AJAX Intento concentrarme en algo que no sea lo que estoy sintiendo pero es imposible cuando el mundo se me viene encima y para creer que tenía todo bajo control sólo tiemblo, corro con ella en brazos y la meto en el auto para volar al hospital más cercano del lugar, necesitando que la ayuden pero no la separen de mi. —Joven por favor, para atenderla necesito que la suelte— escucho a la enfermera— tiene que soltarla. No me hablan me gritan y reaccionó cuando Flaviana se queja en mis brazos diciendo que le duele, la camilla llega y se la llevan dejándome en medio de nada, no me puedo entrar, no puedo verla, los gritos de mi papá, de Maranello y no sé quién más, son reclamos y tienen razón, me culpan por haberla sacado del convento, el italiano dice que abuse de su hija, mi papá le advierte que si no se calla le va a arrancar la lengua, insultos, amenazas y más siguen llegando pero no dejo de mirar mis manos llenas de sangre, nunca me ha importado manchar mis manos, sin embargo, aho
GIANNA —¡Están aquí, por fin están aquí!. Chillo como cuando tenía 5 años esperando la llegada de papá y ahora otra vez está aquí, sé que no es el único, ya estamos al día con las novedades que trajo Ajax y aunque estoy molesta con él, lo primero que hago es estirar mis brazos cuando los helicópteros aterrizan y los hombres de mi vida bajan de él, me tiró sobre papá que se nota furioso, mientras mi hermano tiene los lentes oscuros pero siento su vergüenza, lo único que papá le ordena es que levanté la cara y empiece a portarse como el hombre que es pues ahora será padre, la venganza se le salió de las manos y mi estómago se mueve cuando mamá lo abraza con todo el amor que siente por nosotros, teníamos tanto miedo de perderlo pero aún así luce perdido y empiezo a entender porque. La tentación, la venganza, lo que él no debía hacer lo hizo y su mano queda estirada cuando la rubia bonita lo ignora y baja con miedo ayudada por Sánchez, eso sí no lo sabía, mi mexicano favorito nos dijo
FLAVIANA —¿Te estás burlando de mí?. —Para nada niña, es solo que nunca había visto a una Barbie con una barriga tan grande. —Me podría molestar, pero si he dejado pasar que seas un mentiroso, quiere decir que puedo tolerar esto, porque mi bebé, es lo mejor que me ha pasado nunca, es mío y será para siempre. Y además es real, Javier me mira porque nunca pierdo la oportunidad de decirle que me decepciono pero a decir verdad, le agradezco enormemente que haya estado y siga todo este tiempo conmigo, no me quedó más opción que quedarme en la casa de los Zerboni teniendo que convivir con la locura de cada uno, Brooke se ha portado como una amiga cariñosa, como una madre porque veo y sé que es una asesina legendaria pero es una madre amorosa y una esposa hermosa, un sueño que a mi me hubiese gustado vivir pero no hay fantasías para mi. Mi realidad es esta, tengo casi 9 meses de embarazo, los primeros fueron delicados teniendo a Ajax durmiendo en el mueble porque no lo acepto en mi cama
AJAX—¿Qué es lo que pasa?, ¿Quien nos ataca?. —Tu enfócate en ellos— escuchó a Sánchez que sale de la habitación mientras las uñas de Flaviana me marcan la mano pujando— tu puedes niña.Es increíble cómo un hombre que no es nuestra sangre, la quiera tanto y no lo culpo, ella es todo lo que está bien en la vida, con todo y lo herida que se siente se aferra a mi diciendo que le duele pero no para, se ve fuerte de una forma que hasta yo me siento débil, roja con las venas marcadas en el cuello, preguntándole a mamá si así está bien y ella llora dándole ánimo, afuera está pasando algo extraño de lo que me quisiera ocupar pero dejo que mi padre lo haga, ella puja otra vez y me juro a mi mismo que lo primero que haré con este niño es enseñarle a hacerse responsable de sus actos. —¿Cómo va?— Gianna grita desde afuera. —¿Por qué no sale?— Flaviana respira y la mala cara de todos me empieza a desesperar— ¿Qué pasa?. —Te tienes que relajar— soban su barriga— estás muy tensa, si sigues así,
FLAVIANA —Pero mira nada más, eres lo más bello que he visto en mi vida, lamento mucho no haberte podido alimentar como quería. Levantó de la cuna a mi hermoso bebé enamorada, conociendo el amor real desde que lo ví, siendo un sentimiento único que me hace preguntarme tantas cosas que aunque quiero no puedo entender. No he sido una santa en ningún sentido, pero sí me preguntó, cómo es que mi madre no ha sentido más cariño por mi sabiendo que al igual que Xavier, yo también fui un bebé, no comprendo porque pero aun con todo y eso me juró y le juro a mi niño que a él no le pasará nada de lo que me pasó a mi, Danna dice que no me entiende pero yo creo que sí y Brooke también, la hermosa criatura de ojos marrones grandes y pestañas largas se ríe conmigo cuando lo llenó de besos llenando mis brazos y mi alma de la verdadera felicidad. —Mi príncipe— juego con su cabello negro que hace ver más pálidas mis manos— gracias por llegar a mi vida. Sí antes era una llorona desde que lo traje a
MAXIMILIAN —Que te lo voy a quitar, que no me lo vas a quitar, que mío, que tuyo, que me voy, que te quedas, tanto joder para que te dejen aquí solo mientras ellos fornican como animales, ven aquí, tienes unos padres de mierda.Saco de la cuna a Xavier que está despierto en un rincón mientras los gemidos de ese par de irresponsables se escuchan, según mi mujer yo no tengo límites pero jamás me he puesto a fornicar con Gianna o Ajax en el mismo lugar, sin embargo esos, se meten la mano mientras el niño por el que tanto pelean lo encuentro solo así que me lo llevó. — Así que seis meses— se ríe cuando lo levantó y el rugido del mensajero lo hace feliz— lo sé, es bueno que te acostumbres a donde estás, después de mis hijos, serás tú quien continúe con mi apellido, no soy un obsesivo de eso como Benjamin, aunque quizá sí pero nunca de la misma manera— sus manos juegan con el dije de calavera que tengo— así es, este es también tu símbolo aunque no el único. Me jode decirlo pero es verdad
FLAVIANA —¡No aguanto más!. —Ya hemos aguantado demasiado, eres una adicción y no quiero la cura. —¡Ahhh! Intento sostenerme de la pared pero es imposible, mi cabeza se va hacia atrás junto con mi cuerpo que él sostiene cuando el orgasmo me arrolla sintiéndome poseída mientras sigue lamiendo lo más profundo de mi vagina, su lengua no me da tregua haciendo que me mueva con necesidad, metiendo y sacando los dedos de mi canal en una masturbación tortuosa que me hace explotar por segunda vez de forma escandalosa. Sus ojos cargados de morbo me llevan a ese terreno prohibido pero al que no puedo resistir más, mis manos se sostienen de su cuello cuando me levanta, enredo mis piernas en su cintura, acariciando la herida, le he perdido el miedo a la sangre y mucho más porque son estos los momentos que me recuerdan dónde y porqué estoy aquí. Según sus palabras mis ojos son el cielo, pues en los suyos veo el infierno donde no debí entrar, pero es un paraíso prohibido que pisó otra vez pres
BROOKE —¡Ajax ya deja de disparar!, Xavier está aquí. Le tapo los oídos a mi niño y le grito a mi hijo que a pesar de la zozobra, sus ojos endemoniados se suavizan cuando ve al príncipe que me ha dado por nieto. Ajax es joven, impulsivo y hasta inmaduro en ocasiones, pero como padre, me mata ver cómo sostiene a su hijo, no suelta el arma pero agarra con fuerza a Xavier que está mudo, mirando con mucha atención todo lo que pasa, percibiendo el problema que se viene pero sin llorar a diferencia de Flaviana que grita desesperada porque mi hijo la ha encerrado. —¡Diablos Ajax!— lo regaño— tu padre me dijo que las cosas entre Flaviana y tú estaban mejorando— está agitado y furioso— ¿Porque la encierras?. —Para que no salga— me responde, su herida está sangrando pero insiste en estar bien mientras besa la cabeza de su hijo— nunca había sentido tanto miedo, ¡Porque se lo llevan así!. —Nos vas a cuestionar cuando dejaron al niño solo por estar cogiendo— Max lo grita y parece de hielo— t