―Pues, debió recordar que era todavía un cachorro, cuando decidió vendernos, Kala―le dice y le frunce el ceño―además, te recuerdo que la traición se paga con la muerte, lo cual sabe toda la manada y que Aike tendrá la dura tarea de convencer a todos de que lo mejor es que un cachorro como él, quien ha traído de alguna manera a esta nueva horda que nos ataca, que deba ser castigado con algo menos que las fauces del alfa hundidas en el cuello de Lúcian― le espeta todo molesto, pero no se lo piensa dos veces ni le importa la súplica de Kala, quien se encuentra tan consternada como su tía ahora. Entonces, mira a los custodios de las puertas―llévenla hasta su casa y no permitan que vuelva, hasta que alfa Aike regrese y tome una decisión―les pide y dos de los custodios asientan con la cabeza, llevándose a Amaya por los hombros y los veo perderse en el camino hasta su hogar, donde la debe estar esperando Harald con el resto de la familia de Mara, quienes de seguro les importa un bledo la inv
Son tres figuras que están a contraluz, las cuales han roto mi ventana y no puedo ver exactamente de quienes se tratan, pero, por el olor, estoy más que segura de quienes son, sobre todo porque traen el aroma de las apestosas celdas, así que me preparo para la batalla, sacando mis garras y mi cuerpo empieza a crecer casi un metro, al tiempo que me pregunto cómo demonios es que estos tres han salido de las mazmorras súper seguras de esta casa de la manada, con todas las cerraduras táctiles que poseen las puertas de cierres múltiples.Y es cuando la respuesta llega a mí, con tan solo deducir un par de cosas.―Hola, nena―me dice uno de los asquerosos lobos, quien supongo es Xavier, lo cual me hace tragar en seco, pero, en lugar de demostrarle miedo, le presento el largo de mis garras, a ver si intenta siquiera acercarse.― ¿Nos has extrañado, amor? ―canturrea Virgil, quien resopla con su respiración toda agitada, como si se estuviera excitando, así que gruño en su dirección, con toda la
Cesar y Daniel, quienes me estaban siguiendo muy de cerca, flanqueándome para protegerme, ahora están deteniéndose casi en seco, al ver que estoy frenando, para darle la cara a estos dos, a quienes ya va siendo hora de que eliminemos, porque, si escuché bien al Lúcian, debe andar uno de los Barnes dándole vueltas a la casa de la manada y, si se da cuenta de que me he escabullido, pues, puede que venga a darme casa, lo cual no supondrá nada bueno, a pesar de que Cesar y Daniel están conmigo, ya que serán a quienes de seguro matarían en la primera oportunidad que se les presente, porque, como bien se lo dije a Daniel anoche, a mí me quieren con vida, en cambio, nada les daría más gusto que acabar con los escoltas de Aike.Entonces, los lobos omegas convertidos se detienen ante la amenaza que representamos los guardaespaldas y yo, y tratan de llegar hasta mí, pero ambos escoltas se los impiden con sus garras y dientes, haciéndoles entender con sus lomos encrestados que les será más que d
Despierto en la total oscuridad con el olor a moho y a óxido a mi alrededor, con la cabeza doliéndome, como si tuviera una mala resaca.Pero, no estoy sola, porque hay alguien que me está mirando directamente, una loba, para ser más específica, quien tiene las cejas levantadas y los brazos entrecruzados sobre su pecho, como si yo le debiera algo.― ¿A dónde estoy? ―le pregunto y me doy cuenta de que mi lengua se siente como una lija― ¿y quién demonios eres tú? ―le exijo, levantándome perezosamente del suelo y me desbalanceo un poco en el proceso, de lo mareada que me siento por causa de lo que sea que me hayan dado para traerme hasta este hueco maloliente.―Silencio, que la que tiene que hacer preguntas soy yo―me dice la chica y por su cara y el tono de su voz, me parece que debe tener unos dieciséis años―comenzando por saber quién eres y por qué te ha traído mi hermano―me devuelve las preguntas y yo trato de hacer memoria.Estaba yendo de camino al archivero a velar por la seguridad
―Vete, Gianella, que tengo que darle una lección a tu hermano―le dice a esta, pero ella, en lugar de hacerle caso, se para delante del cuerpo casi inerte de su hermano para defenderlo.―No lo haré, tío―le dice con la barbilla levantada, mientras su hermano sigue en el suelo, todavía recuperándose del buen golpe que le acaba de propinar el enorme lobo que resulta ser Bernard Barnes, a quien ahora encara su sobrina―nadie me dice nada en esta casa, pero sé que hay algo grave en contra de mi hermano, porque he escuchado a Gael despotricar las peores cosas que le he oído decir y ya estoy más que harta de que lo traten peor que a basura―le responde bastante molesta, con el ceño fruncido―él es mi hermano y lo defenderé, así como él siempre ha estado de mi lado, porque siempre se ensañan con nosotros dos, luego que nuestra madre murió―espeta y su tío ahora se ríe a carcajadas, como si esta pobre cachorra hubiera dicho un buen chiste.―Ya habrá tiempo para domarte, como la pequeña perra salvaj
―Pero, tío, ella ha sido la causa de que hayamos perdido a casi toda la jauría de lobos convertidos―le contesta todo cabreado, aunque sigue en su posición de sumiso―mi padre ha muerto en batalla, gracias a que ha sido atacado por seis alfas a la vez―le confiesa al imponente omega, quien ahora traga en seco, con una mezcla entre incrédulo y asustado―seis lobos, tío, y no tengo la menor idea de a dónde han sacado a ese sexto lobo blanco, que lucha tan bien como esos otros miserables alfas―le cuenta entre consternado y rabioso, como si no se pudiera creer todo lo que está diciendo―y no es lo único que han hecho, porque trajeron tanquetas que nos estaban disparando esa sustancia que ellos le llaman la niebla, la cual ha quemado la piel de nuestros lobos recién convertidos y a muchos incluso, los ha matado, con solo recibir la ráfaga. Todo el campo se encuentra regado con nuestra sangre, todo gracias a que alguien fue a la granja, agitó el ánimo de los lobos y dio la orden para atacar―le d
― ¡Suéltenme de una buena vez! ―les espeta Goran a todo un escuadrón que lo está dominando como puede y es lanzado en mitad de todos los alfas, quienes ahora le gruñen, todos menos Zayn, quien mira hacia la puerta principal de la casa de los omegas, como si estuviera a la espera de algo o de alguien.― ¿No han visto a nadie más? ―dice Zayn con la voz ronca, como si estuviera a la expectativa de algo, lo cual me enciende todas las alertas―busquen bien, porque debe haber una chica de unos diecisiete años en esa casa.“¿Por qué está tan preocupado por esa tal Gianella?”, señala Aella toda suspicaz.“¿Y por qué debe ser Gianella, si se puede saber?”, me burlo de ella y pone los ojos en blanco.“Bueno, dijo chica de diecisiete años y no sé tú, pero solamente vimos a una sola”, me responde toda sarcástica y yo trato de entender qué puede querer un hombre de veintiocho años con una niña de diecisiete.“A lo mejor quiera protegerla”, le respondo, pero en realidad es como si me lo dijera a mí
―Lo digo porque Sia tiene toda la razón―le insiste Zeira y ahora me siento usada, porque está utilizando mis palabras para su causa―no deberías ni siquiera pensar en emparejarte con el enemigo―le exige y Zayn, el todopoderoso alfa Zayn Ulvenson, ahora tiene la cara como si le fuera a explotar.―No la rechazaré, te aclaro de una buena vez―le responde a su hermana todo cabreado―tampoco la mataré y no aceptaré otro comentario de tu parte al respecto, ¿has entendido? ―le espeta de lo más cabreado y pareciera que le estuviera levantando la mano para golpearla, pero, se lo piensa mejor, sin embargo, tal parece que Zeira lo toma como si hubiera contado un cuento o cantado una canción de cuna, es más, se burla de él.―Pues, deberías―le espeta― ¿o qué pretendes? ―se vuelve a burlar de él―llenar la manada con sus hijos, unos niños que tendrían en sus venas la sangre maldita―le recuerda, pero no es Zayn quien reacciona esta vez, sino Mara, quien se encuentra al lado de su alfa, gruñendo, porque