~~~Ana.Estoy en la casa de la manada de Sombra Oscura, un lugar al que prometí no volver a venir.Del cual me escapé haciéndome pasar por muerta, porque solo eso podría salvarme a mí y a mis hijos no natos.Y ahora me río de la ironía de que este sea el único lugar seguro para todos, uno en el cual la bestia no tiene ni idea de que estamos, o es lo que todos esperamos.―Ya lo he dicho, no me separaré de mis bebés―le digo a Levy, en cuanto intentan llevarse a mis hijos a una habitación―tampoco pretendo usar mi antigua recámara―le espeto, en cuanto noto hacia a dónde nos dirigimos.Porque esa habitación tiene un pasadizo secreto que conecta con el cuarto de Levy y no pretendo que el intente visitarme por la noche siquiera, como si entre él y yo no hubieran pasado tantas cosas.De pronto, siento un escalofrío que me recorre la piel, solo de recordarme en aquel hospital en donde me mantuvo encerrada por tanto tiempo, todo por sus miserables celos.En donde le pedí a Peyton que me sacara
~~~Ana.Levy se quita rápidamente de encima de mí, en cuanto nota lo enojada que estoy por la manera en que está asaltándome, así, en mitad de la noche.―Lo siento―termina por susurrarme, al tiempo que me muestra la puerta del balcón por donde supongo que debe haber entrado―por lo que te ha dicho la Sabia así, sin más―señala, y cuando ve que no me muevo de la cama, lo veo tragar en seco―quisiera conversar contigo, si eres tan amable―me indica y me ofrece su mano, pero no pretendo tomarla, así que él la retira, pero se levanta de mi cama y vuelve a hacer un ademán para que lo siga.―Asumo que no te irás de aquí, sin que te escuche, ¿no es cierto? ―me mofo de él, quien traga en seco, así que no me lo pienso otra vez y lo acompaño hasta donde me indica, para que mis hijos no se despierten.Entonces, noto que él no me puede mirar a la cara, así que trata de fijar sus ojos en la distancia, para luego mirar al piso.―No ha sido para nada romántico que la Sabia haya dicho que debemos casarn
~~~Ana.Tengo una sensación de déjà vu justo en este momento, por todas las veces que mis hijos han sido arrancados de mis brazos, desde la primera vez, cuando Calel los secuestró para llevárselos a Luna Escarlata, para acabar con su tío Casius, hasta hace unos pocos días, cuando su propio padre me los arrebató, quien ya había tenido a Levan en su poder por dos años, sin siquiera avisarme.Ni siquiera quiero recordar acerca de todas las veces que han podido perder la vida, ya fuera por uno u otro enemigo que ha querido amenazarme, porque saben que ese es mi punto débil, mis hijos.Y ahora la Sabia me los arrebata, lo que hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.―Tienes que entenderlo, Ana, porque ni siquiera tú puedes ser tan obtusa, como para exponer a tus hijos a semejante poder―trata de tranquilizarme, al tiempo que veo a otra persona conocida entrando por la puerta.―Descuide, señora Ana, trataré a los pequeños amos como mi más sagrado tesoro―me dice Ezra, pero sus palabras
~~~Ana.Detengo mi carrera por los pasillos de la manada, exhausta, aún con la desazón que me provoca el saber que no me queda otra alternativa que unirme a Levy, odiando a mi destino, quien es el que me ha traído aquí."Sigo sin poder hablar con Sanjay", me dice Ateba, preocupada, "me sigue sin gustar esto, porque creo que me oculta algo muy importante", continúa hablándome, algo que me enoja."No quiero saber ni de él ni de Levy", le respondo con un resoplido, "y si pudiera, yo...", trato de decir, pero entonces escucho una risa conocida muy cerca, la cual hace que mire por instinto.Se trata de Casius, quien se encuentra en una de las celdas, con la cara toda hinchada, por los golpes que debe haberle dado Levy, mientras lo interrogaba por la caja.O para desquitarse por todo lo que nos ha pasado, y si fuera yo, también lo hubiera hecho, porque se merece eso y más, la muerte.―Pensé que, a estas alturas, ya llevarías la marca de tu noviecito y que estarían muy felices, mientras se
~~~Manada Luna Escarlata.Ana.― ¿Es cierto lo que dijo la abuela? ―le digo a mi padre, quien está en su cama junto a mamá―y ya dejen de fingir que no les importa ni un poco lo que va a suceder hoy―les reclamo, en cuanto están a punto de regañarme. Otra vez. ―Ya te lo hemos dicho, Ana―me reclama mi madre―conocer a tu loba interior es algo que debes hacer sola―me repite y yo respiro profundo. ―Pero ya he esperado demasiado tiempo en el borde del bosque y no pasa nada―les digo aburrida―incluso, la luna llena está en lo alto del cielo, pero parece que la loba no quiere aparecer―les señalo. ―Y si no esperas afuera como te hemos dicho, no te visitará jamás―me advierte mi padre esta vez―ahora, ve afuera―insiste, pero yo no quiero irme, realmente. Porque en verdad tengo miedo. Todo el mundo espera este día, cuando por fin cumplen los diecisiete años y su lobo interior se presenta para unirse a ellos. En cambio, yo tengo un escalofrío que me recorre los huesos. Como si algo estuviera
~~~Manada Sombra Oscura.Levy.Me levanto lentamente, respirando el aroma que Violeta ha dejado en mi almohada.Después que la marqué y la hice mía, como siempre quise.Mis labios siguen hinchados, después de todos los besos que le di por todo su cuerpo, mientras la penetraba una y otra vez, exactamente como me lo imaginé todos estos años, desde que éramos unos niños.No, ya no tenía ganas de esperar a mi pareja destinada.Quien quiera que sea, no merece ser mi Luna, como Violeta.Sé que la anciana del concejo me lo advirtió, que un alfa de mi linaje debía esperar por su pareja destinada, su alma gemela.Pero, no me importó cuando se lo propuse a mi querida Violeta.Ella se resistió al principio, pero luego accedió y ahora está aquí, en mi cama, luego de todo el amor que nos dimos anoche.Así que me acerco a su cuerpo, recordando cómo temblaba entre mis brazos, al tiempo que la embestía una y otra vez, embriagado de mi amor por ella.Y entonces la toco y tiemblo de miedo.― ¿Violeta?
~~~Tres años más tarde.Ciudad Humana.Ana.― ¿Crees que algún día podamos regresar, abuela? ―le digo frustrada, con mi amargura consumiéndome, mientras se hace un silencio incómodo en la mesa.Hoy hace tres años, mis padres murieron en manos de los guerreros lobos del Alfa Casius mientras intentaban protegerme por lo que estamos muy tristes.Sé que el doctor me lo advirtió, que no debía hablarle de temas incómodos, ya que su corazón está débil, después de la pérdida que ambas tuvimos.Ella perdió a su hija, y yo, a mi madre.Pero la urgencia por volver a Luna Escarlata me desespera muchas veces.―Pues, claro que sí―me responde con rabia―volveremos y vengaremos la muerte de mi amada hija, por manos de esos canallas―asegura, dejando caer con fuerza la cuchara en el plato de comida―pero, mientras tanto, es necesario que sigamos pasando desapercibidos aquí―me dice ahora y me mira con una ceja levantada― ¿está claro? ―me mira con desaprobación.―Pero, con todo el dinero que tenemos podemo
~~~Un mes después.Ciudad Humana.Levy."Pues, claro que sí, Ezra" le digo a mi beta al teléfono, usando los medios convencionales para no levantar sospechas en medio del mundo humano, en donde sería muy raro utilizar mi telepatía, la que tiene todo alfa para comunicarse con su gente.Incluso aquí, en la Suite de este hotel cinco estrellas, en donde estoy terminando de arreglarme en el baño, para salir y hacer exactamente lo que vine a hacer."Pero, mi alfa, debe haber alguna otra manera para que consigamos lo que quiere, sin llegar a extremos", me indica y yo estoy a punto de morirme de la risa."¿Lo que yo quiero, Ezra?", me burlo de él, "es lo que quiere el concejo, no yo", le recuerdo, porque es así, "me han puesto entre la espada y la pared", le aseguro, aunque la verdad es que no le tengo miedo a ninguno de ellos."Todo el mundo está preocupado por el futuro de la manada", me dice un poco frustrado, igual que yo."Y es por eso que mi idea es la solución y que todos dejen por fin