George miró la pantalla de la computadora.

Muchos pensamientos pasaron por su mente. Se sentía desconcertado.

"Al, ¿quizá estás pensando demasiado?".

"Espero que así sea", dijo Alden. "Pero creo que, efectivamente, a Mami le pasa algo".

George lo miró con incredulidad. Se dio la vuelta, sacó su portátil y tecleó para buscar más información.

"A las personas que les implantan biochips se ven obligados a aceptar instrucciones programadas", leyó George. "Cumplirán incondicionalmente las instrucciones como un robot sin emociones".

"Harán cualquier cosa para completar la orden. Según un estudio, el 30% de las víctimas mataron a sus esposas para completar la orden que se les dio".

"El oficial rescató a docenas de víctimas que fueron implantadas con chips. Después de destruir los chips, se descubrió que las víctimas seguían sufriendo efectos secundarios a largo plazo".

George levantó la cabeza. "¡Al, esto es imposible!".

Alden dijo con voz débil: "Iremos a buscar a Mami mañana".

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