“No estoy asustada. Registrémonos mañana”.

Después de decir eso, ella envolvió sus brazos alrededor del cuello de él y le devolvió el beso. Justo cuando estaban medio desnudos, el timbre de la puerta sonó de repente y arruinó el estado de ánimo.

Robin inmediatamente volvió a sus sentidos. “¿Quién podría ser? ¿Por qué no vas a averiguarlo primero?”.

Sylvain ignoró el timbre de la puerta. “He estado viviendo solo durante tanto tiempo que normalmente nadie me busca. Puede ser que se hayan equivocado de casa. Ignorémoslo”.

Sin embargo, el timbre siguió sonando, tanto que Sylvain ya no pudo ignorarlo. Frustrado, salió a comprobar quién era y vio que era una mujer vestida con un vestido blanco hasta la rodilla. La mujer se veía extremadamente atractiva con su alta estatura y su cuerpo robusto. Además, su rostro de raza mixta la hacía lucir aún más atractiva.

Sylvain no recordaba haber visto a la mujer antes y cortésmente le preguntó: “¿Puedo saber a quién estás buscando?”.

La mujer le