—Ariana, tengo una duda existencial. ¿Qué puedo llevar a una gala de caridad con cena y baile a la que se espera que asistan los peces gordos para sacarles su dinero?—“¡A tu mejor amiga, por supuesto!” —se escucharon las carcajadas al otro lado de la línea. Ariana se divertía enormemente con la “discapacidad social” de Alex como lo llamaba.—Eres una total y absoluta demonia, Ari. Hablo en serio. Necesito saber qué vestir para un evento así. Mauricio me invitó y no sé qué ponerme. Puedo comprar algo pero necesito saber lo que debo usar. No tengo idea.—“Escúchame con atención, Rojita. No existe ni la más remota posibilidad que con el gusto que ostentas en tu vestuario diario logres comprar lo adecuado para eso, de manera que tu amiga, de exquisito gusto y posibilidades menos limitadas, te va a conceder un tour por su guardarropa para conseguirte algo que te haga salir de todas tus zonas de confort y especialmente de ese capullo de ropa horrible con lo que te ocultas de la mirada del
Cuando Alex se quitaba el vestido y comenzaba a ponerse su ropa, escuchó el tono de su móvil. Revolvió debajo del montón de ropa sobre el sillón y allí debajo lo encontró.Era Manuel. Con todo aquello se había olvidado totalmente de que le había dicho que iría a verla.—Manuel, cuánto lo siento, estoy en casa de Ariana y se me hizo muy tarde. Olvidé por completo que ibas a mi casa.—“Justo te llamaba para saber si estarías allí, para llevarte lo que hablamos, aún no estoy en tu casa. Pero si lo deseas, me das la dirección de tu amiga y te traigo a casa” —ofreció el hombre sin esperar a que le dijera algo más.—No quisiera abusar y causarte molestias, pero ya estaba por irme. No tienes que desviarte. Podemos vernos en casa en unos minutos.—“Dime dónde estás y te paso buscando, no me molesta” —insistió amable Manuel.—Gracias, eres muy paciente conmigo. Te paso la ubicación a tu teléfono entonces. Te espero abajo.Se despidieron y Ariana la miró extrañada mientras Alex manipulaba su mó
Manuel continuó con su entrenamiento cumpliendo las series que le señalaba Isis, pero consciente de que para Alex sería una gran sorpresa encontrarse con él en ese lugar. Ya deseaba ver la cara de Mauricio cuando llegara allí. Por alguna razón ese tipo no le cuadraba, le producía una extraña sensación que no le gustaba para nada.Quizás Alex debería ser menos inclusiva con las personas que acababa de conocer, aunque pensándolo bien, él también debería ser incluido en esa lista. Hacía muy poco que la conocía pero Alex logró ganarse su confianza siendo tan absolutamente genuina. No conocía otra persona como esa mujer, tan perfectamente indiferente a lo que pudieran pensar de ella y a lo que la gente tuviera en lo material. Y su manera de decir las cosas, sin filtro. Solo soltaba sus pensamientos y que cada quien tome lo que le corresponda.Indudablemente, Alex era una persona fuera de serie.Continuaba inmerso en sus pensamientos, hasta que finalmente Isis logró sacarlo de ellos tocando
Carlota bajó la mirada y una lágrima corrió por su mejilla, lo cual causó un gran impacto en la forma como Manuel estaba asumiendo aquella situación y se dijo a si mismo que él había perdido a sus padres pero ella había perdido a toda su familia, su hermana, sus padres, su tía y eso le creó una nueva perspectiva de lo que vivió.Aquellos padres a quienes mató el dolor de perder a su amada hija, una mujer que nunca volvió a ver su hermana y no pudo evitar pensar qué terrible destino el de su familia. Nadie merece tanto dolor.—Carlota, necesito que entiendas que todo esto es nuevo para mí y que voy a necesitar tiempo para adaptarme a esta situación.—Lo comprendo, créeme. Pero ahora tenemos tiempo para hacerlo, para digerir toda esa información. Por el momento, quisiera que asumas el legado que te dejó la tía Margot, ella estaba muy interesada en que se hiciera lo correcto, buscó por años a tu madre pero parecía que se la había tragado la tierra, no tenía conocimiento de la existencia
Desde que había tomado posesión de la herencia de la tía Margot, Manuel se dio cuenta de todo lo que implicaba formar parte de las juntas directivas de las empresas en las que tenía participación mayoritaria, que eran casi todas. Una gran responsabilidad estaba recayendo en las espaldas de Manuel y se preguntaba si valía la pena y si eso no lo distraería de su objetivo principal, su hermano. Atender todo aquello, además de su trabajo oficial se estaba convirtiendo en una pesada carga para él. Estudiaba la posibilidad de retirarse de su empleo en la oficina de intendencia, para tener más tiempo libre pero era una decisión que no tomaría a la ligera.Sus condiciones habían cambiado, ya no requería de ese empleo para vivir y tenía recursos más que suficientes para realizar las búsquedas necesarias, pero aún se preguntaba si su acceso al sistema legal desde ese cargo le podría ser útil. El dinero, ahora abundante, no era el problema. Era luchar contra un sistema con
Esa tarde Ariana pasó buscando a Alex y se fueron a su apartamento y le contó a su amiga que ya tenía acompañante para el evento.Más tarde cada una en manos de un equipo completo que se ocupaba de su cabello, uñas y piel, estaban siendo atendidas con esmero.Alex se sentía incómoda de tener a toda esa gente sobre ella, haciendo todo tipo de arreglos mientras Ariana se divertía de lo lindo al ver cómo su amiga era transformada en una mujer de increíble belleza.—No puedo entender cómo puedes soportar que te hagan esto todo el tiempo, Ariana. —se quejó Alex abrumada.—¿Soportar? No, amiga, esto no se soporta, se disfruta. Y no tienes una idea de cuánto lo estoy disfrutando. Por primera vez vamos a ir juntas a algo así y tú, mi Rojita hermosa, estás quedando de impacto profundo. Deja de quejarte y disfruta que te consientan. Este es mi regalo para ti, que hace tanto tiempo mereces. —tomó una copa de vino que estaba a su lado y bebió un sorbo. — Por años soñé con hacer algo así juntas y
La fiesta transcurría agradablemente, pero cada tanto, los ojos de Alex y Manuel se cruzaban al alternar con los grupos.Un amigo de Isis la llamó aparte y le hizo una pregunta.—Tengo una gran curiosidad sobre tu amigo…Manuel García.—¿A qué te refieres?—En la empresa justo hoy nos anunciaron en consejo directivo que pronto conoceríamos al nuevo accionista mayoritario que casualmente se llama como tu amigo. ¿Es una coincidencia que se llame así o es que andas saliendo con un millonario? No me rompas el corazón, Isis. Esperaba que algún día tú y yo pudiéramos entendernos, pero no creo que pueda competir con alguien así. —le comentó con una sonrisa. —¿Acaso conseguiste la cuenta de ese hombre? Si es así, felicitaciones. Porque te pusiste la corona; si es quien nos dijeron, el tipo vale muchos millones.—¿Quién más sabe sobre eso? —preguntó con cautela la mujer, que apenas podía creer lo que le estaban diciendo. Le costaba asumir que Manuel fuera la persona de quien hablaba, pero no lo
Conversaban y se burlaban uno del otro todo el tiempo, hasta que Alex decidió sentarse junto a la fogata y mirando el fuego, se dejó absorber por sus pensamientos. Manuel recogía los restos de alimentos para alejarlos del campamento y no correr el riesgo de que el olor atrajera animales salvajes. Cuando terminó, se volvió a mirar a Alex y la vio absorta en el fuego.—Viendo esa mirada psycho que traes, creo que mejor apago la fogata, no sea que surja en ti una loca que se quiera lanzar al fuego y despierte instintos piromaníacos, aunque con ese tamaño, no te vas a hacer daño como para que valga la pena. Creo que podrás soportarlo.—No me extraña para nada que me llames loca, ya lo has hecho antes si no lo recuerdas. Puede que termine siendo verdad.—No estás ni medianamente loca, a mi parecer, pero si estás extraña hoy. Podrías contarme lo que te preocupa.—Nada que no tenga solución…—respondió enigmática — pero sí podrías contarme tu verdadero motivo para ir a esa fiesta. Según me ha