Punto de vista de un desconocidoNo quería venir a esta manada empobrecida, pero era mi deber como Rey Lycan, así que lo hice. El Amanecer no es la manada más fuerte ni la más rica, pero les va bien y han sobrevivido hasta ahora gracias a sus alianzas. Sin embargo, el lobo Alfa y la Luna no son los más inteligentes de la manada, pero al menos están liderándola lo mejor que pueden.Una vez que comienza la celebración, anuncian que pasarán el título de lobo Alfa a su hijo, Amos. Es un lobo fuerte y puede que tenga más liderazgo que sus padres.Amos sube al escenario con una loba a su lado, con una enorme sonrisa; supongo que es su Luna. El lobo Alfa saliente da un breve discurso, anuncia mi presencia y los demás aplauden. Luego llaman a Amos al escenario para leer sus votos.“Yo, Amos Rivers, lideraré esta manada de manera justa y lo mejor que pueda”, continúa, y juntos estrechan las manos para completar la transferencia de poder, haciendo que todos aplaudan. La multitud vitorea a su nue
Punto de vista de LeondreLlevé a mi pareja al hospital de la manada. La acosté en una cama, y los médicos me pidieron que saliera de la habitación, pero no lo hice. Nunca la dejaría sola. Mi Beta se acerca y pone su mano en mi hombro. Seguro que ya le informaron sobre la situación.“¿Es ella la Luna?”, me pregunta, mirando a la chica en la cama. Los médicos que la atienden parecen incómodos por mi presencia, ya que mi aura de Alfa está descontrolada, pero no puedo evitarlo. La estaban torturando.“Mi R-rey, creo que debería... em, salir. No querrá ver esto”, me dijo una enfermera alta con voz temblorosa.“Tiene razón. Los médicos no pueden hacer su trabajo bien, con tu aura imponente”, me dijo Dan. Pero me niego con la cabeza. Quiero ver qué le hicieron. “No”, digo.Los médicos la giran boca abajo y le rasgan su camisa ya rota. Mi Beta jadea. Reprimo un gruñido y aprieto los puños. Como la golpearon, su espalda está roja y ensangrentada y tiene unos cortes tan profundos que no podría
Punto de vista de LeondreMe desperté a las 10 de la mañana, me duché y me dirigí a la oficina de Amos. No esperaba que él llegara antes que yo. Lo encuentro sentado en su silla, con el antiguo lobo Alfa y la Luna en el sofá junto con otros dos hombres. Todos se ponen de pie al verme y me hacen una reverencia.Después de saludarnos, tomo asiento frente al nuevo lobo Alfa.“Encontré a mi pareja en tu manada”, le informo. Por sus expresiones, parece que ya lo sabían. Amos frunce el ceño con interés mientras los demás fingen estar alegres por mí, aunque parece que están cautelosos.“La encontré en la mazmorra, cuando tus guardias estaban abusando de ella”, le digo, sintiendo indignación. Amos se ve irritado mientras continúo. Gruñe y golpea su escritorio, partiéndolo por la mitad.“Los mataré”, declara.“Ya lo hice”, le respondo con una sonrisa sarcástica.“¿Pero qué pasó? ¿Por qué la encerraron?”, le pregunto, mirándolo a los ojos. Se inquieta y traga saliva con dificultad. Creo que tie
Punto de vista de AnaiahLevanto lentamente la vista cuando huelo un aroma a vainilla y miel tan fuerte que me quedo sin aliento y me cuesta trabajo respirar. Un hombre alto e imponente entra, y se para frente a mí. Nunca he visto a un hombre tan guapo. Tiene el cabello negro azabache, brillantes ojos de azul oscuro, un rostro marcado con pómulos pronunciados y un cuerpo musculoso como el de un dios griego. Tan pronto como entra en la habitación, toma el control, y no puedo evitar hacer una mueca. Al acercarse a mí con una sonrisa suave, siento que mi corazón se acelera.Mi loba está hablando de manera frenética, pero no puedo concentrarme en lo que dice, porque me llama la atención ese hombre.“Hola, mi amor”, me saluda con una voz profunda y seductora. Me quedo mirándolo como una tonta, sin poder decir palabra alguna.“Anaiah”, susurra mi nombre, mirándome con ternura, y me hace sentir un escalofrío agradable. Me acaricia la cara y una sensación electrizante recorre mi cuerpo.‘Tu pa
Punto de vista de Anaiah“Aléjate de mi pareja”, tan pronto como gruñe Amos, Leon se interpone entre nosotros, también gruñendo. Me quedo sin aliento cuando el último lo empuja contra la pared. Amos queda suspendido en el aire por la fuerza imponente de Leon. Me levanto de la cama y corro hacia ellos, poniendo una mano sobre Leon para calmarlo, haciendo que lo deje caer al suelo con un gruñido. A pesar de que ambos parecen listos para pelear, puedo notar la diferencia de fuerza entre ellos.Amos es el primero en apartar la mirada. Se inclina ligeramente ante Leon y luego se gira hacia mí, levantando una mano para tocar mi mejilla, pero el gruñido de Leon lo detiene. “¿Cómo estás?” Amos me habla con una voz suave, como nunca antes, lo que me sorprende. Mi loba le gruñe con sarcasmo. No le respondo, en cambio, tomo la mano de Leon. “Quiero descansar. ¿Quieres acompañarme?”, le pregunto con suavidad. Leon sonríe, sus ojos brillan, asiente con entusiasmo y me lleva a la cama. Por un la
Punto de vista de LeondreDespués de que Dan me contara lo del ataque, me puse furioso. Fui directo a la oficina de Amos, decidido a exigir justicia para mi pareja. No permitiré que nadie le haga daño sin que haya consecuencias.“¿Quién te crees para interrumpir aquí de nuevo?”, me dice, con el puño apretado.“Soy tu rey. Una mujer atacó a mi pareja, y quiero que reciba un castigo inmediatamente”, le exijo. Él parece asombrado y retrocede.“¿Quién la lastimó?”“Investígalo tú, y quiero que sufra”, le digo, saliendo de la oficina después de que él asiente con la cabeza. Decido no ir a ver a mi pareja de inmediato; tengo otros asuntos pendientes, pero esa imagen de cuando la encontré en ese estado, y mi sensación de impotencia por lo que soportó a manos de su manada no me deja en paz.‘Ella es fuerte’, me dice mi Lycan. Eso es verdad.Hago una llamada a mi hermana.“Hola, Leon”, me saluda Arya.“Hola”.Nos ponemos al día antes de contarle que encontré a mi pareja. Sus gritos de alegría m
Punto de vista de AnaiahEstoy sentada al borde de un acantilado, mirando hacia abajo. Suspiro, pensando que aunque me tire, nadie notará mi ausencia. Podría acabar con todo esto en un abrir y cerrar de ojos.‘¿Y Saga y Leondre?’Me río con desdén. ‘¿Lo conoces desde hace solo tres días y ya estás enamorada? No te hagas ilusiones con él’, le respondo a mi loba.‘¡Él nos ama!’‘Nadie nos ama. Todos siempre terminan odiándonos. Él es el Rey Lycan, el hombre más poderoso del mundo lobo, mientras que yo soy solo una simple omega, y todos me maltratan y me odian. ¿Qué pasa si su manada es aún peor que la nuestra?’, le respondo. Odio llorar, pero no puedo controlar las lágrimas.‘Nos aceptarán porque él lo hizo’, me dice con calma.‘No podemos estar seguras de eso. No quiero volver a sufrir’.No puedo confiar en él. Voy a mantener mi guardia en alto, o quizás dejarlo y convertirme en una traidora.Mientras hablo con mi loba, una mujer hermosa aparece frente a mí. Una luz celestial la rodea t
Punto de vista de AryaSalí del auto y observé la patética casa de la manada Amanecer, notando que es mucho más pequeña que la nuestra. Al entrar, me di cuenta de que todos, tanto hombres como mujeres, me miraban con curiosidad. Era evidente que reconocen que soy la Princesa Lycan. Nuestra raza es superior a los lobos, somos los más fuertes, sofisticados, elegantes y, sin duda, los más bellos entre todos los seres sobrenaturales.Le pregunté a una loba grosera dónde está la pareja de mi hermano, mostrándole una foto. Su respuesta fue demasiado desagradable, así que la abofeteé, dejándola gritando. No me importa en absoluto. No puedo creer que una cualquiera se atreva a insultar a Anaiah, nuestra futura reina. Una vez coronada, podría ordenar que la maten sin consecuencias. Encuentro a otra chica que me indica dónde está Anaiah, pero lo que veo me hace hervir la sangre: una mujer está a punto de darle una bofetada.Agarro la mano de la mujer que estaba a punto de golpearla con tanta fu