AYSELArtemisa no estaba bromeando cuando dijo que la magia era más fuerte cuando cambiábamos. Tenía tiempo sin cambiar, así que no me di cuenta, pero en cuanto cambié de humano a lobo, me sentí una criatura totalmente distinta. Artemis era más fuerte. El poco entrenamiento que recibimos segurament
"Está herida", Jabari sonaba frenético mientras se lo explicaba a la enfermera que nos dirigió a una sala. "Y parece que es incapaz de cambiar"."Ella está conmocionada. Es normal que los lobos tengan problemas para cambiar en situaciones así", Jabari me acostó en la cama y dejó que la enfermera me
"No me importa lo que les pase al resto. Quiero que cuelguen a Zavier. Será un ejemplo para esta manada de lo que ocurre cuando la gente me desafía", le decía Valens al Anciano que iba a llevar a cabo el juicio de Zavier, Skylar y todos los que los ayudaron a invadir Villa Roja. Así empezó el juici
Jabari cogió las llaves del coche y condujo hasta el santuario del oráculo. Empezaba a dormirme pensando que conducía en círculos para cansarme. Llegamos al santuario y me invadió un escalofrío. La nueva voz en mi cabeza que sentí al tratar con Skylar me susurró al oído: "Cálmate".La voz era la de
*VALENS*"Te prometí que sentirías mi ira, ¿no?". Miré a la chica que una vez llamé mi amiga. Miré a la chica que una vez me favoreció. Hizo muchos sacrificios por mí. Luchó por mí y conmigo, pero al final no supo que no debería meterse conmigo. "Ya pedí perdón", dijo, mirándome. "Recé para borrar
"Lo siento mucho, Vee...". Empezó a llorar cuando le rodeé el cuello con las manos. Mis garras se clavaron en su piel. Me agarró las manos, con los ojos fijos en los míos. Me gustaría castigarla, alargar su muerte, pero no podía soportar pensar en ella caminando por la misma tierra que yo. Me tomó
“…Ahora te corono, Alfa Valens Thomas Castillo I, el rey de los hombres lobo". El templo retumbó con aplausos cuando la oráculo coronó a Valens. Le colocó la corona en la cabeza, dio un paso atrás e hizo una reverencia. Los aplausos continuaron y yo sonreía de oreja a oreja. Miré la corona más pequ
"Aunque no tan bien como a ti". Me dio un codazo con una sonrisa. "¿Qué quieres decir?”. Me reí. "¡No estoy embarazada!". Ya tenía cuatro niños corriendo por ahí. Me vendría bien un descanso. Cuando Valens dijo que me daría gemelos, se olvidó de mencionar cuántos. Ahora tenía dos pares y, desde lu