Con una mano cubriendo mis pechos y la otra cubriendo mi región inferior, salí corriendo del bosque a la velocidad del rayo, esperando y rezando para no toparme con nadie. No había completado mi oración cuando choqué contra alguien, la última persona que quería ver desnuda.“Oye, mira…”. Las palabra
“No es ningún secreto que la Manada Alfa se ha infiltrado entre nosotros”. Mientras Alfa Zavier hablaba, algunos miembros de la Manada Alfa pasaron sin mirarlo. No, no era un secreto. “Tampoco es ningún secreto lo que quieren”. Algunas personas comenzaron a murmurar mientras Alfa Zavier prolongaba s
“¿Qué hay de mí? Si te rindes, ¿qué heredaré?”, gritó Bethel desde atrás. La gente volteó a mirarlo y todos se olvidaron de su molestia con el Alfa.“¡Niño tonto! ¡Tu hermana sería una mejor Alfa!”.“¿Es eso en lo que estás pensando en un momento como este? ¿Sucesión? ¡Necesitas una manada para here
Llegó una nueva semana con una nueva administración. No había visto a Alpha Valens pero vi los cambios. Uno por uno, sus hombres ocuparon todos los puestos importantes del grupo. Beta Jabari se convirtió en la beta de la manada, una nueva bruja que no conocíamos se convirtió en el oráculo de la mana
“Miman a los niños. Todos ustedes. Es por eso que alguien de – ¿cuántos años tiene ella? ¿Diecisiete? ¿Dieciocho? Por eso alguien de esa edad no sabe cocinar ni limpiar. ¡Malcriada, se los aseguro!”. Ella rugió la última de sus palabras, volteando el pescado que estaba friendo con agresión, sin impo
“¿Qué estás haciendo? ¡Date prisa y llévale esto al príncipe!”, me gritó Astrid. Me quedé con la bandeja temblando en mis manos, el miedo paralizándome de pies a cabeza. Yo no quería hacer esto, pero no tenía otra opción. No quería que Skylar implicara a Celeste si me negaba a hacerlo. Ella no desca
Las segundas parejas eran raras. De hecho, era raro encontrar pareja ni hablar de segundas parejas. Alrededor del veinte por ciento de los hombres lobo nunca encontraban a sus parejas y más del treinta por ciento de los hombres lobo encontraban a sus parejas después de aparearse con otra persona. So
Su mirada ardiente no se apartó de la mía mientras señalaba un asiento en el que caí con mis ojos tratando de evitar los suyos. Artemis estaba aullando de alegría, emocionadísima, pero me contuve de leer algún significado en sus acciones. Aprendí pronto que no podía sentirme decepcionada si no esper