AJAX —Lo básico, o es que… ¿Hay algo más que deba o no saber de ti?. Cambio la jugada, intentó mantener el control de esta situación y la poca seguridad que había en ella, se transforma en nada cuando coloca nuevamente su mejilla en mi pecho haciendo que lejos de respirar tranquilo, el corazón se me acelere más y el miembro se me hinche al punto que de verdad me cuestiono qué mierda estoy haciendo. Muy bien, lo admito, es atractiva e inocente al punto que estoy aquí semi desnudo con una mujer, con muchas ganas de abrirle las piernas y destrozar su pureza a punto de orgasmos, sin embargo, es la enemiga, entre mis planes estaba seducir a la hija de los traidores, humillar a su familia, exponerlos más no consolar a la santa que tanto me excita. —Te tienes que ir— me dice y tiene razón— esto es una locura, por favor no me mires. Es estúpido, fuera de ser una locura, es una estupidez, su brazo intenta poner una barrera entre los dos, pero el roce eriza sus pezones haciéndome cerrar
AJAX—¿Tu familia te ama?. —Mucho— se le iluminan los ojos y a mi se me viene a la cabeza el rostro de mi mamá diciéndome que deje de correr con el mensajero porque no estamos en la selva— ¿Porque no te querría la tuya?. —¿Me puedes contar solo de tu familia?, nunca había visto a nadie tan emocionado de hablar de ellos, es muy lindo cuando sonríes— su mano toca mi mejilla y respiro porque si no me va a dar un paro. —Mi papá es bastante serio, no nos crió diciendo que nos ama pero sabemos que lo hace. —¿Es malo?. —Si— es la verdad— pero con las personas y en las ocasiones necesarias, es estricto, valiente y fuerte— sonrió. Parece una niña con el mejor de los dulces que se acomoda y hago lo mismo porque las piernas dobladas me empiezan a doler. —Cuando estaba en primaria me sacaron de la escuela porque la maestra no aguanto una broma— desconfía— mira si no ves como una broma encontrar un sapo en tu cartera, el problema no es mío. —¡Por Dios!— la sonrisa se transforma en una sonr
FLAVIANA—Solo respira Flaviana. Es lo que hago y mi mente se va nublando tanto como mi juicio por estar aquí, quedándome dormida en los brazos no Morfeo, si no de un hombre desconocido que parece ser de otro mundo, mañana cuando me levanté estaré llorando arrepentida por esto, pero ahora, lo que quiero es aferrarme al momento más bonito que me ha pasado jamás, dónde alguien no se ha aburrido de hablar conmigo, dónde la atención ha sido solo para mi, donde me han defendido más veces de las que jamás pensé y sobre todo, me han hecho sentir más que como una niña tonta, una mujer que quiero soñar, el desea. —Flaviana— susurran en mi oído, me remuevo pero quiero seguir durmiendo— hey— la alarma suena y yo me despierto al primer instante pero ahorita me pesan los ojos— despierta joder. Me mueven con fuerza y abro los ojos con rapidez cuando veo que no es un sueño, más bien amenaza con ser una pesadilla porque creo que continuo dormida pero sus ojos marrones me miran con tal atención qu
AJAX —Buenos días. Me río chupando mis propios labios, sosteniendo su cuerpo que está derretido en todos los sentidos igual que el cerebro que no estoy usando y que en este momento no me interesa porque el sabor que he probado es mejor que cualquier manjar. Sus ojos que hipnotizan se abren y cierran con pesadez intentando cubrir la desnudez que me tiene atontado, buscando aire pero no logrando hacer nada por lo que tomó su cuerpo y la colocó en la cama, su silencio y su respiración agitada empieza a preocuparme y le pido que me hable pero solo aprieta las piernas buscando más de lo que me he atrevido a tomar. —Quieres más, lo sé— sus mejillas resaltan y mis ojos van hasta sus labios entreabiertos— abre— en verdad quiero irme pero no puedo dejar de mirar como se retuerce en la cama friccionado sus piernas— ¡Joder déjame enseñarte más!. —No debo— está como en otro mundo y yo también— no tengo perdón. Yo tampoco y que poco me interesa, no entiendo cómo me contengo para no abrirle
AJAX —No entiendo… De verdad no lo hago pero lo estoy viendo y escuchando, la madre le dice que le ha tenido que quitar el hábito por ser rebelde, ella nos vio besándonos pero solo le habla de que ha despreciado al prójimo haciendo que la mujer que ella me insinúa nunca la abrazo ahora le acaricia el cabello suelto con la misma dulzura con la que mi madre mira a Gianna. La vieja sigue dando las quejas y la mujer que hace horas estaba jadeando, admira a su madre, Benedetta le dice que la ama, que es su adoración y por eso la quiere lejos del mundo cruel, de las tentaciones y la maldad, es todo lo que yo represento pero lo más seguro que tengo es que ellos no saben que estoy aquí, juro que aunque la razón me diga que no, quiero escuchar que Flaviana le diga que no quiere el hábito, que esa m****a no es para ella porque me ha faltado muy poco para embarrarla de mi, jodidamente quiero que lo haga pero la respuesta a lo que me imaginaba y muchos me decían que no está frente a mis ojos.
FLAVIANA —No merezco nada de esto. Realmente no lo hago y aprovechó la soledad de la capilla para reflexionar sobre mi vida, terminando de leer por cuarta vez a escondidas una historia de romance en lugar de la biblia, sintiéndome culpable por faltar el respeto a la religión, pero yo si creo en Dios. Creo tanto en el que me he entregado a sus filas en busca del amor de mi madre, según Fela es algo exagerado porque los padres no deben hacernos daños, así como se habla de honrarlos también se debería hablar de proteger a sus hijos, pero conmigo no ha sido así, sin embargo, son los momentos como hace unos días donde la mujer que me trajo al mundo me ama, es irónico pensar en que recibir migajas de cariño cambie mi rumbo, pero ella es mi madre y yo su hija, mientras que el hombre que me ha hecho presa del pecado ha sido tan amable como apático desde aquello que no me deja dormir en las noches ni concentrarme en el día. —Por favor— es un suplicio— no tengo ni como mirarte, he hecho cos
AJAX —¿Cómo va la primera etapa de la manipulación?. —Bastante bien, con la información que le has sacado a la amiga, ya sé muchas cosas de la monja. —¿La odias?. La pregunta de Italo tiene una sola respuesta y es un sí, al parecer eso lo deja más tranquilo y a mi también, lo de los girasoles, el libro y todas esas cursilerías que le gustan han ayudado, sumado a que le encanta escuchar mis dulces historias familiares y mi lengua entre sus piernas que malditamente es un sabor inolvidable y un gusto adicional de saber que no es la única que sabe jugar con inocencia. Los días han traspasado entre sonrisas discretas, coquetería de mi parte y calidez de la suya, ella misma aún no ha aceptado el hábito y que la vieja idiota esa no esté hoy es el momento ideal para terminar con esto de una vez por todas. —¿De dónde sacaste esta ropa?— le pregunto a Italo escuchando que tuvo que robar— que pecador. Nos reímos al mismo tiempo sabiendo que la amiga la está convenciendo de que se entere l
FLAVIANA —Quiero ser tuya. Ya lo soy y no quiero vivir arrepentida por eso, mi corazón duele igual que mis piernas, pero no es un dolor que lamento, por el contrario, mi pecho no es suficiente para abarcar la felicidad que siento dentro de mi y mi cuerpo se expande demasiado para empezar al reemplazar el ardor por un placer más grande cuando él se mueve. —¡Oh!. No puedo explicarlo, las sensaciones que me atormentan realmente lo hacen porque son un remolino que consume mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, siento la necesidad de abrir más mis piernas porque es muy grande, fornido y con unos ojos que traspasan mis ideales, sus músculos se endurecen pero no me hace daño, mas bien limpia las lágrimas que no sabía corren por mis mejillas y se detiene poniendo su frente sobre la mía preguntando si estoy bien, si me duele algo, si quiero seguir siendo suya y me muevo por instinto gritando al sentir como se mete más en mi. Su sonrisa es más bella que ver un jardín lleno de girasoles porque