Les juro que amo y odio a Alek XD
(Maratón 4/9) Dasha Petrov Un mes después. Miré el teléfono con nerviosismo, respiré hondo y luego miré a María, quién me observaba desde la ventana con una sonrisa en el rostro. —¿Estás segura? —su voz sonaba tranquila y relajada, a diferencia de la mía, que reflejaba todo los nervios que sentía en ese momento. —Sí y no —respondí de vuelta y con el corazón latiendo a mil por segundo. Me sonrió antes de acercarse a mí y tomar mis manos para luego mirarme a los ojos. —¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó y reí al escucharla, pues me conocía tanto que ya sabía leer mi lenguaje corporal. —Porque se suponía que esto era algo que debía hacer con Alek, no sola —le señalé el teléfono y ella asintió. —¿Y por qué no lo esperas entonces? Me estaba cansando de esperarlo, ese era el problema. —¿Cómo me vas a hacer esa pregunta, María? Alek no ha vuelto a casa desde hace un mes, todo porque según él los negocios se han complicado más de la cuenta y debe estar al pendiente —un nudo de f
(Maratón 5/9)Dasha Petrov —¿Deseas tomar algo? —le pregunté con amabilidad y ella negó rápidamente. —No, gracias, solo vine a hablar contigo porque no cuento con demasiado tiempo —colocó sus manos encima de la mesa de la cocina con evidente nerviosismo. La miré y asentí aún no muy convencida de sus palabras. Luego de unos segundos, ella finalmente me miró de vuelta y comenzó a hablar.—Vine porque Sergei no está bien —soltó de repente e inmediatamente las alarmas en mi cerebro se encendieron. No había sabido nada de él desde que había entrado a mi habitación sin permiso, intenté llamarlo para poder hablar con él y que me aclarara todo lo que pasó con Alek esa noche que lo fue a visitar, pero su teléfono sonaba apagado. —¿A qué te refieres con que no está bien? —pregunté intentando no alterarme más de lo normal, pues últimamente había tenido emociones demasiado fuertes y la ginecóloga me dijo que eso no era nada bueno para el bebé. Por lo que debía estar lo más relajada posible,
(Maratón 6/9)Dasha Petrov Me senté en la cómoda cama de Sergei esperando que hablara, pues solo me veía y no hacía absolutamente nada, logrando incomodarme más de lo normal. Definitivamente no fue buena idea el haber salido de la mansión sin avisarle a nadie dónde estaría exactamente. Ada se sentó en la silla del escritorio a unos pocos pasos de mí y eso aunque parezca loco, logró relajarme un poco. Miré nuevamente a Sergei esperando que dijera o hiciera algo, pero como no lo hizo y yo tenía demasiadas cosas qué hablar con él, decidí iniciar la conversación. —Bien, ahora que finalmente estamos frente a frente, necesito que me expliques el porqué de tus mentiras, Sergei —le exigí con la rabia creciendo en todo mi ser. Acaricié mi barriga cuando sentí como la bebé comenzó a patear suavemente y lo miré de vuelta luego de unos segundos en silencio. —¿Quieres algo de tomar? —evadió mi pregunta y quise levantarme de ahí para terminar de estrangularlo de una vez por todas. —No, lo qu
(Maratón 7/9)Dasha Petrov Gruesas lágrimas corrían por mis mejillas sin cesar mientras de alguna u otra forma intentaba desatar mis manos de las ataduras que tenía. Miré con pena como Ada lloraba suplicándole a Dios en silencio que nos ayudará a salir de esta situación. No podía creer que Sergei sin mover un solo dedo nos había tendido una trampa y por creer en él habíamos caído. En aquella habitación vacía las únicas que estábamos éramos Ada y yo, atadas a unas sillas y sin poder hacer absolutamente nada. Por lo menos no olía feo ni nada, además de que tenía un bolsillo que alumbraba todo y nos permitía poder ver todo a nuestro alrededor. —Lo siento mucho, Dasha, no sabía lo que mi hermano estaba tramando —levanté la cabeza al escucharla y le sonreí en respuesta intentando darle a entender que estaba bien, que no la culpaba por ello. Aquí el que tenía toda la responsabilidad era Sergei, había sido él el autor material de los hechos y todo por sus celos hacia mí. Algo que no h
(Maratón 8/9)Alek Vólkov —Última oportunidad para que termines de hablar, hijo de perra —le advertí con los dientes apretados y él solo río con cinismo. —La lealtad no se compra y eso es algo que deberías de saber, Vólkov —me mostró sus asquerosos dientes amarillos y las ganas de arrancarselos con mis propias manos no se hicieron esperar, pero debía ser paciente si quería sacarle algo de información. Sí es que iba a ser posible, pues teníamos horas tratando de que pudiera hablar y solo repetía lo mismo: «La lealtad no se compra»Debía reconocer que era un buen tipo, pues cualquiera en su lugar ya hubiera soltado toda la sopa y más aún cuando lo habíamos golpeado de todas las maneras posibles. Gente así era quién valía la pena tener en los negocios, lástima que fuera del bando de mi más grande enemigo; Lukyan. —Sabes que si no hablas tu muerte será dolorosa, imbécil —le advertí nuevamente y perdiendo la poca paciencia que me quedaba. —Lo sé, pero prefiero morir por lealtad a mi
(Maratón 9/9)Alek Vólkov Apreté los puños con fuerza e intenté relajarme hasta que pudiéramos llegar a nuestro destino. Se me hacía completamente imposible teniendo en cuenta que mi mujer embarazada se encontraba desaparecida y los incompetentes de mis hombres no sabían nada de ella ni a donde había ido. Sobre todo María, quién era la que había quedado a su cuidado. Confíe en ella para que velará por ellos y fue lo que menos hizo. Íbamos camino a la mansión, pues después del mensaje que recibí por parte de Logan, todo se había vuelto un verdadero caos. Lo llamé exigiéndole una explicación, pero él solo dijo que no podía hablar de eso conmigo por teléfono, que requería de mi presencia en Rusia y que debía venir lo antes posible. Algo que hice tan rápido como pude, me devolví, busqué a Vlad y al contarle todo, inmediatamente abordamos nuestro Jet privado y volamos directamente hasta rusia. —Trata de relajarte, de seguro todo tiene una explicación, Alek —me exigió con voz dura y l
Dasha PetrovAbrí los ojos ligeramente y me senté de golpe al notar que no estaba en la habitación donde nos habían tenido días antes. O quizá horas, la verdad no sabía cuánto tiempo teníamos secuestradas. Miré a mi alrededor y fruncí el ceño al confirmar que me encontraba en otro lugar, este era mucho más bonito ya que era una habitación ligeramente decorada. Parecía una habitación de hotel, pero no podía saberlo a ciencia cierta. Bajé la mirada hasta mi barriga y cuando intenté acariciarla, me frustré al notar como unas esposas me lo impedían casi por completo. Jalé tan fuerte como pude, pero obviamente sin éxito alguno, por lo que no me quedó más remedio que seguir mirando a todos lados. Me asusté al confirmar que efectivamente estaba sola en la habitación y que Ada no estaba por ningún lado, lo que me puso muy nerviosa al imaginar que tal vez Sergei le había hecho algo malo. —Me alegra mucho saber que ya despertaste, amor mío —su voz me sacó de mis pensamientos y me hizo vol
(Maratón final 1/7)Dasha Petrov Me levanté como un resorte de la cama y con lágrimas en los ojos miré a Alek frente a mí preguntándome si era un sueño o no lo que estaba viviendo. —Dime que no estoy soñando, por favor, dime que de verdad viniste por mí, Alek —toqué su rostro y comencé a llorar al confirmar que era real, que finalmente había venido a rescatarme. Se arrodilló frente a mí, tomó mi rostro entre sus manos y me miró fijamente. —Iría al maldito infierno solo por tí, Dasha, así que no sé porqué sigues dudando de mi presencia —pegó su frente a la mía y cerré los ojos sollozando en silencio. Él se separó de mí, miró mi barriga y sonrió antes de posar sus manos encima de las mismas y comenzó a acariciarla con delicadeza. Dejó un suave beso en la misma y quise detener el tiempo ahí mismo cuando noté como gruesas lágrimas caían por sus mejillas sin cesar. —Hola, cariño, aquí está papá —le susurró a la bebé y sentí que estaba soñando, que nada de lo que estaba pasando era re