Desperté enlazado en sus brazos, nuestras piernas enrolladas, su cabeza en mi pecho. Dejé un beso en su cabeza y como pude salí de su fuerte agarré. Me adentré en el baño, hice mi rutina diaria, y cuando salí, Lili aún seguía durmiendo, deje un suave beso en su frente y baje a desayunar, en cuanto salí de la mansión, llame al abogado de la familia, James, me ayudará anular el contrato de Lili, al llegar al edificio de Margaret, entramos sin ser anunciados por la recepcionista, la chica nos siguió diciendo que teníamos que esperar, no le preste la más mínima atención y subimos hasta su oficina.
— Señor Jackson, no creí que fuera a venir tan temprano — Margaret se levantó del asiento nerviosa.
— Hoy es el segundo día, a lo que vinimos— Me senté en una silla
LiliEstaba envuelta en aquella hermosa historia de amor, que no me había dado cuenta que Daniel estaba allí parado viéndome, ¡Qué vergüenza!, y yo llorando por algo que está plasmado en un espectacular libro, pero es algo inevitable, las emociones se apoderaron de mí. Volviendo al punto, estoy esperando que hable, que me diga que es eso importante que debe decirme, aunque puedo notar en sus ojos un limbo, me sigue acariciando la mejilla mientras yo aprieto el libro con fuerza, estoy ansiosa de saber.— Mi bella Lili, es sobre el contrato— Me tenso de inmediato, es algo que siempre me voy a reprochar a mi misma, pero saque algo bueno de esto y es, el no confiar en cualquiera, mucho menos prestar mi nombre para yo misma salir perjudicada, pero lo mejor. Es este hombre que cada día me confunde más, no puedo negar que es demasiado atento, pero me da miedo que solo se
Toda mi sangre se congeló, incluso deje de respirar, mis ojos no podían creer lo que vieron, era Daniel con dos mujeres amarradas colgando del techo y este estaba golpeando a una de las mujeres con un látigo, mientras que con la otra mano introducía un aparato por detrás, el cuerpo de ambas estaba rojo y llenos de morados, mientras él, muy tranquilo de pie completamente vestido, los gritos de las mujeres eran una combinación de dolor y satisfacción. Él ejercía tal fuerza que podía escuchar como la chica que penetraba lloraba a gritos. Y como su cuerpo se movía duro allí suspendida. Aquella pantalla se apagó y retrocedí, me cuestioné si el haría eso mismo conmigo, agarró el celular en sus manos y lo guardó en su bolsillo. Me tomo del brazo jalándome de nuevo a la casa, ya no quería quedarme en ese lugar, y menos con lo que acababa de
Entre por las puertas con todo mi cuerpo temblando, después de anunciarme en recepción, me llevaron hasta el sexto piso donde me dejaron en una oficina esperando a que el doctor llegará. Me comí las uñas nerviosa, hasta que la puerta se abrió dando paso al joven doctor.— Buenas tardes señorita, soy el doctor Sebastián Quiroz, y llevo el caso del señor Antonio, es usted quien ha preguntado por él ¿Cierto? — Dijo él, abriendo la tapa de su computadora.— Así es, él es mi padre — Susurro, me da una mirada rápida y se centra en el aparato electrónico.— Vera, el estado del señor Antonio es delicado, ya que sufrió de un accidente cerebrovascular, o por llamarlo una trombosis: un coágulo que se desarrolla en el mismo vaso sanguíneo cerebral. Debido a esta rup
LiliSiento un fuerte olor en mis fosas nasales y de a poco abro los ojos, lo primero que veo es la hermosa sonrisa del doctor Sebastián, sus ojos azules están fijos en mí y a cualquier movimiento que haga, me quita lentamente el algodón y con su otra mano me agarra suavemente por el brazo.— ¿Estás bien? — Dice y me hace una revisión rápida de mi pulso.— Si, pero que me pasó.— Un ataque de ansiedad, debido a la noticia de tu padre. Te mandé a realizar unos análisis de sangre para asegurarnos que todo esté bien.Me ayuda a sentar, y sonrío triste.— Puedo ver a mi padre.— Claro que sí, ven te llevaré con él.Me ofrece la mano con una sonrisa, dudo un poco, pero termin&o
DanielDespués de estar toda la noche buscando a Lili, dimos con su casa, claro está, me tocó llamar a mi abogado. Para que me dijera la dirección, que seguro estaría en el contrato. Mientras me dirijo hacia su casa, voy pensando y me aterra la idea de que me haya dejado después de ver el video. Elisabeth me obligaba hacerlo, ese fue uno de los tantos vídeos que tiene bajo su poder, y estoy más que seguro que me va a chantajear con ellos. Debo encontrar la forma de tener esos vídeos conmigo.Llegamos a una casa de dos pisos, un auto está estacionado. Creo yo que será de su padre. Veo la hora en el reloj y aún son las seis de la mañana, pero la ansiedad me está comiendo por dentro. Sacó un cigarrillo y lo fumo rápido. Bajo del auto con mi pulso a mil, y mi corazón palpita desmesurado. Nunca me había sentido de esta for
LiliEstoy en estado crítico, por la gran bomba, que acabó de estallar, mi corazón se detuvo por milésimas de segundos antes de empezar a martillar fuerte. ¿Escuché bien?, ¡Me está pidiendo que sea su novia!, o son imaginaciones mías, sacudo la cabeza con fuerza, él sigue atento y se ve ansioso por una respuesta. Más, mis palabras no salen de mi boca. Se quedaron allí al fondo de mi garganta. Bueno, calma corazón loco, que eres muy joven aún para morir, ¡Pero moriría de felicidad!, en mi rostro se plasma una sonrisa, y asiento con la cabeza varias veces, me lanzo en sus brazos, al fin y al cabo, si vamos a tener una relación no tiene por qué darme pena alguna, de ser un poco más atrevida.— Sí, si quiero, pero Daniel, está la cafetería, de allí pueden salir los gastos— Murm
Luego de una ducha rápida, salimos el volvió a ponerse su traje, yo me puse un vestido blanco de mi antigua ropa. Después de decirme lo hermosa que estaba, durante todo el camino llegamos al hospital, al llegar pude entrar a ver a mi padre, donde estuve largo rato contándole quien era Daniel, su habla no era muy buena, pero, aun así. Tenía la esperanza que más terapias sirvieran, en sus ojos podía notar triste y, aunque no mencionó a la bruja, sé que debe estar sufriendo por dentro.— Buenas tardes hermosa, tengo buenas noticias, mañana se dará el alta a tu padre — Entró el doctor de inmediato Daniel frunció el ceño, se levantó emanando celos y rabia por cada poro de su piel, el doctor Sebastián sonrió, y eso me estaba irritando.— Liliana, es su nombre, usted no tiene que perder el profesionalismo,
Aquello me hizo levantar de golpe, ¿Es enserio?, agarré las sábanas y cubro mi cuerpo con ellas, él hace la misma acción, pero se coloca su ropa interior, quedó parada en medio de la habitación, con mi corazón a punto de explotar dentro de mi pecho. Su mirada se torna miedosa. Se sienta en la cama, y baja la cabeza. No parece aquel hombre dominante de hace momento.— Es algo, que ocurrió sin darme cuenta, créeme. Al principio me sentía muy atraído por ella. Su belleza me tenía atrapado, al pasar los años, solo se nos volvió rutinario nuestros encuentros, pero...Se calló y aún con la cabeza gacha se pasó la mano por el cabello, todo a mi alrededor daba vueltas, y cada palabra que dijo. Me hizo entrar en razón, este hombre es un enfermo. ¡Con su madrastra!, ¡La esposa de su padre!, esto es algo