~~~Peyton.Estoy en camino a Luna Escarlata, derrotado.Cuando Amadeo me llevó hasta una celda para interrogarme me sentí frustrado, porque venía a rescatar a Ana y me encontré con una boda, fue peor cuando me enteré de que ella no había sido forzada a estar ahí, que era su voluntad unirse a ese canalla que tanto daño le ha hecho.Pero lo que he sabido de mí ha sido devastador.¿Cómo es que Violeta es en realidad la bestia del abismo? ¿Cómo es que ella puede controlarme con apenas un chasquido?Mi madre tendría que explicarme, porque solo la había visto una sola vez en mi vida, así que no hay manera que yo pueda saber cómo es que me controla, pero ¿mi madre?Ella tiene que explicarme cómo es que la bestia la liberó, justo el día en que murió mi padre.¿Será acaso mi padre?Según lo dicho por mi madre, ella no sabía que estaba embarazada cuando fue lanzada al abismo, y es todavía más que extraño, cuando ella misma me dice que permitió que mi padre tuviera una amante, la madre de Calel
~~~Levy.En cuanto Amadeo nos da la noticia de que el cofre con el cuerpo se ha ido, organizo a mi gente, para ver si aún tenemos tiempo para detenerlos, a ver si por una pequeña falla del destino eso sea posible, pero, lo dudo mucho.Tenemos que intentarlo, de lo contrario, esta pesadilla continuará.―Solo nos ha distraído con su perorata, para que sus hombres tuvieran tiempo de llevarse el cuerpo―le digo ofuscado a todos, quienes me miran con pesar.―Y nos ha dado tres días para presentarnos a Luna Escarlata―me indica y la veo tan afligida, que quisiera tomarla entre mis brazos para consolarla, pero ahora me mira con reproche, porque sabe que soy el culpable de todo.― ¡Ja! Como si fuéramos a hacerle caso―le digo, tratando de aligerar la tensión en el aire, pero, tal parece que no logro lo que quiero.―Lo cierto es que tendremos que encontrarla tarde o temprano, si es que queremos acabar con toda esta pesadilla―me responde y me deja anonadado.―En definitiva, no iremos allá, en don
~~~Ana.Tal parece que este plan descabellado porque Levy y yo estemos juntos tiene una falla, la más grande de todas, yo diría, porque soy capaz de devolverme ahora mismo con mis hijos, si es que este alfa todopoderoso no puede darme una justificación plausible aquí y ahora.―Lo he pensado también. Amadeo ha puesto una escolta de su confianza que los vigila las veinticuatro horas―me asegura, pero eso no me da ninguna tranquilidad.Cuantas veces he creído que mis hijos están seguros y se los han llevado en mis narices.Y Levy es uno de ellos, cuando me obligó a dejar a Lennon en mi última visita a Luna Escarlata.―Nadie cuidará a mis hijos mejor que yo, eso te lo puedo asegurar―le digo muy ofuscada y a punto de salir de la habitación, pero me detiene, tomándome por la muñeca.―Establezcamos esto de una buena vez, Ana, porque ya estoy cansado que siempre me veas como una amenaza para mis propios hijos o como si creyeras que yo no estuviera pendiente de ellos, al igual que tú―me dice e
~~~Levy.En cuanto noto que la bruma empieza a entrar por la habitación, no me lo pienso dos veces y pongo a Ana a buen resguardo, introduciéndola por el pasadizo en la pared.No le mentí a Ana cuando le dije que lo más importante para mí son nuestros hijos, así que la guío por el camino que conduce a su nueva recámara, la que compartía con ellos, y en cuanto entramos ella se sorprende.Y luego, se ríe.―Y yo que creía que estaba a salvo de tu presencia en mi habitación y ahora me doy cuenta de que tus pasadizos conducen a casi todas las habitaciones―me reclama, pero yo en realidad no tengo tiempo para esto.―Nunca te dejaría ni a ti ni a ellos sin mi protección―le respondo y ella respira profundo―ya te lo dije, ustedes son lo más importante en mi vida, a pesar de que no puedo hacer que cambies de opinión al respecto de mí―le señalo, al tiempo de que despertamos a nuestros hijos con cuidado de que hagan algún tipo de ruido, y en cuanto escuchamos que alguien está abriendo la puerta,
~~~Ana.En cuanto se va Levy con el imbécil de su primo, pongo a mis hijos a buen resguardo. Hoy dormiré con ellos, y no me importa lo que piense el mundo entero, si estoy durmiendo en la misma habitación que el alfa o no, puesto a que ellos solo me tienen a mí… bueno, eso ya no es cierto y debo reconocerlo, a pesar de todo.Lissander y esa tal Claudia deben pagar por lo que hicieron.De pronto, escucho que alguien toca a la puerta de la recámara y voy de inmediato a atender.―Mi Luna, el alfa solicita su presencia en la sala de guerra―me dice Ezra y yo quedo extrañada―hemos encontrado más información que nos puede ayudar con el dilema―me explica y de inmediato me arreglo para ir a atender lo que me solicita, puesto a que ya estoy cansada de lo mismo, que todo el mundo quiera amenazarme con la vida de mis bebes, todo por ser quien soy y por mi espíritu lobo, o porque estén al servicio del demonio Aradia.Se supondría que ser la Luna de una manada debería dar seguridad y estabilidad,
~~~Ana.La noche ha sido larga, muy larga y parece que aún no termina. Pero, estoy segura de que no descansaré bien, si es que no hubiera otro sobresalto, porque, simplemente, hay una amenaza ahí afuera que nos está respirando en el cuello a todos.―Creo que viene siendo hora de que empieces a cooperar, si es que te importa algo en este mundo―le dice Levy a Casius, quien ahora se nota risueño.― ¡Ja! ―le responde este, levándose perezosamente de su cama―te llevaste de aquí a Lesley, quien te vendió espejitos y sueños, ¿y ahora quieres venir a donde mí a apelar a mi buena consciencia? ―se burla de él, al tiempo de que se mira en un pequeño espejo en la pared, revisando su barba.―Ya te lo he dicho, cualquier trato que te haga no sirve de nada, si es que Aradia logra lo que quiere, ¿o qué piensas? ¿Qué no serás el primero por el que venga? ―le espeta con una voz tan fuerte, que él traga en seco, a pesar de que ambos son corpulentos y que pudieran medir fuerzas.―Habla, di lo que necesi
~~~Levy.Aún no me puedo creer que Casius nos haya dicho la verdad, a pesar de que se la hemos sacado bajo tortura.Es tan ladino y despreciable, que sería capaz de llevarse su secreto hasta la tumba, si es que hay una minúscula oportunidad de tomar el poder nuevamente.Es cuando me pregunto si es que me he vuelto su peón, que su actuación ha sido tan buena, que nos ha engañado a todos, incluso, hasta dejándose flagelar, para que todos creamos que en verdad le hemos sacado una verdad.Con cuidado, salgo del mausoleo y lo cierro, para luego devolverme hasta la prisión.―Ahí no hay nada, nos has mentido―acuso a Casius en cuanto lo veo, ya que no le voy a contar la verdad―me has hecho perder el tiempo―le digo, al tiempo que tomo el látigo de las manos de Ana y lo flagelo dos veces, para darle veracidad a mis palabras.Estoy casi seguro de que todo esto es una trampa de alguna manera.―Pero, si yo estaba seguro de eso, es el único lugar en el cual no hemos podido... ―nos dice y ahora est
~~~Ana.―Esperen un momento―le digo a Levy y la Sabia, en cuanto nos encaminamos hasta las mazmorras nuevamente, un camino que ya estoy cansada de hacer y que, sin embargo, es necesario.Pero hay algo que ellos no están tomando en cuenta.― ¿Qué sucede, mi Luna? ―pregunta la Sabia con suspicacia―le recuerdo que no tenemos mucho tiempo que perder. El plazo que nos ha dado la bestia se cumple mañana―me indica, sin embargo, sigo rehusándome a moverme.― ¿No han notado que, repentinamente, estos dos están dispuestos a cooperar? ―les hago notar y ellos parece que no comprenden, así que prosigo―las casualidades no existen, ¿y si ellos han planeado todo, para que creamos que hemos sido nosotros los que hemos tomado acciones? ―les señalo y ellos me miran con suspicacia―fíjense en algo, cada uno nos ha mandado a buscar una cosa, las cuales se complementan entre sí, ¿les parece eso una casualidad? ―les digo y ellos ahora se quedan pensativos.― ¿Crees que ellos están esperando esto? ―me dice L