Natalia.- Me sentía nerviosa por conocer a la abuela de Jacob a medida que íbamos avanzando mi seguridad disminuía y más cuando podía notar la tensión en el hombre que se encontraba a mi lado tenía la mirada fija en el camino, le pedí colocar música para aligerar el ambiente y cuando sonó la canción Jacob apretó más el volante tanto que sus nudillos estaban a punto de rasgar su piel, incluso aceleró por un momento que nos iba a matar no es que no me guste la adrenalina y dentro de un auto más, estoy casi segura que algún problema tiene, nota mental preguntarle a Leti.Noté que había bajado la velocidad y nos adentramos en un hermoso camino con árboles alrededor, abrí los ojos cuando frente a mi apareció la espectacular casa, parecía sacada de un cuento, tenía justo detrás la imponencia del río Hudson era impresionante era de estilo francés, pero con un toque moderno y por supuesto muy lujosa, jardines perfectamente cuidados y brindaba una tranquilidad sorprendente para estar cerca de
Jacob.- El desayuno fue ameno, demasiado para mi gusto, Natalia estaba disfrutando de la conversación con la abuela, hasta que yo llegué su semblante había cambiado y sonreía casi por obligación, seguro percibió mi tensión cuando se mencionó los afortunados que éramos ambos por estar comprometidos, los dos sabíamos que esto era una farsa.— ¿Jacob sabías que Natalia toca el piano? –Miré a mi abuela sorprendido y luego fije mis ojos en Natalia.— No yo lo sabía –Respondió mi madre. –Me agrada saber que tendré nietos que valoren la música clásica –Soltó mi madre con una gran emoción.— La verdad, practiqué en mi niñez –Hizo un silencio, como si se le dificultara tomar fuerza para decir lo próximo. –Después de la muerte de mis padres no volví a tocar. –Podía notar lo difícil que era para ella tocar cualquier recuerdo de su niñez, para luego caer en esa jauría de lobos que eran los Redmond.— ¿No te gustaría volver a tocar? –Preguntó mi abuela. –Vi tu mirada cuando estabas frente al pian
Natalia.- Toda la tranquilidad que me había invadido luego de tocar el piano se fue estrepitosamente al piso ante la mención de la fecha del compromiso o de la boda, miré a Jacob que estaba como una piedra su semblante tranquilo de hace unos segundo mientras me aplaudía había desaparecido.Ninguno de los dos había tocado ese tema de hecho sin el saberlo, ambos deseábamos alargar la situación lo más que pudiéramos.— Esperaremos que Natalia se gradúe eso acordamos ¿Cierto Natalia? –Preguntó dejándome atónita, yo me graduaría en ocho meses aproximadamente, pero dudo que su mamá y su abuela quieran esperar tanto ¿Entonces?— Sí, yo me gradúo este año en noviembre para ser exactos, eso acordamos.— Ocho meses –Susurró doña Clara. – Me parece bien, ese tiempo los ayudará a conocerse más, a compenetrarse y fortalecerse como pareja ¿No crees Caroline?— Estoy de acuerdo contigo madre –Respondió Caroline con una sonrisa.— Bueno querida fue un grato placer conocerte, eres fascinante –Me abri
Natalia.- Había llegado a la universidad más tarde de lo que esperaba, caminé rápidamente como una desquiciada para encontrarme con el profesor Spell y convencerlo para que me repitiera la prueba, pero mis esfuerzos fueron interrumpidos por la decana, Green, una mujer robusta y con una mirada que te hacía tener pesadillas, no es de extrañar lo gran amiga que era de Fedora, se entendían muy bien y su único propósito amargarme la existencia.— ¿Llegando tarde Redmond? –Preguntó con ese tono de voz lúgubre y mirándome con desdén.— Solo unos minutos, señorita Green. –Expresé bajando la mirada, lo que odiaba.— Hoy recibí una llamada de tu tío, informándome que no seguirá pagando tu matricula –Abrí los ojos con sombro. –Por lo que tienes prohibida la entrada hasta que pagues este semestre porque no se ha pagado, además los aranceles para el acto de grado ya se están cobrando y solo tienes quince días para cancelarlo, de lo contrario solo recibirás tu título en oficina.Esto último la ver
Ronie.-Una vez más veía el teléfono sabía que tenía que hacer esa llamada, pero no quería hacerlo, me iba a meter en problemas, pero tengo que tomar fuerzas, así que marqué el número que ya tenía en el discado rápido.— Hola, soy yo tenemos problemas— ¿Qué pasa?— Creo que Jacob empieza a desconfiar de mi –Confesé moviendo mi pierna con nerviosismo de arriba abajo.— ¿Qué hiciste? –El corazón se me detuvo cuando escuché el gruñido del otro lado.— Nada, no hice nada, más fuiste tú el que cometió el error te dije que no entregaras ese diseño lo hiciste muy rápido y solo yo conocía el boceto, ¿Crees que Jacob es estúpido? Y Ahora menos estoy segura que me dejará por fuera contrató a su prometida que trabajará con él y a una idiota como abogada.— Pues no sé cómo vas a hacer Verónica ¿No te la das de dura? Bueno esa dos no pueden estar por encima de ti.— Pero… –Intenté insistir, pero Alfred me interrumpió.— Pero nada, Jacob Morgan debe seguir confiando en ti, solo en ti ¿Me entiendes
Natalia.- Por suerte y gracias a mis buenas calificaciones con el profesor Spellman logre recuperar el examen que había perdido, estaba un poco más tranquila ahora que los semestres que me faltaban estaban pagos y la decana no me molestaría más con el tema, hasta que se lo mencione a Fedora y allí si tendré problemas.Jacob me había pasado las especificaciones para el diseño que tenía que hacer, la reunión sería con unos coreanos en los ratos libres investigue un poco sobre la tecnología automotriz de Corea ya tenía algunas ideas en mente, era sencillo para mí el diseño se me daba bien, pero igual estaba nerviosa si ellos aceptaban mi diseño no estaría en deuda con Jacob y podría usar mi sueldo para pagarle a Leticia, creo que mis suplicas han sido escuchadas.Son más de las seis y espero en la entrada a Jacob que avisó que vendría por mí, la noche estaba fría y quedaban ya pocos estudiantes, comenzaba a inquietarme un poco.— Sobrina –La voz de Oswald me hizo contener el aire, me to
Jacob.-¿Cómo no me di cuenta de la emboscada de Leti? ¡Vaya amiga! El musical me estaba aburriendo horrores, me hacía recordar a cuando mi madre me traía arrastras para disfrutar con ella y lo menos que hacía era eso disfrutar, de reojo miraba a Natalia que estaba con una sonrisa de oreja a oreja, sí que estaba disfrutando del espectáculo y movía su cabeza al ritmo de la música, contuve una sonrisa, se veía muy linda tan concentrada y divirtiéndose.(…)Ya pasaba la medianoche cuando llegamos a casa, la noche estaba lluviosa.— ¿Te puedo preparar algo de comer si tienes hambre? –Me miró sorprendida.— No, está bien, mientras estuve en la cafetería pensando en el diseño que me pediste, me comí algo, gracias me iré a dormir.— Está bien hasta mañana –Se giró dejando la estela de su perfume invadiendo toda mi estancia, masajee mi cuello y vi desde el sofá la puerta de su habitación cerrarse, hubo tantos pensamientos… indebidos que me hicieron levantarme de inmediato y subir a mi habitac
Natalia.-Habíamos llegado a la empresa de Jacob en la entrada nos esperaba Leti, esta chica era una abogada con mucho estilo llevaba un vestido color verde ajustado hasta la rodilla de tela acanalada con botones dorados sin mangas y un cinturón del mismo color del vestido, el atuendo lo complementaba con unos tacones de aguja en color negro, para que negarlo se veía hermosa, empoderada y altiva.— ¡Buenos días! ¿Se desvelaron anoche? –Preguntó con una sonrisa pícara, un gruñido salió de los labios de Jacob. –Les traje un café, bueno Natalia a ti un café y a este gruñón un chocolate caliente –Jacob casi le arranca de la mano el chocolate y entró con otro gruñido, ella me miró confundida.— No me preguntes no sé qué le pasa hoy, le dije –Encogiendo mis hombros con la misma confusión de ella.— ¿Anoche no les fue bien?— Sí, fuimos al musical y estuvo bien— Pueden dejar de cuchichear, por cierto las puedo oír perfectamente.— Oye gruñoncito, ¿Esa es la bienvenida que le das a tus nuevo