Peter Bennett.El miedo a perderla era más grande que la idea de compartirla. En el minuto en que Emma se puso en modo pelea, sabíamos que la batalla estaría perdida. Siempre será su opción y los tres la amamos demasiado como para poder comprometer sus sentimientos por sobre los nuestros. Sí, apesta. Es horrible pensar en que jamás será solo tuya y que ahora tendremos que luchar aún más por su atención.Nuestra reacción solo era el preludio a lo que sucederá cuando Warren se entere de que su pareja, también es la nuestra. Honestamente, yo no tengo problemas con él, pero Parker… Bueno, eso es otra historia.Cuando Emma dijo: “La pregunta es: ¿ustedes pueden vivir sin mí?” Sentí que mi corazón se hundió. Fue en ese momento en que la realidad me pegó fuerte en la cara y que, por mucho amor que le tuviera a mi hermano, la idea de perderla no estaba en discusión.Le dije: “Tienes razón, Emma... No puedo vivir sin ti.” Porque en mi corazón, era exactamente lo que sentía. Nunca podré vivir s
Emma Spencer.La magia corría por mis venas… Era impresionante sentirla. Cuando la fusión entre nosotras se dio, pude percibir todas sus emociones como si yo las tuviera, las cuales me azotaron cual tormenta de arena. Pude ver cómo una explosión de poder que contenía mi pecho fue expulsada violentamente. Sin embargo, en ese momento, me di cuenta de que no solo mi poder estaba presente.“Algo no está bien.” —Logré decir. Porque eso fue lo que pude percibir. En el minuto en que la fusión ocurrió, mis sentidos se agudizaron y mis ojos fueron capaces de ver los diferentes tipos de energía que el ambiente contenía. Literalmente pude ver lo que otros no podían. Pero había uno que no creí jamás ver: la oscuridad.La oscuridad me llamaba, provocándome, diciéndome al oído, que debía someterme a ella y que todo estaría bien. Me susurraba que se encargaría de todo. Me murmuraba que dejara todo en sus manos y que ya no tenía que decidir. Debo reconocer que su oferta era tentadora. Solo me tomó un
Peter Bennett.Emma por fin pudo sacar su tercera forma. Pero lo único que alcanzó a decirnos, antes de caer inconsciente, fue que algo no estaba bien.La vi transformarse nuevamente a su forma humana y no dudé en correr para alcanzarla. La estreché fuerte en mis brazos, protegiéndola de la caída. Estaba muy pálida.“¿Emma? Cariño, ¡despierta!” —le dije, mientras acariciaba su bello rostro.En el segundo siguiente, estábamos rodeados por todos los demás. Elizabeth se acercó también diciéndole, “Emma, despierta… ¡Emma!” Chasqueó sus dedos cerca del oído de Emma, con la esperanza de tener alguna reacción, pero nada.“¿Qué es lo que pasa, Elizabeth? ¿Crees que el ocupar tanto poder la drenó?” La preocupación por su bienestar me inundó. Sin embargo, el escuchar a los cachorros ayudó a reconfortarme en algo.Frunció el ceño y se quedó en silencio por unos segundos, los cuales me parecieron eternos. William le gritó, “Por el amor a las diosas, ¡di algo!”Suspiró, se rascó el puente de la na
Warren Foster.“Pues es una declaración de guerra. Te llevaste a la Reina del Sur, Luna de la manada real, Warren. ¡Mis guerreros cruzarán las fronteras y despedazarán a toda tu gente!”¡Mierda! En el minuto en que escuché las declaraciones de Bennett, supe que no había vuelta atrás… no podía dar pie atrás. Emma era mía por derecho divino. Las diosas la destinaron para mí. No me importaba que también fuera de él. Lo único que importaba, era que me pertenecía y que no estaba dispuesto a compartirla.Sé que Emma me odiará por mucho tiempo, pero también sé que el vínculo jugará a mi favor. Ella sentía lo mismo que yo y no renunciará a esto, al igual que yo. Emma nació para ser la soberana del norte… no del sur. Lo único que importa, es que ella tendrá a mis cachorros…“Buena suerte,” le dije a Bennett y luego corté el llamado. Ya no tenía caso seguir discutiendo lo inevitable… la guerra. Emma valía la pena pelear y morir por ella. Si no podía tenerla solo para mí, entonces moriría pelean
Emma Spencer.“¡Emma! ¡Despierta, perra! ¡Tenemos que salir aquí! ¡EMMA! ¡Mierda!”Escuché a Mia quejarse en mi cabeza… la cual dolía como un carajo. Intenté abrir los ojos, pero sentía como si me hubiera pasado una retroexcavadora por encima. Lo único que se extendía por todo mi cuerpo, era dolor.Después de varios minutos, logré abrir los ojos y mi conciencia regresó como una avalancha… los acontecimientos de los días pasados volvieron y la realización de que fui secuestrada por mi pareja, me abrumó. Me quise sentar, pero me di cuenta de que mi cuerpo no estaba.Fruncí el ceño mientras dije: “Mia, ¿por qué estamos transformadas? ¿Qué pasó mientras estuve inconsciente?”“¡PERRA! ¡Maldita sea, ¡Me tenías tan preocupada, chica!”“Estoy bien, Mia. Ya volví. Ahora, contesta la pregunta. ¿Qué demonios pasó?”Mia suspiró y dijo: “una puta catástrofe. Eso fue lo que pasó. Warren nos secuestró. ¿Recuerdas que antes de caer dormidas, alguien nos susurró algo?”“Lo recuerdo.”“Pues nuestra que
Emma Spencer. Dos días han pasado y no he tenido noticias de los chicos. Warren me ha tenido encerrada en mi habitación, impidiendo que reciba visitas. Alonso es el único que tiene permitido ingresar, así que él se ha encargado de mi bienestar sin hablar mucho. He intentado sacarle información, pero él se niega a hablar. He intentado llamar a los chicos en mis sueños, sin éxito. Cada hora que pasa, siento que estoy al borde de la locura. Extraño a mi hija… Sé que está bien, pero es demasiado el tiempo sin saber de ella. Agradezco que esté en casa con mi familia, sin embargo, no me quita la sensación de angustia que siento al no tenerla cerca. A pesar de que era primavera, había una brisa fresca que entraba por la ventana de mi habitación. Suspiré mirando hacia el jardín, dejando que la preocupación me invadiera. Tenía que salir de aquí. Solo esperaba que alguien viniera a rescatarme. “¡Awg! ¡Detesto esto! ¡Nunca he sido la damisela en peligro…! ¡Yo soy mi propio héroe!” —exclam
William Reed.“¡Corre, William! ¡Protege a Emma!” —gritó Peter con todas sus fuerzas, mientras Martha abrió un portal delante de mí, haciendo que me trasladara de forma inmediata dentro del avión.Tal como se abrió, se cerró inmediatamente, dejando todo el ruido y el caos atrás. Jadeando, miré a mi alrededor, intentando descifrar en dónde estaba. Sabía que estaba dentro del jet privado en donde estaban Warren y Emma, pero desconocía exactamente cuán lejos estaba de ella.Múltiples equipajes había por doquier y es en ese instante que me di cuenta de que Martha me había lanzado dentro de la zona de carga. Fruncí el ceño al examinar las enormes cajas que se alzaban dentro. Las dudas nublan mi cabeza al pensar si yo era la mejor opción para venir.Aproximadamente nos tomó una hora de discusiones antes de llegar al aeropuerto. Parker quería ser transportado a través del portal, debió a su excelente conocimiento del norte. Pero Peter lo hizo entrar en razón: Warren no sabe que yo también so
Emma Spencer. Escuchar a William era lo que necesitaba mi alma. Sabía que los extrañaba, pero la cantidad exacta la desconocía. Mi corazón latía rápidamente, al saber que mi amado estaba cerca y que pronto podría reunirme con él. “¿Emma? ¿Me estás escuchando?” —El alfa chasqueaba los dedos cerca de mi cara, pero yo estaba demasiado concentrada en escuchar la voz de William. Pero, así como llegó, se fue. Nuestra conversación duró unos segundos, los suficientes para decirme lo que necesitaba hacer. Suspiré profundo al sentir que el enlace se había cerrado. William estaba esperando a que yo cumpliera con mi parte del trato, pero no quería escucharnos. Agradezco que Parker no estuviera aquí. Esto sería aún más difícil. Volví mi atención al alfa, me aclaré la garganta y le dije: “Lo siento. ¿Qué decías?” Resopló frustrado, diciendo: “Serás mi muerte, mujer. ¿Qué voy a hacer contigo?” “Amarme y aceptarme. No te queda de otra, alfa.” Frunció el ceño y se sentó en la cama. “Emma, ¿acaso