Entonces, Adrien se ríe esta vez, como si Kala tuviera algún mono dibujado en la cara, a juzgar por la manera en que resuena su carcajada.

―Me parece que no has entendido bien cómo van las cosas, mi querida Kala―le responde, cuando se recupera de su risotada, y ella resopla molesta―lo dije bien claro, no me importa lo que la gente quiera hacer conmigo, así que no pienses que me haces un favor, más bien, puede que le haga un favor a mi hermano y te desmienta delante de todos y que sea lo que la diosa desee―amenaza y Kala tiene la cara roja ahora.

―Y esa sería otra más de tus estupideces―me burlo yo esta vez de Adrien, quien me mira con las cejas levantadas― ¿sabes cómo está todo allá afuera de las fronteras como para que se te ocurra crear más divisiones entre los luna? ―inquiero y esta vez se queda callado, lo cuál me deja con la boca abierta ante su respuesta, pero me recompongo de inmediato―esos omegas de linaje antiguo solo están esperando a que nos desgarremos como manada, solamen