijos con cuidado de que hagan algún tipo de ruido, y en cuanto escuchamos que alguien está abriendo la puerta,
~~~Ana.En cuanto se va Levy con el imbécil de su primo, pongo a mis hijos a buen resguardo. Hoy dormiré con ellos, y no me importa lo que piense el mundo entero, si estoy durmiendo en la misma habitación que el alfa o no, puesto a que ellos solo me tienen a mí… bueno, eso ya no es cierto y debo reconocerlo, a pesar de todo.Lissander y esa tal Claudia deben pagar por lo que hicieron.De pronto, escucho que alguien toca a la puerta de la recámara y voy de inmediato a atender.―Mi Luna, el alfa solicita su presencia en la sala de guerra―me dice Ezra y yo quedo extrañada―hemos encontrado más información que nos puede ayudar con el dilema―me explica y de inmediato me arreglo para ir a atender lo que me solicita, puesto a que ya estoy cansada de lo mismo, que todo el mundo quiera amenazarme con la vida de mis bebes, todo por ser quien soy y por mi espíritu lobo, o porque estén al servicio del demonio Aradia.Se supondría que ser la Luna de una manada debería dar seguridad y estabilidad,
~~~Ana.La noche ha sido larga, muy larga y parece que aún no termina. Pero, estoy segura de que no descansaré bien, si es que no hubiera otro sobresalto, porque, simplemente, hay una amenaza ahí afuera que nos está respirando en el cuello a todos.―Creo que viene siendo hora de que empieces a cooperar, si es que te importa algo en este mundo―le dice Levy a Casius, quien ahora se nota risueño.― ¡Ja! ―le responde este, levándose perezosamente de su cama―te llevaste de aquí a Lesley, quien te vendió espejitos y sueños, ¿y ahora quieres venir a donde mí a apelar a mi buena consciencia? ―se burla de él, al tiempo de que se mira en un pequeño espejo en la pared, revisando su barba.―Ya te lo he dicho, cualquier trato que te haga no sirve de nada, si es que Aradia logra lo que quiere, ¿o qué piensas? ¿Qué no serás el primero por el que venga? ―le espeta con una voz tan fuerte, que él traga en seco, a pesar de que ambos son corpulentos y que pudieran medir fuerzas.―Habla, di lo que necesi