Natalia.- Seis meses después.-Caroline estaba desquiciada con los preparativos no solo de la boda sino del bautizo de Lucía, Jacob hizo los requerimientos legales para reconocerla y ponerle su apellido.El bautizo sería en dos días y se celebraría aquí en nuestro hogar, mi suegra decidió mudarse a la casa de huéspedes y dejarnos la más grande para nosotros con tal de que no la dejáramos sola, a estas alturas era imposible alejarla de Lucía y de su otro nieto que venía en camino.Hoy era la llegada de Leti la extrañaba un montón, pero sabía que necesitaba su espacio para superar a Víctor que se había plantado aquí en Nueva York esperando por su llegada, se podía ver la desesperación que tenía por volver a verla.— ¡Aaaw! Te ves hermosa –Leti apareció sonriendo, un semblante diferente desde la última vez que la vi.— Veo que Seattle te sentó bien, aunque sigo enojada por irte sin despedirte de mí –La envolví en un gran abrazo.— Lo siento, pero no puedes quejarte te he llamado casi a
Jacob.- Sentí como algo salpicó sobre mi rostro, cuando parpadeé pasé mis dedos viendo el líquido que se esparcía sobre mis yemas, el pánico invadió cada fibra, cuando giré vi el precioso vestido color champagne de la mujer que amo teñido de rojo, la mancha se extendía haciéndose más grande, todo sucedió en cámara lenta, el grito de mi madre me hizo reaccionar, Natalia iba cayendo lentamente mirándome con el miedo clavado en sus ojos extendí mis brazos para no dejarla caer sobre el pavimento.— ¡NO! –El desgarrador grito que salió de mi garganta lleno de horror, los guardaespaldas se movían buscando desde donde se había disparado. – ¡Mi cielo, por favor aguanta! ¡LLAMEN A UNA AMBULANCIA! –Enfoqué mi atención en Natalia presionando la herida en su hombro con mi mano. – ¡Aguanta mi vida, por favor no me dejes! Yo sé que duele, pero necesito detener el sangrado –Mis lágrimas caían por mi rostro estaba desesperado.— A… a… amor e…escu…chame— No hables pequeña guarda tus fuerzas, la ambu
Jacob.- Estaba en el baño del hospital tratando de quitarme su sangre de las manos con desesperación mientras mis lágrimas descendían sin cesar, lo único que tenía en mente es que ambos debían salvarse, no puedo elegir no puedo.Vi en el espejo mi traje manchado, saco de la bolsa que me trajo mi madre la muda de ropa extra que me entregó para que Lucía no me viera. Mi pecho subía y bajaba.— Ya me has jodido bastante ¿No crees? –Miro al techo como si alguien pudiera escucharme. – ¡No te atrevas a quitármelos! –Dije en modo de advertencia, salí del baño topándome con Leticia. – ¿La encontraste?— Ya está resuelto no te preocupes –Caminamos en silencio hasta la sala de espera, mi corazón se detiene al ver al médico conversando con mi madre alejados, me acerco rápidamente.— Dígame –Le ordeno siento como mi respiración se agita y cada segundo es una eternidad. – ¡Hable doctor! –Digo exasperado.— Mi príncipe cálmate déjalo hablar –Mi madre me acaricia el hombro.— La bala se alojó en la
Natalia.- Tres Semanas Después.- Mi recuperación estaba casi finalizada, me esforcé en mejorarme por mi hijo, me costó mucho dejar el hospital sin Ethan, elegimos ese nombre para nuestro pequeño, las primeras noches no podía dormir, pensando en él solito en este lugar, así que obligué a la pediatra a que dejara quedarme con él por lo menos cuatro noches a la semana iba a armar un berrinche, pero gracia a lo persistente que soy accedió, pude estar cerca de mi hermoso bebé luchador.Y el momento que tanto esperamos Jacob y yo llevarlo a casa había llegado, sus pulmones estarán madurados y respiraba por sí solo, hace dos días pude cargarlo por primera vez y el alma me volvió al cuerpo, sabía que mi pequeño lucharía por quedarse junto a nosotros.— Voy a programar algunas consultas solo por prevención, pero los resultados de los exámenes practicados a Ethan arrojaron excelentes resultados, así que pueden llevárselo a casa sin problemas.— Es la mejor noticia que he recibido en semanas –
Natalia.- Hace dos días llegamos a Seattle, no me acostumbro a la preciosa casa que nos consiguió Derek, el primo de mi prometido sí que se las trae, escogió un hogar perfecto familiar, pero sin perder el lujo y la elegancia de los Morgan y sorprendentemente logró que me encantara sobre todo porque tiene decoraciones en su arquitectura que me hacían recordar a mi hogar.Dejar Nueva York fue difícil viví toda mi vida allí, los mejores momentos con mis padres fueron en esa ciudad que para muchos es caótica y superficial, antes de irnos fui al cementerio y me despedí de ellos, descubrir la verdad me hizo cerrar un capítulo y ahora aquí estoy, decidida a comenzar una nueva vida junto a una nueva familia.Coloco a Ethan en su cuna ya dormido después de comer dejando un beso sobre su cabecita, salgo de la habitación y camino lentamente hacía mi habitación, observo a Jacob dormir, una de mis imágenes favoritas, camino hasta la terraza aprovecho la hermosa vista, pensando en lo que sucederá
Jacob.-— No sé si lo mejor sea ese psicólogo amigo tuyo ¿De verdad tiene un título? –Le pregunto con amargura a Derek.— Chris es muy bueno, de no ser por él nunca habría podido descubrir que Anna… –Hizo silencio, era evidente que a mi primo le seguía afectando que le hicieran creer que la mujer que ama estaba muerta. – ¿De qué tienes miedo? –Me quedé en silencio. –Es obvio que no quieres que ella recuerde algo ¿Tú ya lo hiciste?— No, pero y si no fue tan… especial y si yo… –Simplemente no podía decir las palabras, eso me perturbaba hasta congelarme la sangre.— Jacob, no puedes vivir así no te hará bien y tampoco a Natalia, ni a tus hijos, tienes que descubrir todo lo que pasó esa noche no queda de otra, es así como todos esos miedos van a desaparecer, de lo contrario vivirás con la duda y eso te va a acompañar toda tu vida como un amigo que siempre te da malos consejos.Bajo mi cabeza y observo a Natalia dormida sobre mi pecho, mientras acaricio su hermoso cabello dorado, el idiot
Natalia.- Me miro una vez más en el espejo, tengo la cara roja y los ojos vidriosos producto de la bebida, arreglo un poco más mi cabello, huelo mi aliento, ¡Cerveza! Tomo uno de los cepillos de dientes.Me sentía nerviosa y emocionada a la vez, mi corazón latía con fuerza mientras me miraba en el espejo, ajustando un mechón de cabello que se había escapado.— ¡Que nerviosa estoy! ¿Cómo se me ocurrió venir a un hotel con un extraño? ¡Estoy loca! –Me muerdo el pulgar mirando la puerta por el espejo, ¿Será que si le digo que quiero irme se enojará? –Ahora tengo miedo, bueno cualquier cosa a pegar gritos como una desquiciada, me termino de enjuagar la boca y exhalo tomando la fuerza que necesito para salir.Lo veo sentado en el borde de la cama la luz de la luna se reflejaba en él como si no fuera de este mundo se veía tan perfecto.— ¿Segura que quieres estar aquí? –Su pregunta me sorprendió ¿Puede que de verdad me lea los pensamientos? Pero ver la inseguridad y preocupación en sus ojo
Jacob.- — No puedo creer que tú te vayas a casar –Veo desde el espejo a la que es mi madrina de honor.— Y yo jamás pensé que te vería en un traje, te sienta bien –Digo sonriendo al ver a Leti con un traje y corbatín.— Tenía que vestirme de acuerdo a mi papel, estoy muy feliz por ti mi amigo –Me abraza con fuerza. –Ella esta hermosa, creo que llorarás— Muchas gracias por todo Leti, en gran parte tengo una familia gracias a ti –Se encoje de hombros.— Solo debes prometerme que serán felices, debo ir a colocarme en mi lugar –Deja un beso en mi mejilla y sale de la habitación.Había llegado el momento en el que Natalia y yo uniríamos nuestras vidas para siempre ante todas las personas que nos aprecian y ante nuestros hijos ¿Estaba nervioso? Sí, recuerdo cuando le dije a mi madre que primero estaría muerto antes que casarme y aquí estoy.Daré este paso con seguridad ahora que sé lo que sucedió aquella noche cuando la conocí a esa hermosa rubia que me conquistó con esos movimientos de c