Mansión Redmond.- — ¡¿Acaso la vejes te afectó el cerebro Fedora?! –Oswald el tío de Anna le reclamaba furioso a su esposa.— ¡Oye no me faltes el respeto! Tenía que adelantarme Jacob Morgan me agarró infraganti dándole una lección a esa buscona— ¡Y MIRA LO QUE CONSEGUISTE! Que Jacob Morgan se la llevara ¿Y ahora que vamos a hacer? si Natalia no consigue el dinero.— Querido no te preocupes Natalia hará cualquier cosa por su hija— Estamos casi en la ruina, debo mucho dinero por las malas inversiones que hice y tú metes la pata de esta manera.El esposo de Fedora caminaba de un lado a otro con desesperación siendo observado con asombro por su esposa que apenas se enteraba de la magnitud de los problemas económicos que tenían.— Necesitamos vender algunas de tus joyas –Dijo con angustia.— ¡¿Qué estás loco?! No voy a vender mis joyas menos las que me dejó mi madre –Respondió firme y con enojo.— Pues entonces viviremos en la calle, porque esta casa está empeñada y los cobradores no t
Jacob.- Mientras Natalia se encerraba en mi habitación de huéspedes aproveche para darme una ducha con agua fría verla caminar por mi casa me hizo tener muy malos pensamientos que era mejor desechar de inmediato, sin embargo mi cuerpo no quería hacerle caso a mi mente y reaccionaba con solo pensar en sus labios, suspiré con frustración por el agua fría no estaba dando los resultados que necesitaba, así que me acaricie, pero el contacto me hizo ponerme peor al cerrar los ojos su rostro apareció en mi mente mordiéndose el labio gesto que me hacía enloquecer, mi mano tomó vida propia y con desesperación me masturbe solo con pensar en ella.(…)Salí de la ducha y a pesar que desahogue un poco mi excitación mi erección no se bajó del todo, tal parece que mi miembro tenía el sentido agudo al tenerla tan cerca de nosotros, me puse el pantalón del pijamas y me asome por el barandal a ver la veía y no estaba, bajé las escaleras y vi la cocina, normalmente me gusta mucho cocinar, pero hoy esta
Jacob.- Ya estaba listo solo faltaba colocarme los gemelos abrí la caja de terciopelo azul habían sido regalo del abuelo Damián eran de oro el derecho tenía la letra J y el izquierdo la letra M ambas talladas en azul, el idiota de Derek también recibió unos la diferencia que el de él llevaba un D.Amaba a mi abuela, ella me dio cariño al igual que el abuelo Damián, pero siempre supe que él era el preferido, Derek si era su nieto de sangre, una característica clara de los Morgan son los ojos, Derek heredó el azul que era el rasgo instintivo en cada uno de los Morgan. Yo soy un adaptado que tuvo la suerte de pertenecer a ellos.— Buen día, ya estoy lista –La voz de Natalia me sacó de mis pensamientos lo cual agradecí cuando me giré me quedé con la boca abierta. – ¿Me veo bien? –La miré de abajo hacia arriba, parecía un ángel con ese atuendo resaltando cada curva perfecta de su cuerpo ¿Quería que saliera así tan hermosa como se veía? Otros hombres la mirarían y eso me enojaba ¿Por qué m
Natalia.- Me sentía nerviosa por conocer a la abuela de Jacob a medida que íbamos avanzando mi seguridad disminuía y más cuando podía notar la tensión en el hombre que se encontraba a mi lado tenía la mirada fija en el camino, le pedí colocar música para aligerar el ambiente y cuando sonó la canción Jacob apretó más el volante tanto que sus nudillos estaban a punto de rasgar su piel, incluso aceleró por un momento que nos iba a matar no es que no me guste la adrenalina y dentro de un auto más, estoy casi segura que algún problema tiene, nota mental preguntarle a Leti.Noté que había bajado la velocidad y nos adentramos en un hermoso camino con árboles alrededor, abrí los ojos cuando frente a mi apareció la espectacular casa, parecía sacada de un cuento, tenía justo detrás la imponencia del río Hudson era impresionante era de estilo francés, pero con un toque moderno y por supuesto muy lujosa, jardines perfectamente cuidados y brindaba una tranquilidad sorprendente para estar cerca de
Jacob.- El desayuno fue ameno, demasiado para mi gusto, Natalia estaba disfrutando de la conversación con la abuela, hasta que yo llegué su semblante había cambiado y sonreía casi por obligación, seguro percibió mi tensión cuando se mencionó los afortunados que éramos ambos por estar comprometidos, los dos sabíamos que esto era una farsa.— ¿Jacob sabías que Natalia toca el piano? –Miré a mi abuela sorprendido y luego fije mis ojos en Natalia.— No yo lo sabía –Respondió mi madre. –Me agrada saber que tendré nietos que valoren la música clásica –Soltó mi madre con una gran emoción.— La verdad, practiqué en mi niñez –Hizo un silencio, como si se le dificultara tomar fuerza para decir lo próximo. –Después de la muerte de mis padres no volví a tocar. –Podía notar lo difícil que era para ella tocar cualquier recuerdo de su niñez, para luego caer en esa jauría de lobos que eran los Redmond.— ¿No te gustaría volver a tocar? –Preguntó mi abuela. –Vi tu mirada cuando estabas frente al pian
Natalia.- Toda la tranquilidad que me había invadido luego de tocar el piano se fue estrepitosamente al piso ante la mención de la fecha del compromiso o de la boda, miré a Jacob que estaba como una piedra su semblante tranquilo de hace unos segundo mientras me aplaudía había desaparecido.Ninguno de los dos había tocado ese tema de hecho sin el saberlo, ambos deseábamos alargar la situación lo más que pudiéramos.— Esperaremos que Natalia se gradúe eso acordamos ¿Cierto Natalia? –Preguntó dejándome atónita, yo me graduaría en ocho meses aproximadamente, pero dudo que su mamá y su abuela quieran esperar tanto ¿Entonces?— Sí, yo me gradúo este año en noviembre para ser exactos, eso acordamos.— Ocho meses –Susurró doña Clara. – Me parece bien, ese tiempo los ayudará a conocerse más, a compenetrarse y fortalecerse como pareja ¿No crees Caroline?— Estoy de acuerdo contigo madre –Respondió Caroline con una sonrisa.— Bueno querida fue un grato placer conocerte, eres fascinante –Me abri
Natalia.- Había llegado a la universidad más tarde de lo que esperaba, caminé rápidamente como una desquiciada para encontrarme con el profesor Spell y convencerlo para que me repitiera la prueba, pero mis esfuerzos fueron interrumpidos por la decana, Green, una mujer robusta y con una mirada que te hacía tener pesadillas, no es de extrañar lo gran amiga que era de Fedora, se entendían muy bien y su único propósito amargarme la existencia.— ¿Llegando tarde Redmond? –Preguntó con ese tono de voz lúgubre y mirándome con desdén.— Solo unos minutos, señorita Green. –Expresé bajando la mirada, lo que odiaba.— Hoy recibí una llamada de tu tío, informándome que no seguirá pagando tu matricula –Abrí los ojos con sombro. –Por lo que tienes prohibida la entrada hasta que pagues este semestre porque no se ha pagado, además los aranceles para el acto de grado ya se están cobrando y solo tienes quince días para cancelarlo, de lo contrario solo recibirás tu título en oficina.Esto último la ver
Ronie.-Una vez más veía el teléfono sabía que tenía que hacer esa llamada, pero no quería hacerlo, me iba a meter en problemas, pero tengo que tomar fuerzas, así que marqué el número que ya tenía en el discado rápido.— Hola, soy yo tenemos problemas— ¿Qué pasa?— Creo que Jacob empieza a desconfiar de mi –Confesé moviendo mi pierna con nerviosismo de arriba abajo.— ¿Qué hiciste? –El corazón se me detuvo cuando escuché el gruñido del otro lado.— Nada, no hice nada, más fuiste tú el que cometió el error te dije que no entregaras ese diseño lo hiciste muy rápido y solo yo conocía el boceto, ¿Crees que Jacob es estúpido? Y Ahora menos estoy segura que me dejará por fuera contrató a su prometida que trabajará con él y a una idiota como abogada.— Pues no sé cómo vas a hacer Verónica ¿No te la das de dura? Bueno esa dos no pueden estar por encima de ti.— Pero… –Intenté insistir, pero Alfred me interrumpió.— Pero nada, Jacob Morgan debe seguir confiando en ti, solo en ti ¿Me entiendes