Un Alivio

Capítulo 3

—Señor, su hijo acaba de despertar.

—¿De verdad? ¿Puedo pasar a verlo? Ha despertado más rápido de lo que el doctor nos había dicho.

—Sí, también estamos muy impresionados por esto.

—Vamos a visitarle entonces.

Salieron disparados en dirección a la habitación donde apenas habían trasladado al joven CEO. Al llegar el padre pudo ver a su hijo después de todo este tiempo, este que fue tan difícil para ambos, todo esto hizo que su padre se hiciera muy sentimental.

—Hijo, al fin estás despierto. ¿Cómo te sientes?

—¿Hijo? ¿Quién es usted?

—Soy tu padre. ¿No te acuerdas de mí?

—No, no tengo idea de quién sea usted, y mucho menos de lo que se encuentra haciendo en este lugar. Y además ¿Quién soy yo? ¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?

Allí su padre entendió que su hijo había perdido parte de su memoria, o si no toda, enseguida salió de la habitación con su cabeza hecha un barullo y sacó su teléfono, marcó el número del doctor y se dispuso a llamarlo.

—Doctor, mi hijo no recuerda absolutamente nada —dijo el padre del joven CEO al darse cuenta de que su hijo no había podido reconocerlo.

—Eso no es posible, su hijo a nivel encefalograma estaba muy bien.

—No lo sé, pero te quiero aquí mismo.

—Señor, ya estoy saliendo en dirección al hospital de inmediato, espere unos minutos.

—Está bien, acá estaré esperando rápidamente.

El doctor iba caminando rápidamente hasta su garaje, se subió en su coche y se perdió mientras que iba camino al hospital a toda velocidad.

Justo mientras que el Sr. Freeman también colgaba su teléfono, llegó una hermosa chica al hospital.

—Buenas tardes Suegrito —saludó la chica.

—¡Oh! Buenas tardes Melanie, no sabía que ya habías llegado, por favor ayúdame con todo lo necesario para poder recuperar a mi hijo.

Él padre estaba muy preocupado por su hijo, así que quería la ayuda de cualquier persona que pudiera ayudarlo a llegar al punto dónde su hijo podría recordarlo.

—Señor, pero ¿qué ha sucedido? ¿No se supone que todo había salido bien? Así me había dicho su asistente.

—Sí, se supone que había estado bien toda la operación y todo lo demás, pero mi hijo ha perdido la memoria y ahora no recuerda nada de nada. No sabe quién es… que hace, ni siquiera sabe quién soy yo… —dijo el afligido padre.

—No es posible que solo nos olvide, además el me ama y nos vamos a casar pronto.

—Sí, lo sé. No me tienes que decir que se van a casar, yo fui quien le pedí tu mano a tu padre.

—Lo siento padre, todo está mal en la empresa de mi padre en el país Eiht.

—Bueno, lo mejor que podemos hacer es enviarles algo de dinero, pero por ahora solo quiero que le hagas una visita a mi hijo, te pido por favor que entres ahora.

—Por favor, haga eso lo más rápido posible, ahora iré a hacerle una visita a Stewart.

Fue de camino a la habitación donde se encontraba Stewart, allí el hombre estaba perdido.

—Disculpa, ¿Podrías decirme dónde estoy?

—Estás en el hospital cariño, estamos en el hospital. Por favor, debes de recordarme.

—¿Debo de recordarte? Realmente no sé quién eres.

—No es justo que te acuerdes de mí. Por favor, no eres uno de los hombres que olvida fácilmente.

—Lo siento, pero todo esto es nuevo. No estoy nada seguro de nada de lo que ocurre, porque entró primero un señor que no conozco… —Stewart fue interrumpido por el médico que entró de forma invasiva.

—Perdón, pero señorita debe de salir lo más rápido posible, debemos de hacer muchas cosas lo más pronto posible. Debemos de saber la razón por la cual nuestro hombre ha perdido la memoria.

—Sí, está bien —respondió la chica mientras que salía de la habitación.

—¿Lograste algo? ¿Pudo recordarte? —preguntó el padre del CEO con algo de esperanza en sus ojos.

—No —fue la respuesta de Melanie con algo de tristeza en sus ojos.

—Tampoco logró recordarte, esto no es algo que pueda ser muy difícil, lo más seguro es que pueda recordar muy pronto —el padre estaba muy pensativo mientras que observaba la situación que se enfrentaba ahora a algo mucho más, sentía que su hijo no podría volver. Sentía miedo de que pudiera perderle.

—No se preocupe Padre, estoy segura de que él podrá regresar muy pronto. No creo que pueda olvidarme de esa forma —dijo Melanie mientras que se sentía muy aturdida porque alguien pudiera olvidar su hermoso rostro.

Un grupo de médicos llegó al lugar junto con otros enfermeros, entraron rápidamente a la habitación. El sr. Freeman estaba realmente muy triste por su hijo, lo necesitaba de vuelta y pensaba que era debido a su imprudencia, allí observó cómo Melanie se alejaba del grupo de personas, la siguió de forma sigilosa, ella dio un par de vueltas en el hospital.

—Ese idiota no me reconoció. ¿Cómo se atreve a no reconocerme en este momento? Es un total idiota, es el único hombre que me puede ver más allá que solo su una mujer de ratos y además de eso es un total inútil, pero se atreve a decirme eso, siento que me ha despreciado.

El sr. Freeman se quedó impactado con las palabras de la chica.

—Sí, además no es fácil estar con él siendo tan engreído como lo es. Es además es todo un patán, la otra vez golpeo a varias mujeres en un bar donde estábamos, realmente lo odio. Solo el dinero de su padre nos mantiene unidos, además mi padre necesita ese dinero, es la única razón por la cual sigo con él.

Al pobre sr. Freeman le impactó que la mujer que había decidido para su hijo, lo único que había hecho era acabar con la falsa vida que poseía su hijo, más sin embargo no creía que todo esto fuera verdad. Se sentía tan decepcionado de muchas cosas y de todas las decisiones que había tenido en su vida.

—No creo que todo esto sea correcto, debería de haber dejado de estar con él, pero tiene mucho dinero, mi padre no quiere dejarlo, dice que necesita mucho dinero. Y cada vez que sucede este tipo de cosas, no quiero seguir con él.

Esto no era nada importante, ahora el dinero era aquello que había corrompido a las raíces de su familia.

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