Capítulo 0174
Hernán se sentó en el sofá más cercano a mí y me miró fijamente por un momento, su rostro siempre tenía una sonrisa amable y sus ojos marrones estaban llenos de espectativas.

Su sonrisa me recordó a aquel Hernán de la escuela secundaria.

En ese momento, todos teníamos diecisiete o dieciocho años, además del pesado trabajo escolar, simplemente nos exprimíamos todo el tiempo para jugar. En la clase de gimnasia, siempre intentaba seguirme cuando corría por el patio de recreo en un círculo. Cada vez que yo miraba hacia atrás, siempre podía ver su rostro sonriente.

En ese momento, era un verdadero hombrecillo gordito, y estaba cubierto de sudor en la frente después de correr una vuelta, y estaba tan cansado que jadeaba. Pero no importaba lo cansado que estuviera, insistía en correr detrás de mí.

Yo era muy tonta en ese momento, y siempre pude entender la razón por la que él insistía en seguirme a pesar de que le dio mucho cansancio.

Más tarde me di cuenta de que nos habíamos ido en lug
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