“He oído que todavía no son novios”, dijo Ursula Siebeech-Jaark con calma. “Qué alivio. Él se irá del país conmigo, para expandir su carrera pronto. Las cosas serían bastante complicadas si realmente tuviera novia en este país. Además… ambos son de clases sociales completamente diferentes. No terminará bien para usted, señorita Cox”.

Robin finalmente perdió el control y se puso muy pálida. Ella no estaba segura de qué decir.

En ese momento, Sylvain salió del baño. Úrsula cambió de nuevo a una expresión cálida y afable. “Syl, ¿por qué tardaste tanto?”.

Sylvain miró a Robin y respondió: “Estaba respondiendo una llamada. No es nada”.

Robin se mordió el labio. La situación actual la hacía sentir como si estuviera sentada sobre alfileres y agujas. Era obvio que ahora no podría disfrutar de su comida, así que se levantó y dijo: “Tengo una emergencia familiar, así que tengo que irme, Sylvain. Por favor, disfruta de tu comida con la Sra., quiero decir, tu mamá”.

Sylvain no estaba seguro d