―Pues, ahora sí que me tienes sorprendido, Kala―se mofa de ella―creí que eso era lo que querían tu familia y tú, que me largara y que los dejara gobernar―le dice y ella ahora sí que no sabe disimular que Aike la ha desarmado―entonces, Kala, como te dije, tú tienes la mejor parte y solamente estoy negociando los términos en los cuales me iré de la manada, dejándotela libre de la amenaza de perderla en el segundo en que me vaya, si te parecen razonables mis términos o simplemente, los retiro y te dejaré con todos los problemas en la mesa.

Ella se queda un buen rato meditando, como si esa cabeza suya estuviera estrenando sus neuronas, lo cual me causa mucha gracia, aunque debo admitir que todo el mérito es de Aike, quien la ha puesto en un gran jaque mate.

Entonces ella arquea las cejas y sonríe de una manera maliciosa, como si dentro de la cavidad que tiene en la cabeza hubiera encontrado un gran tesoro, y es cuando se ríe a carcajadas, lo cual nos extraña a todos, incluyendo a Adrien,