Daniel
Estoy llevando a Lili, entre mis brazos hacia el baño, pero se quedó profundamente dormida después de haberla tomado como lo hice, estoy más que satisfecho, sólo deseo estar con ella, no he tenido aquella necesidad de ir tras Elisabeth. A decir verdad, no he sabido nada de ella, entré más lejos este de Lili y de mí mejor.
La contempló dormir y la apretó a mi pecho, le beso la frente, entró en la habitación de la sala y la acuesto en la cama, le apartó sus cabellos de la cara, la tapó con las sábanas y dejó un beso en sus labios, voy al baño tomo una ducha rápida y me acuesto a su lado, la rodeó con mis brazos pegándola más a mí, aspiró su olor, huele a mí y a ella, es una mezcla deliciosa. Suelta un suspiro. Y empiezo a besar su cuello, mi miembro está volviendo
LiliJamás lo había visto sonreír de esa manera, mientras los niños están encima de él, y lo bombardean con miles de preguntas, no pude evitar reír, fue demasiado hermoso y gracioso cuando cayó al suelo, pero se quedó allí con los niños, hablándoles y contándoles miles de historias, ¡Este hombre me va hacer morir joven!.— Hola — Siento una pequeñita mano jalar la mía, bajo mi cabeza y me encuentro con una preciosa niña, de ojos azules y cabello rubio, sonríe tímidamente mientras juega con su pie nerviosa, me agachó quedando a su altura.— Hola, princesa como te llamas — Levanta su carita, y se nota la tristeza en sus ojos.— Soy Isabela, me gusta tu vestido — Morí de ternura con la pequeña.&m
DanielCagada la hora que vine a meterme con esa mujer, debí hacer caso a mi razón cuando me lo advirtió, nada bueno me traería involucrarme con la esposa de mi padre, y mucho más, cuando me introdujo en el sexo de aquella manera, hacia todo para complacer sus caprichos, incluso hasta los más locos deseos que cada día iban pasando a ser peores, me supo controlar y me tuvo a su merced por años, y ahora que Lili está en mi vida, sólo puedo mantenerla lo más lejos posible, sería capaz de hacerle algún daño, sólo porque robaron su juguete favorito. Se que no debo darle explicaciones a mi bella Lili, pero siento esa inmensa necesidad de aclarar las cosas, pero entro en pánico, al tener que contarle la verdad, camino con desespero en el despacho, que se supone que deba hacer. Ahora como la miró a los ojos, sin sentirme incómodo y jodidamente ma
Desperté enlazado en sus brazos, nuestras piernas enrolladas, su cabeza en mi pecho. Dejé un beso en su cabeza y como pude salí de su fuerte agarré. Me adentré en el baño, hice mi rutina diaria, y cuando salí, Lili aún seguía durmiendo, deje un suave beso en su frente y baje a desayunar, en cuanto salí de la mansión, llame al abogado de la familia, James, me ayudará anular el contrato de Lili, al llegar al edificio de Margaret, entramos sin ser anunciados por la recepcionista, la chica nos siguió diciendo que teníamos que esperar, no le preste la más mínima atención y subimos hasta su oficina.— Señor Jackson, no creí que fuera a venir tan temprano — Margaret se levantó del asiento nerviosa.— Hoy es el segundo día, a lo que vinimos— Me senté en una silla
LiliEstaba envuelta en aquella hermosa historia de amor, que no me había dado cuenta que Daniel estaba allí parado viéndome, ¡Qué vergüenza!, y yo llorando por algo que está plasmado en un espectacular libro, pero es algo inevitable, las emociones se apoderaron de mí. Volviendo al punto, estoy esperando que hable, que me diga que es eso importante que debe decirme, aunque puedo notar en sus ojos un limbo, me sigue acariciando la mejilla mientras yo aprieto el libro con fuerza, estoy ansiosa de saber.— Mi bella Lili, es sobre el contrato— Me tenso de inmediato, es algo que siempre me voy a reprochar a mi misma, pero saque algo bueno de esto y es, el no confiar en cualquiera, mucho menos prestar mi nombre para yo misma salir perjudicada, pero lo mejor. Es este hombre que cada día me confunde más, no puedo negar que es demasiado atento, pero me da miedo que solo se
Toda mi sangre se congeló, incluso deje de respirar, mis ojos no podían creer lo que vieron, era Daniel con dos mujeres amarradas colgando del techo y este estaba golpeando a una de las mujeres con un látigo, mientras que con la otra mano introducía un aparato por detrás, el cuerpo de ambas estaba rojo y llenos de morados, mientras él, muy tranquilo de pie completamente vestido, los gritos de las mujeres eran una combinación de dolor y satisfacción. Él ejercía tal fuerza que podía escuchar como la chica que penetraba lloraba a gritos. Y como su cuerpo se movía duro allí suspendida. Aquella pantalla se apagó y retrocedí, me cuestioné si el haría eso mismo conmigo, agarró el celular en sus manos y lo guardó en su bolsillo. Me tomo del brazo jalándome de nuevo a la casa, ya no quería quedarme en ese lugar, y menos con lo que acababa de
Entre por las puertas con todo mi cuerpo temblando, después de anunciarme en recepción, me llevaron hasta el sexto piso donde me dejaron en una oficina esperando a que el doctor llegará. Me comí las uñas nerviosa, hasta que la puerta se abrió dando paso al joven doctor.— Buenas tardes señorita, soy el doctor Sebastián Quiroz, y llevo el caso del señor Antonio, es usted quien ha preguntado por él ¿Cierto? — Dijo él, abriendo la tapa de su computadora.— Así es, él es mi padre — Susurro, me da una mirada rápida y se centra en el aparato electrónico.— Vera, el estado del señor Antonio es delicado, ya que sufrió de un accidente cerebrovascular, o por llamarlo una trombosis: un coágulo que se desarrolla en el mismo vaso sanguíneo cerebral. Debido a esta rup
LiliSiento un fuerte olor en mis fosas nasales y de a poco abro los ojos, lo primero que veo es la hermosa sonrisa del doctor Sebastián, sus ojos azules están fijos en mí y a cualquier movimiento que haga, me quita lentamente el algodón y con su otra mano me agarra suavemente por el brazo.— ¿Estás bien? — Dice y me hace una revisión rápida de mi pulso.— Si, pero que me pasó.— Un ataque de ansiedad, debido a la noticia de tu padre. Te mandé a realizar unos análisis de sangre para asegurarnos que todo esté bien.Me ayuda a sentar, y sonrío triste.— Puedo ver a mi padre.— Claro que sí, ven te llevaré con él.Me ofrece la mano con una sonrisa, dudo un poco, pero termin&o
DanielDespués de estar toda la noche buscando a Lili, dimos con su casa, claro está, me tocó llamar a mi abogado. Para que me dijera la dirección, que seguro estaría en el contrato. Mientras me dirijo hacia su casa, voy pensando y me aterra la idea de que me haya dejado después de ver el video. Elisabeth me obligaba hacerlo, ese fue uno de los tantos vídeos que tiene bajo su poder, y estoy más que seguro que me va a chantajear con ellos. Debo encontrar la forma de tener esos vídeos conmigo.Llegamos a una casa de dos pisos, un auto está estacionado. Creo yo que será de su padre. Veo la hora en el reloj y aún son las seis de la mañana, pero la ansiedad me está comiendo por dentro. Sacó un cigarrillo y lo fumo rápido. Bajo del auto con mi pulso a mil, y mi corazón palpita desmesurado. Nunca me había sentido de esta for