En cuanto Duke llegó a casa, le entregaron un paquete.

Duke revisó la dirección del remitente y firmó el paquete. Luego, entró en la mansión con Adina en brazos.

Adina lo vio abrir el paquete, que contenía una pequeña caja. Abrió la caja. Contenía un pendiente negro dorado.

Duke desarmó el pendiente y encontró el complicado enrutamiento del transistor.

"Duke, dame una hora”, dijo Adina. “Intentaré ver cómo funciona".

Duke asintió. Sabía que Adina era una buena jáquer, así que sin duda descifraría esta cosa y averiguaría para qué servía.

Adina llevó el pendiente al estudio y lo conectó al ordenador. Cuanto más lo estudiaba, más fruncía el ceño. Esta cosa estaba un poco más allá de su habilidad.

Una hora más tarde, Adina salió del estudio con una expresión solemne.

Duke detuvo su trabajo y se giró para mirarla. "¿Cómo te fue? ¿Descubriste algo?".

"Esto es un comunicador, y solo tiene un programa para emitir órdenes. No tiene el programa original del chip". Adina frunció los l