Cuando menos se lo esperó, la muchacha recibió de parte de Paul el horario que había estado esperando. A pesar de que tendría que trabajar ese día, pudo darse cuenta al analizar su horario universitario que no interferiría con sus clases. La próxima semana comenzaba oficialmente y estaba nerviosa, deseando dar lo mejor de sí misma y esforzarse al máximo para no decepcionar. Sentía que debía cuidar su trabajo como si fuera lo más importante en su vida.
Al reflexionar un poco más, se dio cuenta de lo afortunada que era. Paul, un hombre importante y cotizado, podría haber contratado a una niñera de una agencia, pero en cambio eligió a ella. Si no hubiera sido por el volante que voló y le dio la oportunidad, probablemente no estaría en esa situación.Se sentía orgullosa de haber conseguido ese empleo, un gran logro para ella. Estaba segura de que su calidad de vida mejoraría, permitiéndole cumplir objetivos como tener su propio estudio para trabajar en sus obras de ar—No, porque debes descansar lo suficiente. Así que hazme caso. Vamos, todavía tienes que cepillarte los dientes y todo lo demás. Así que vamos —le recordó, pero la niña ya estaba negando con la cabeza, no estaba de acuerdo con eso.Se cruzó de brazos, reacia a obedecer.Incluso haciendo eso, era ella.Lara estaba presente en cada parte suya.—No quiero.—¿Después de todo este tiempo te vas a portar mal? Yo creí que eras diferente a las demás niñas. Oye, si sigues llevándome la contraria y desobedeciendo, te prometo que le diré a tu padre para que no te traiga más.—¿Si me voy a la cama, me leerás un cuento?Ella no podía creer que le estuviera diciendo eso.¿Estaba haciendo un trato?—A mí no me vas a tratar de comprar, y tampoco hago negocios con niñas pequeñas, así que ve a la cama y ya. Si te niegas otra vez, llamaré a tu padre para contarle que no me estás haciendo caso, ¿te ha quedado claro? —le ad
Pero ninguna de las dos continuó hablando, ya que estaban concentradas en devorar la comida que olía demasiado bien. Era agradable poder compartir un momento así con ella.—¿Deberíamos hacer planes para ir a la playa? Digo, ese es uno de mis lugares favoritos que siempre me gusta visitar y nunca me aburro de ir a la playa. ¿Tú piensas lo mismo? -preguntó Valeria.—Hace mucho que no voy a la playa. ¿Crees que deberíamos ir la semana que viene? Podría ser el fin de semana. -respondió Amanda.—Claro, todavía tengo cosas de la universidad que hacer, así que el fin de semana es perfecto. -concordó Valeria.—Vale. Sería imposible otro día. -asintió Amanda.Mientras disfrutaban de su comida, la joven no pudo evitar recordar un momento en el que había compartido la mesa con un hombre que la hizo sentir apresada. Aunque ese instante ya había pasado, seguía sintiendo la misma intensidad.—¿En qué estás pensando? -preguntó Amanda.
A pesar del tiempo que había pasado, todavía seguía sintiendo el dolor reciente y su pérdida solo hacía las cosas más complicadas. Quería que ella pudiera regresar, no quería aceptar que ya no volvería, pero de alguna forma la había perdido. Sentía que ella no volvería a ser la misma.Si tan solo fuera posible que ella saliera de ese lugar en donde había caído y pudiera recuperarse a sí misma, al menos haría todo más llevadero, pero lamentablemente nada era así como él soñaba. Aún así, la esperanza volvía a él de vez en cuando, sintiendo que no debía olvidar que un posible milagro podría suceder.Ya era hora de ir a la cama, de acostarse a dormir, pero empezaba a sentir que no podía conciliar el sueño como en otras ocasiones. El hombre estaba acostumbrado a pasar por eso, no era la primera vez que le pasaba, a veces conciliar el sueño se convertía en un desafío para él, por lo que daba vueltas y vueltas sin parar sobre la cama hasta poder dormir. Pero eso no e
Había permanecido frente a su portátil durante mucho tiempo, y ya sus ojos ardían debido a la iluminación de la pantalla pero aún debía conseguir una dirección cercana a ella y que estuviera disponible para poder ir. Nunca pensó que se iba a ver en esa situación de tener que buscar ayuda psicológica. Sin embargo tampoco se avergonzaba de ello, porque sabía que eso era completamente normal y cualquiera podría necesitar de lo mismo. La salud mental eran temas de debate y se tenían que normalizar, no mirarlo como un asunto, porque no lo era y justo era eso, entender que era algo normal lo que ayudaría a las personas animarse a ir a centro de salud y concientizar sobre lo mismo. En poco tiempo ya se encontraba en el sitio y pudo sentirse más nerviosa de lo que inicialmente se encontraba. No dejaba de hacer inhalaciones cuando se encontraba sentada a la espera de ser llamada. Era justo ese preámbulo lo que estaba aumentando el nerviosismo en su sistema y sus palmas c
—Vale. Una infidelidad también es un tema duro para una persona. Así que es comprensible que tu padre se hubiera sentido traicionado y destrozado por eso. Ahora bien no debería culparse por algo en lo que no tuvo nada que ver. ¿Has hablado con tu progenitor para que busque ayuda? Porque eso parece ser lo que necesita en este momento, es solo mi opinión desde el punto de vista psicológico, el daño puede permanecer durante mucho tiempo en tu padre, es importante que eso se evalúe. —Como era de esperarse, mi padre es una persona terca y cree que no es necesario venir con un especialista para que lo ayude, supongo que solo es cuestión de tiempo para que se dé cuenta de que realmente solo no puede salir de todo eso y que al final la ayuda de una persona que sepa es lo mejor para él. —Completamente de acuerdo contigo. Y tú, Valeria. ¿Todavía sientes que odias a tu madre o todo ese sentimiento ha cambiado? Volvía a sentir ese dolorcito en la garganta y por eso
¿Qué más terapéutico que reír con la persona a la que amas al lado? Era la terapia que la muchacha necesitaba para sentirse más animada. Cocinar junto a su padre se volvía una actividad placentera que la llenaba de felicidad. Incluso podía percibir cómo ese efecto se transmitía a su papá, quién luego volvía a animarse.Y el día transcurrió, finalmente Paul había logrado cerrar el trato en ese lugar, pudiendo regresar a Nueva York. Abril lo había estado esperando en el jardín y al verlo, corrió hacia sus brazos para abrazarlo con fuerza.—Oh, supongo que me has extrañado tanto como yo a ti, pequeña.—¡Papá, estás aquí! No te vayas de nuevo, por favor. Te he extrañado mucho. Además, quería que me leyeras un cuento por la noche, como siempre lo haces, y se lo pedí a mi abuela, pero no quiso —contó Abril. A menudo, Paul le leía un cuento antes de dormir.No le sorprendía que su madre no hubiera accedido, ya que para ella Abril parecía ser una desconoc
—Ya casi llegamos —suspiró. —Creo que todavía no te muestro un lugar que es especial para mí, tengo un estudio en dónde puedo pintar tranquilamente, anteriormente era la habitación de mi hermano pero como ya sabes perdió la vida antes de nacer, así que...—¿Qué? En primer lugar nunca supe que tu madre había tenido una pérdida y en segundo lugar no me has mostrado todavía ese sitio especial —le soltó sorprendida con aquella noticia de que su mamá había tenido un aborto. —Vale, es que ese asunto hace demasiado tiempo que se sonó y no queremos hablarlo. Al menos yo no lo hago porque a mi madre le incómoda cuándo viene a colación, y prefiero no mencionarlo, de eso ya pasó más o menos tres años y medio, fue una situación lamentable pero no se podía hacer nada y como familia lo superamos. —Vale, entiendo. Así que ahora es tu estudio. Ya lo quiero ver. Que afortunada eres de poder tener un sitio si. En serio, Yo todavía guardo la esperanza de consegu
—Claudia, cariño... Últimamente vuelves a estar afectada por todo lo que pasó, digo no estoy diciendo que hubo un tiempo en el que estabas tranquila, pero vuelve a repetirse cada año lo mismo contigo.—Es que me siento mal. Digo, no puedo evitar sentirme así de...—¿Así de mal? Lara está en ese lugar y continúa allí, sin recibir una sola visita de tu parte. ¿No crees que sería algo bueno para ella, volver a verte a pesar de que ha pasado bastante tiempo? Ella no lo dice pero te extraña. —Ya Lara me olvidó. Yo no quiero ir a ese sitio mirar a una persona que ni siquiera es consciente de nada, solo me sentiré fatal, lo estoy haciendo por el bien de ambas. —Creo que tienes un concepto erróneo sobre el bien de los demás. Lara es una chica que no ha dejado de pensar en ti, eres su mamá. Por supuesto que te recuerda, sabe que tiene una mamá, sin embargo, es como si no la quisieras. Ven conmigo a verla. Podemos ir hoy, Claudia. La mujer soltó