―Lo digo porque Sia tiene toda la razón―le insiste Zeira y ahora me siento usada, porque está utilizando mis palabras para su causa―no deberías ni siquiera pensar en emparejarte con el enemigo―le exige y Zayn, el todopoderoso alfa Zayn Ulvenson, ahora tiene la cara como si le fuera a explotar.―No la rechazaré, te aclaro de una buena vez―le responde a su hermana todo cabreado―tampoco la mataré y no aceptaré otro comentario de tu parte al respecto, ¿has entendido? ―le espeta de lo más cabreado y pareciera que le estuviera levantando la mano para golpearla, pero, se lo piensa mejor, sin embargo, tal parece que Zeira lo toma como si hubiera contado un cuento o cantado una canción de cuna, es más, se burla de él.―Pues, deberías―le espeta― ¿o qué pretendes? ―se vuelve a burlar de él―llenar la manada con sus hijos, unos niños que tendrían en sus venas la sangre maldita―le recuerda, pero no es Zayn quien reacciona esta vez, sino Mara, quien se encuentra al lado de su alfa, gruñendo, porque
La cercanía de Aike me tiene mareada, una cosa que creo no pueda evitar nunca más, porque él sigue siendo tan embriagador como siempre, como si fuera una especia hecha exclusivamente para mis sentidos, capaz de hacerme decirle que sí a lo que sea que él quiera, más allá de mi voluntad que suele ser inamovible, de hierro, una que puede enfrentarse a viento y marea.Excepto, a Aike, claro está.Y es cuando tengo que poner toda mi fuerza de voluntad a prueba, porque hay cosas muy importantes por aquí que tengo que atender, gente a la que he traído a la cueva del lobo, literalmente.Pero me parece que él tiene otros planes.―Al archivero, claro está―le digo, tratando de poner mi cara más preocupada.―Pues, ya Van te acaba de decir que tu nana está bien, si esa es tu preocupación―me responde y yo le frunzo el ceño, porque es que no ha entendido que se trata de mi nana, la que me ha cuidado como si fuera mi propia madre, la que está en peligro constante en este mundo de lobos, a pesar de qu
La sala se tensa en el momento en que las tres figuras se presentan en la puerta abierta por la delta de la manada del despacho del alfa, quienes la miran con desprecio, para luego posar su vista en el alfa apenados, seguidos por unos escoltas sorpresa, que se muestran avergonzados, ya que no supieron contener a esta familia, que solo ha sabido traer un problema tras otro, llegando, incluso, a un enfrentamiento entre facciones de la manada, lo que ha terminado en muertes y, especialmente, la de uno de sus líderes, a manos de unos lobos que ni siquiera tenían que ver con todo el revuelo, un enemigo de uno y otro lado de los bandos dentro de la manada Luna de Hielo.―Lo sentimos, mi alfa―se disculpa Konor y respira profundo, lo cual me tiene anonadada, ya que no se supone que sean ellos quienes cuiden el despacho.―Queríamos anunciarlos primero, sin embargo, no nos dieron oportunidad―le responde esta vez Melvin y ahora me pregunto a dónde estarán Cesar y Daniel, quienes deberían estar e
Y todos en el despacho del alfa lo miran con verdadera consternación, porque, visto desde su punto, todo supone un problema, aunque, si observo bien a Aike, creo que él tiene una idea de cómo resolver toda esta situación, sin embargo, me parece que está disfrutando el momento en el cual todos están a la expectativa.―Y como sabemos lo complicado que es este problema, creo que debemos empezar por cosas sencillas, como, por ejemplo, reconocer los errores que nos han llevado a este punto―dice el alfa de la manada, lo cual deja intrigados a los hermanos Wolf, que parecieran que no entendieran que su actitud es la que ha desencadenado todos los problemas por aquí―creo que esta vez debo darle la razón a Adrien, porque ha dado en el clavo sobre el verdadero problema, y ese es el odio hacia Mara, uno tan radical, que los ha hecho mentir, transgredir las leyes y hasta poner a la misma manada en peligro―les hace ver, pero ambos hermanos continúan con el ceño fruncido―la pregunta que queda en el
Y ahora, resulta que la solución que he prometido para esta manada, por fin llegó y, sin embargo, con todos los demás problemas, pues, no me gustaría irme, porque mi deber es estar al lado de mi Aike, como su pareja destinada, ahora que el trato con Kala Wolf o, mejor dicho, Kala Mctire, se ha ido al traste, todo por las ansias de Amaya, Harald y Hall por querer hacerse justicia por sus manos y, finalmente, acabar con todo los Mctire en la manada, aprovechando que no estaban, para hacer una especie de golpe de estado.Entonces, ahí está el otro problema importante, el devolverle el medio para que toda la manada se encuentre en pie, a pesar de que hasta el momento han podido contarla, gracias a todos los movimientos bursátiles de Balder, un tiburón de los negocios en toda regla.Pero tengo que cumplir mi palabra, en donde dije que venía a reparar todo lo que desaté por aquí y eso implica, claro, el tener que regresarme a mi antiguo mundo, donde no conocía nada del mundo de los lobos ni
“¡No se lo voy a perdonar a Aike!”, le digo a Aella, mientras le gruño a Adrien, quien me mira con curiosidad, “en serio, no tenía por qué dejarme a solas con este miserable lobo”, agrego y Aella respira profundo.“Supongo que Aike no nos dejará salir de aquí hasta que escuchemos lo que tenga que decir”, me responde y yo respiro profundo, sin dejar de mirar con el ceño fruncido a este alfa, quien ha sido la causa de todo.“No quiero hablar con él, entiéndelo, Aella”, le recalco y ella traga en seco.Entonces, Adrien me mira fijamente, pero, no estoy muy segura si es porque quiere darse valor o, simplemente, porque no sabe cómo empezar.―Supongo que tengo que dar el primer paso, considerando que fui yo quien volvió esto todo un desastre―me dice, como si la palabra “desastre” pudiera abarcar todo lo que hizo.¡No!, él hizo mucho más que un desastre por aquí, la muerte de mis padres, su persecución hacia mí, sus deseos de apoderarse de todo lo que es mío, sin importarle a quien sacaba de
Adrien me mira con los ojos como platos, porque creo que no se las veía venir, sin embargo, no se puede cambiar tan de repente, en cuanto a sus hábitos y Adrien, en particular, siempre ha sabido sacar provecho de su hermano, dejándolo por periodos largos de tiempo dirigiendo a su manada, mientras se daba la gran vida, y cuando alguien se quejaba por alguna decisión que Aike tomaba, pues, solamente llegaba, le daba instrucciones y se iba, saboteando todo el buen trabajo que Aike hacía por aquí.Y esa es otra de las razones por las cuales, Adrien sigue teniendo adeptos en su manada, a pesar de que se suponía que estaba muerto, ya que esos lobos eran una especie de pequeños privilegiados, como el caso de Zoé, la loba encargada de las cosechas, quien solo tuvo que llamar a Adrien, para que regresara a la manada y reprendiera a su hermano, porque la metió en prisión por desafiarlo, justo en el momento en el que le reclamó por no darle mantenimiento a las cosechadoras, algo de lo más lógico
La situación se torna tan caldeada en las puertas de la casa de la manada, que tanto Aike como Adrien han tenido que transformarse, solamente para aplacar a la muchedumbre, a tal punto, que sus voces del alfa en conjunto han logrado que todos estén ahora en el piso, tan sumisos, que sus cabezas están casi en el suelo.Eso me incluye, porque estoy tan cerca de Adrien, que he tenido que colocarme las manos en los oídos por instinto, sin recordar que la honda que forma la voz de una alfa retumba tan fuerte, que cada célula de tu cuerpo sucumbe ante su dominio, obligándote a hacer su voluntad.“¿Se puede saber qué demonios está pasando?”, les dice esta vez Aike, quien se mantiene en su forma de lobo, haciendo pareja con su hermano, quien se nota igual de cabreado, mostrando los dientes y con el lomo todo encrestado, solamente a la espera de algún lobo que quiera desafiarlo.―Mi alfa, nadie nos habla referente a todo lo que ha ocurrido, tanto a fuera de las manadas, como aquí adentro y eso