Alguien llamó a la puerta y reconocí el aroma de Zack y de Wendy. También Sam entró, al igual que Jimmy, que estaba más atrás.—¿Que hacen todos aquí? —preguntó Seth, molesto por ver tanta gente en nuestro cuarto.—No seas grosero con nosotros, estuvimos esperando sin nada que hacer por horas mientras hablaban con tu padre. —Zack hizo una mueca. —¿Y, van a decirme si hay alguna novedad?—Me han informado sobre lo que ocurrió con los orgonitos. Yo se bastante sobre gemas y su historia. El territorio Garra rubí tiene una gran producción de estas gemas. —observó Jimmy, con una mirada suspicaz. —Me resulta un poco extraño.—La reina bruja debe necesitar esa cosa. —soltó Seth, con algo de oscuridad en su mirada, se notaba que no simpatizaba para nada con las brujas. —Ese viaje debe ser para eso.—Pero aún no sabemos que hace. —Wendy me miró con preocupación. —¿Esa anciana de la que hablan puede correr peligro?—No lo creo. —Jimmy la tranquilizó. —Las propiedades del orgonito no son curativ
PoV AthiusEl hecho de partir del castillo significó para mi un alivio bastante grande. Las últimas horas, antes de alejarme, el aroma de Lumen se me hizo tan fuerte que incluso estuve a punto de perder el control.No comprendía porqué. Yo no era su compañero, era como si solo estuviera obsesionado con ella o algo así. Estaba casi seguro que eso tenía relación con la visión que tuve de mi madre.Lumen podía estar manipulándome. Mi madre era piadosa al no decirle a mi padre sobre esto, porque mataría a Lumen de inmediato. Me pregunté si eso no sería lo mejor, si no era más fácil que yo le dijera a mi padre lo que vi y mi preocupación para que el se encargara y las cosas fueran más sencillas.—Estás pensando mucho. —la voz de Mina me hizo salir de mis pensamientos.—No. Solo medito, aprovecho el tiempo libre. —dije, sonriendo.Mi padre decía que la meditación y estar en silencio era nuestra forma especial de aumentar y equilibrar nuestra aura. En el pasado podía meditar varias horas. Ah
Athius—¿A qué te refieres con eso, papá? —pregunté, enseñando los colmillos para comenzar a correr y que el entrenamiento diera a inicio.En un principio, mediamos la velocidad en una carrera. Luego, comenzaban las pruebas de fuerza.—Rosé era casi tan fuerte como yo. Era una buena amiga para mí, compañera de entrenamiento. Siempre fuimos un grupo unido, Dun también es un hermano para mí. —mi padre corría sin cansarse, estábamos hablando a través de nuestro enlace padre-hijo.Mi lobo estaba debilitado y él se dio cuenta.—¿Qué le pasó? ¿Cómo fue que la mataron entonces? —pregunté, incrédulo, estaba casi seguro que mi padre inventó la historia.—Una emboscada, en una exploración. Rosé peleó valientemente a mi lado. Fue una expedición clave para forjarnos como la manada real. Sin su fuerza, quizás ni siquiera tendríamos el castillo. —mi padre hablaba con severidad y respeto, sus palabras si eran ciertas.No tenía mucho sentido para mí.—Nuestros enemigos fueron listos. Las heridas de R
LumenSeth me arrinconó contra la pared, estaba a medio vestir todavía.—¿Qué soñaste? —preguntó, como si quisiera morderme o atacarme.Prácticamente me gruñó. Eso me hizo enfadar. ¿Por qué tenía que acorralarme como si fuera su presa?Uf, la mezcla de sentimientos colisionaba dentro de mí. Porque esa mirada asesina era lo más atractivo en el mundo, pero igual me fastidiaba.—La anciana estuvo en mis sueños. —respondí, casi entre dientes.El arqueó las cejas, porque sabía que la respuesta para él también era la misma. Los dos soñamos casi de la misma manera. Aunque éramos compañeros, esto no era para nada normal.Besó mis labios con fuerza y lo mordí. Eso le gustó, siempre le gustaba. Me tomó de la mano para salir del cuarto. Yo escogí uno de los vestidos de color crema que había en mi closet. No podía elegir más que lo que allí estaba.Salimos y solté la mano de Seth para saludar a Wendy. Jimmy estaba allí también. Zack y Sam no estaban y eso me dio mala espina.—¿Dónde está Zack? —p
Narrador—Hay que darnos prisa, no me gusta estar aquí más tiempo del que usualmente tengo que cumplir. —se lamentó Wendy, no le agradaba estar en las lavanderías para nada.—Lo siento. —Jimmy se encogió de hombros, avanzando rápidamente por los pasillos para llegar al piso de la anciana, el último.Ni siquiera sabían cómo se llamaba. Tendrían que buscarla por su aroma y eso no era muy esperanzador. Jimmy poseía un buen olfato, pero esta anciana no tenía un aroma de loba fuerte, era casi como el de las flores. La lavandería albergaba una gran cantidad de productos de limpieza que emanaban distintos olores fuertes que también dificultarían la tarea.—No podrás seguir ayudándome, Jimmy. —Wendy lo sujetó del brazo para que el se mostrara más tosco con ella.Jimmy fingió zamarrear a Wendy para que nadie sospechara que eran amigos o algo así. Tenía que tratarla como a una esclava para que su vida no corriera peligro.—Helen ya lo sabe. —Wendy comenzó a buscar en el lugar, mirando con atenc
—¿Ella estará bien? —preguntó Lumen, mirando a Seth con temor.El no respondió. En su mente, tenía varias cosas en las cuales pensar. No quería sentir pena por la anciana porque nunca antes había tenido compasión. Sin embargo, un sentimiento inexplicable de protección se estaba instalando en él. No quería ver a Lumen triste y tampoco quería que la anciana muriera. Aunque antes no le habría importado en lo más mínimo.En el pasado nunca debió preocuparse por la piedad. Tenía la mente en la batalla y luego, en el entrenamiento. Mataba a sus enemigos sin piedad alguna.La sed de sangre era implacable en él, cada chica que le gustaba era suya y luego se olvidaba para siempre.Todo era diferente ahora.Lumen se aferró a su cuello, para que le prestara atención. La miró a los ojos. Siempre sentía una punzada de nervios cuando ella lo miraba así. Tenía, para él, los ojos más hermosos del mundo.—Estará bien. —trató de tranquilizarla Seth, abrazándola levemente, casi con dulzura.Lumen apoyó
LumenAquel lugar donde debíamos realizar el ritual estaba, afortunadamente, vacío. Jimmy preparó en la cazuela de porcelana la mezcla indicada por la anciana.Me pregunté si realmente serviría de algo. La pobre mujer estaba casi en la última etapa de su vida, se veía demasiado anciana como para haber escrito aquella receta. Quizás solamente la había encontrado.—¿Qué pasará? —le pregunté a Wendy, a pesar de que ella tampoco lo sabía.—Esperemos que ayude a mejorar su salud. —mi amiga se aferró a mi brazo. —Jimmy es muy listo, ha conseguido todo lo que la lista indicaba y mezcló todo perfectamente.La mezcla de ingredientes, junto con el orgonito, causó un extraño fenómeno que me dejó impactada. Abrí los ojos como platos al ver como un humo rosa salía del cristal.—¿Qué está sucediendo? —preguntó Zack, que se nos unió y no me di cuenta de su presencia.—No lo sé. Jimmy ha mezclado los ingredientes y ahora estamos esperando. —explicó Sam, sonriéndole.En ese instante, mientras el humo
Narrador—Te ves mejor el día de hoy, hijo. —Belcekar se dirigió a Athius, que se hallaba desayunando en el salón comedor de entrada.Él estaba extasiado de poder, su aura había regresado a la normalidad y tuvo una noche de cacería y entrenamiento tan furtivo que apenas si lo recordaba. Aquella cosa que le dio Mina logró borrar toda esa debilidad que estaba afectándolo. Se sentía agradecido por eso, ahora que tenía la mente más clara lograba distinguir que actuó como un tonto y estaba siendo manipulado.—Sí. Supongo que la locura terminó para mí. —soltó Athius, mirando a su padre con seriedad, estaba listo para volver a ser quien debía ser.—Eso espero. Los enamoramientos a veces duelen un poco, hasta que encuentras a tu compañera. —Belcekar observó hacia donde estaban Melia y su compañero. —Esa chica solo fue un enamoramiento y nada más.—Es cierto. —replicó, tratando de grabárselo a fuego.Belcekar dejó a Athius con Mina, ella lo olfateó.—Estuviste cazando, por lo que veo. —entrece