AVA Ha pasado una semana entera desde que Kellen no me ha buscado, y no es que esté ansiosa porque lo haga, sino, que Carlton comienza a preguntar por él, más y más cada día, se despierta preguntando por qué no vivimos con su padre, hace dos días que por fin me hizo la inesperada pregunta de por qué nos fuimos, y me parece que eso es consecuencia de que yo haya tenido un par de golpes visibles en el rostro. La discusión que había tenido con él, la noche en la que se marchó enfurecido, había querido que lo hiciera una y otra vez, no quiero problemas con su padre, con su familia, pensando solo en la seguridad y bienestar de nuestro hijo, contarle todo tampoco era una buena idea, si se lo decía, entonces enfrentaría a su padre y la guerra se desataría, cosa que no quiero. Uno, porque Carlton y yo seremos las consecuencias, y dos, porque no confío ya en él, sí, lo admito, estoy celosa y tengo el corazón herido, una no muy buena combinación para mí en estos momentos. Por otra parte, h
KELLEN Ava me mira con desilusión, con dolor, y ese es el mismo dolor que me ha aplastado desde que desperté aquella mañana y me di cuenta de que el cuerpo que estaba desnudo a mi lado, era el de Melany y no el de Ava. Enfurecí tanto con ella que incluso recuerdo haberle deseado lo que le pasa con su salud. Todo el tiempo pensé que estaba soñando y que era Ava a quien había follado, pero no es así, Melany se aprovechó de que estaba ebrio para meterse a mi cama, lo logró, pero esa fue la última vez que me tuvo, porque no pienso repetir los mismos errores de siempre. No la había buscado porque ciertamente no tengo la cara para hacerlo, me sentí tan mal que vomité por tres días seguidos, muchas veces me vi tentado a ir a buscarla, incluso llegué a ir al hotel en el que ella y mi hijo se están hospedando, pero nunca tuve los cojones para hacerlo. Ya que verla a la cara y decirle que me había follado a Melany, solo haría que la perdiera de verdad, como lo estoy haciendo y en aquel m
AVA HORAS ANTES El corazón me pesa, debí haber sabido que esto ocurriría en cualquier momento, lo que sea que hayamos tenido Kellen y yo, no fue suficiente como para hacer que esto que había nacido entre los dos, se fortaleciera pese a todas las dificultades, pero los dos nos equivocamos y ahora aquí están las consecuencias. Firmé, lo hice por qué está claro que él sigue amando a Melany, la folló, no se atrevió a dar explicaciones, ni siquiera lo intentó, y eso es lo que más me rompe el corazón, las lágrimas amenazan con brotar de mis ojos como si fueran cascadas, aun cuando estoy caminando por la calle, siento que la visión se me vuelve borrosa. El cuerpo me duele debido a las contusiones, los golpes que me provocaron las mujeres que mandó Oliver, el padre de Kellen, respiro con profundidad y al llegar al hotel, subo al ascensor. ¿Cómo pude haber sido tan idiota al pensar que él me amaría? Al creer en sus palabras cuando dijo que me ama, que quiere estar conmigo, cuando queda c
AVANo puedo creer lo que ven mis ojos, la mujer con un cabello largo y rubio como el oro, un par de ojos grises como los míos, solo que en ellos se ve un largo recorrido, de tez clara, alta, vestida tan elegante, con un vestido blanco como la nieva, ajustado, pero de cuello alto, sin mangas, y con un ligero lazo negro que divide la cintura, es mi madre, lo es, la reconocería hasta con los ojos cerrados, eso es sin duda algo… —Imposible, ¿cierto? —su voz es dulce, tal y como la recordaba. Las piernas me flaquean cuando ella se acerca a nosotros, por un segundo creo que se trata de una alucinación, pero no lo es, no puede serlo, es real, ella observa a Carlton y le sonríe, tocando su mejilla con cariño. —Sacaste nuestros ojos —susurra y se pone en cuclillas—. Soy Leslie Kinsley, la mamá de tu mamá. —Mi otra abuela —afirma Carlton con seguridad. —Así es. Aún no me repongo de la sorpresa, cuando ella se incorpora y enseguida ni siquiera me doy cuenta de que estoy llorando, ya que e
AVA No quiero hablar con el hombre que me ha traicionado una y otra vez, con el mismo que horas atrás me rompió el corazón, ¿cómo me encontró? Le dije a Levi que no dijera a nadie de mi llamada, él no me pudo rastrear, además, ellos dos no se llevan bien, me muerdo el labio inferior como si eso pudiera calmar la ansiedad que siento, mi abuela se pone de pie al instante en el que él entra, rechina los molares, le lanza una mirada que me sabe mortífera y enseguida toma la mano de Carlton. —Ven cariño, este no es sitio para ti —le dice a mi pequeño buscando mi mirada para confirmar. La apoyo y asiento, no quiero que mi hijo presencie cómo sus padres se pelean o empiezan a discutir, a pesar de todo, no quiero que tenga una mala imagen de él, después de todo, son mis guerras, no las de él. —Mami… —Carlton duda. Me obligo a regalarle una sonrisa ensanchada. —Todo está bien, bebé —toco su mejilla con cariño—. Ve con tu bisabuela. Carlton dirige su penetrante mirada hacia su padr
KELLEN Para cuando llego al hotel, mi ánimo no puede empeorar, me siento abatido con tanta información, Ava resulta ser la hija de una de las familias más ricas de toda Inglaterra, la única satisfacción que me queda es que si mi abuela, padre y cada maldito miembro de la junta directiva de la empresa se enterara, estoy seguro de que sus rostros se contorsionarían. Pero eso no es lo que me preocupa en estos momentos, sino, el hecho de que necesito recuperar de algún modo la confianza de Ava, y a ella, por supuesto, me dejo caer sobre la cama mientras pienso en todo lo que ha ocurrido hoy, en especial, con el hecho de que Carlton, mi pequeño hijo, sigue enfadado conmigo y no sé qué hacer. Cierro los ojos, sus palabras me han golpeado peor que la mirada llena de decepción de Ava, su madre. HACE UN PAR DE HORAS Cuando Ava se dirige hacia la habitación en la que nuestro hijo está, siento que me quedo sin aliento. Ella toca la manija, pero se detiene de último momento. —Por favor
AVA—Todo está listo —anuncia mi abuela. Los nervios explotan en mis venas, acelerando mi ritmo cardíaco, hace dos horas que los abogados de mi familia me han puesto al tanto de la situación de le empresa de Kellen, así como de las acciones de las que soy dueña, si bien mi madre puede hacerlo al estar viva, ella solo ha decidido dejarme todo el peso de la responsabilidad, no por maldad, sino, porque quiere que ya tome lo que me corresponde. Mis derechos al ser una Kinsley. —Entiendo —susurro leyendo una vez más los documentos que me dejaron. Miento. No, no lo entiendo, al menos solo la mitad, estoy conscirnte de que mi familia necesita que yo tome las riendas de las acciones que mi padre dio en la empresa, y que Oliver se empeña en no hacérselo saber a Kellen, todo porque sabe que tengo el poder suficiente para derrocar su imperio sin que nadie me pueda detener, y eso es lo que mi madre y abuela quiere. —Lo más importante es que conseguiremos lo que nos pertenece —añade mi abuela
AVAMe sorprendo con lo que escucho, un escalofrío recorre mi espina dorsal, el tacto de Levi sobre mi piel me trae viejos recuerdos, unos buenos y otros malos, no puedo respirar, de hecho, creo que he dejado de hacerlo. Su agarre se vuelve más fuerte, sus dedos se clavan en mi piel y volteo a verlo como si le hubieran salido dos cabezas, solo que él no comparte lo mismo. Luego desvío mi atención hacia mi madre, ella solo no me mira, sino, que sonríe como si ya supiera de la entrada de Levi, como si lo estuviera esperando solo a él. El calor de su cuerpo se filtra a través de mis ropas llegando a incendiar en mi piel, evito mirar a toda costa a Kellen, aunque me es un poco difícil, ya que el padre de mi hijo se empeña por hacerme sentir mal, me intimida. —Tu familia me buscó, tu mamá, para ser específico —susurra Levi a mi oído—. Solo actúa, es por tu bien. Tengo un mal presentimiento sobre esto, tiemblo en su agarre, lo que menos necesito ahora es que ellos dos peleen o armen u