Capítulo I

—Eres un maldito idiot*, te daré solo un par de minutos para que puedas irte de este lugar, de lo contrario te matar*, acabaré con el ser insignificante que eres m*ldita b*sura —Stewart era este tipo de hombre implacable, nunca había dejado que nadie cometa un error.

—Señor, le serví durante mucho tiempo e hice siempre el mejor trabajo que alguien puede recibir, ¿cómo es posible que ahora existan estos problemas? Nunca hubo problema alguno entre nosotros, y ahora quiere matarme.

—Sí, y si no te pierdes ahora mismo lo haré.

Todos en la oficina de bienes raíces observaban el proceso, era uno de los momentos de más tensión que se había vivido desde hace mucho tiempo.

—Su secretario siempre fue muy bueno con él, no entiendo porque razón lo trata así ahora —dijo uno de los empleados mientras observaba la situación.

—Señor, no creo que sea correcto tomar esa actitud justo ahora, lo correcto es…

—¿Te atreves a interrumpirme? ¿Qué rayos te sucede a ti también? ¿Qué sucede con todos ustedes en este lugar?

—Señor, lo sentimos mucho, la verdad es que no comprendemos por qué nos está dando tantos gritos —le dijo uno de los hombres que estaba cerca de él.

—¡¿Les parece que todo está bien?! ¡Acabamos de mantener el mayor fracaso financiero de los últimos años! ¡Podemos entrar en una crisis!

—Señor, no es tan grave.

—¿Qué no es tan grave?

Todos estaban tratando de aplacar la furia de su jefe. Pero eso no servía de nada, su furia era más intensa de lo que se podía ver, tenía muchos problemas sobre él.

—¡Cálmate! ¡Estás bajo mucha presión! —su padre estaba llegando a la oficina.

—Padre, siento que hayas llegado en estas condiciones. Tenemos varios problemas, uno de ellos es que la empresa Tutenkan acaba de anunciar su alianza con nuestra mayor competencia, el grupo Burckham.

—Tranquilo hijo, todo a su tiempo, además los empleados no son los culpables de todo esto, lo único que hay de nuestro lado, y son las únicas personas que nos apoyarán en el futuro —el padre hablaba muy bien, con calma y de forma pausada.

—No creo que todas estas personas inservibles nos ayuden a crear la empresa que queremos, por culpa de las malas proyecciones realizadas todo el trabajo duro se fue al caño —Stewart estaba muy molesto, tanto que solo decía incoherencias.

—No digas más cosas tan absurdas y ridículas, si sigues hablando de esa forma te quitaré la empresa. Solo vas a quedar como un simple lavaplatos en uno de los pocos restaurantes de la franquicia de un amigo mío.

—¡Padre! ¡¿Qué rayos te sucede?!

—Nada, no me sucede nada que no sea lo correcto. Y a partir de ahora debes de hacer algunas cosas para que le bajes los humos a tu vida. ¡Ahora largo de la empresa!

—Pe…

—¡Olvídalo!

Stewart salió furioso del lugar.

—Señor, han sucedido muchas cosas. Siento mucho lo que ha sucedido. Pero señor, sabe que Stewart es el único hombre que ha logrado que esta empresa surja en varios aspectos, y es una de las mejores proyecciones que hemos tenido en mucho tiempo —habló uno de los secretarios del padre de Stewart, el señor Freeman.

—Sí, lo sé. Más sin embargo no es un hombre que pueda ir gritando por todos lados, uno de los hombres de que están a mi lado son importantes, porque cada uno de ellos son parte de la comunidad, de esta ramificación que es la empresa. Si cada uno de ellos se va de nuestro lado, perderemos muchas cosas, y cada una de ellas son importantes. No sé si hay mucho por explicar en este aspecto.

—Señor, ¿Cuándo volverá el señor Stewart a la compañía?

—Cuando tengamos el tiempo correcto, vamos a hacer lo necesario para que él aprenda que la vida es algo que se debe de valorar —al decir esas palabras enseguida ayudó a levantar cada una de las personas que estaban en el suelo arrodillados —. Vamos, sigan en sus labores, les pido disculpas, tendrán algo más de apoyo económico, y así podré compensar un poco lo que mi hijo le hijo, creo que pedir perdón.

—Muchas gracias señor, lo sentimos mucho. Gracias por pedir perdón, aunque no es necesario.

—Lo hago porque es lo correcto, además ustedes son parte de mí, así como yo de ustedes, todos somos parte de todos, ya que por eso estamos trabajando duro, para poder crecer juntos —la voz calmada del señor Freeman hizo que todos estaban tranquilos.

—¡Señor, tenemos una emergencia! —justo en ese momento estaban llegando a toda prisa uno de los secretarios.

—¿Qué sucede ahora? ¿A quién han matado? —preguntó de forma sarcástica y con una sonrisa en sus labios, todo este alboroto le estaba recordando a los viejos tiempos en la empresa.

—Señor, su hijo se encuentra camino al hospital, al salir de aquí fue atropellado por un auto. Y ha sido muy grave.

—¿Él está bien? —preguntó el señor Freeman preocupado.

—Señor, no podría decirle, el accidente fue realmente muy grave, tanto así que todo el auto del hombre que causó el accidente quedó con mucha sangre por todos lados. Señor, debemos de ir al hospital en el menor tiempo posible.

—¡Vamos! —dijo el señor Freeman mientras que salían de camino a la clínica.

No pasaron ni más de cinco minutos cuando llegaron al lugar dónde estaba un médico de alto valor en el campo, uno de los hombres más prominentes estaba esperando al director Freeman.

—Señor, lo sentimos mucho. Su hijo tienes mucho traumatismos, es una de las situaciones más horribles que hemos visto. Es uno de los perores casos que hemos visto en años, lo más seguro, es que su hijo pueda estar en aprietos, la vida de él está en gran peligro.

—¿Hay alguna posibilidad de que se salve?

—No lo sé señor, varios médicos están trabajando para salvarle la vida, pero no podemos asegurar nada —el médico estaba muy preocupado por lo que podía acontecer.

—¿Por qué no estás allí?

—Llegué tiempo después y las cosas no están nada bien para que yo esté entrando en el quirófano.

Justo en ese momento, llegó rápidamente un enfermero.

—Señor, el paciente que me dijo que vigilara acaba de sufrir un paro cardiaco, necesita un trasplante urgentemente.