Nicolás El día era estupendo, y a pesar de su molestia por viajar en auto, hasta nuestro destino y los lobos extras, todo parecía marchar viento en popa. Podría acostumbrarme a su compañía, a su inequívoca virtud de analizar y cuestionarlo todo.Cuando bajamos del auto al pie de la montaña, los chicos montaron todo en un abrir y cerrar de ojos. Todo se veía muy apetitoso y el ambiente era ameno, lo mas importante ella se veía féliz. Solo eso era importante, al menos para mí.planeaba comer algo, para posteriormente cambiar de forma, subir la montaña, sentir el viento soplar entre el pelaje y la tierra bajo las patas.Shadow me había dicho, que creía que si loba también sería especial, aunque no entendía a lo que se refería, estaba de acuerdo, todo en ella me parecía especial.Alpha tenemos un intruso cerca de usted - algún guardia fronterizo me avisaba por enlace mental. - Investiguen y estén atentos, tengan cuidado por su encuentran más intrusos-Mi cuerpo no pudo evitar ponerse
Sarah. La atmósfera se volvía pesada, mientas la lucha de egos masculinos se propaganda a nuestro alrededor. Cuando nos había. traído como trofeo, Diane y Michelle habían participado en el combate, aunque todo parecía indicar que estos machos no lo sabían, ese hecho no era conocido por el Alpha o sus Betas. No era un secreto que los bastardos de sus ex esposos, las habían tratado con la punta del pie, nadie podría ver los golpes inflingidos por ellos a petición de sus compañeras destinadas solo por aburrimiento, ambas tenían ganas de sacar todo ese dolor y frustración producto de tantos años. Chicas que les parece si les mostramos como se hace?- les pregunté a ambas mientras las miraba de soslayo, pude ver a Michelle lamerse los colmillos mientras Diane me pedía esperar un poco más. Hanna aullaba impaciente en mi mente absorta en la pelea, que no es necesario decir lo desigual que ya era. Los forasteros nos superaban en numero 5 a 1, y aun así parecía que no perderían. No obst
SarahNo quería volver tan pronto, Nicolás ya no aceptaría un no por respuesta. Así que, cuando me pidió que saliera del agua y me vistiera no tuve más remedio que aceptar a regañadientes.Estaba molesto y no quería exaltarlo más. El camino de regreso fue incómodo, tanto que nuestros acompañantes decidieron viajar en 4 patas y una cola. El panorama no era alentador, el silencio era inminente, sabía que sus palabras en ese momento podrían ser duras. Así que decidí no jugar con su paciencia, saque la cabeza por la ventana y disfrute de la libertad que me quedaba.Mientras sentía el aire pasar por mi cabellos y acariciar mi rostro, vinieron a mi mente recuerdos de otra época.No pude evitar preguntarme cómo estaría James, si Camille ya sería Luna. internamente esperaba que si, que ellos hubieran seguido sin mí, tal vez ya estarían esperando cachorros y serían una familia feliz.Este último pensamiento me lastimó, me pregunte si en algún momento yo tendría una, sabía que por el momento n
Nicolas Podía ver en Henry, una sonrisa de satisfacción al ver cómo sus "aliados". Aún no sé cómo llamarlos. Nos superaban en numero. Debía buscar una solución rápida, o las cosas podían no ser tan favorables. Shadow gruñía en advertencia, más me mantenía firme en mi posición. Sabía que no debían llegar a ellas. Henry me recordó su sangre de Alpha al desplegar su sumisión, aún sabiendo que yo no me vería afectado. Si bien al haber rechazado a Anne y posteriormente ser un renegado, aún mantenía algo de poder, el suficiente para darse a notar. Su mirada lasciva y a la vez llena de odio. Sabía que los abandonados aborrecen a las hembras, puesto que ninguna se emparejara con un lobo sin manada. Por lo tanto, cuando podían aprovecharse de alguna, no lo dudaban. Veía especial interés por Sarah, por lo que inmediatamente me di cuenta de que ese interés era meramente una afrenta para mí. Henry me culpaba por haberlo expulsado de la manada. No me di cuenta cuando un abandonado se
Sarah Esa noche no vino a la habitación, ni la noche siguiente. Me pregunte en donde estaba, que estaba haciendo o por qué no venía a mí. Esto último me dolía y me entristecía. Quizá ya había pasado de mí. No podría culparlo porque sabía que yo no era explícitamente una belleza, había desperdiciado mis mejores años al lado de James, sabía que era mercancía dañada y aunque me doliera, sabía bien que era difícil encontrar a un lobo decente después de haberme emparejado alguna vez. No pude evitar rodar una lágrima, húmeda y tibia por mi mejilla, seguida de otras más, sollozando me repetía que todo estaría bien. Tome la decisión de que por la mañana buscaría a Nicolás y le preguntaría el por qué me estaba evitando, necesitaba una respuesta sin importar si me lastimaba. ---- A la mañana siguiente lo busque sin éxito por todas partes, parecía que se había esfumado. Mi antigua habitación ya estaba lista, por lo que decidí mudarme a ella esa tarde. Pude notar que Michelle y Diane, ta
Nicolás Me sentía terrible por sospechar de ella, me aterraba que su plan fuera volver con ese idiota que la había perdido, que ya había renunciado a ella. Solo de pensarlo me volvía loco de celos, quería matarlo, acabar con él. No necesitaba un motivo, cualquier pretexto serviría. Imaginaba en mi mente las mil y un formas en las que podría torturarlo. Sería glorioso, tratarlo como la escoria que era. Estos pensamientos me estaban volviendo loco. Cuando decidí investigar todo sobre Sarah, Michelle y Diane, Gabriel y Antoine no estuvieron de acuerdo. Pero lo aceptaron como una orden más. Debíamos aceptar que no las conocíamos como pensábamos y que tal vez, solo tal vez lo que veíamos era solo una actuación. Antoine se mostraba más renuente, el me explico que la expareja de Diane, había perdido la vida durante la invasión, no obstante la vida de ella era un total infierno a su lado, la actual Luna era una perra que entrego a Diane, para preservar su mandato y la sucesión de
Nicolás El cuarto estaba lleno de sombras, solo interrumpidas por la luz de la luna atravesó del ventanal, parecía haber sido destrozado por una tormenta o una orda de bandidos, mi ropa dispersa por todos lados. Prendas regadas por el suelo, sobre los muebles y desparramada sobre mi cama. Me preguntaba que había pasado ahí. En el medio de los restos de aquella tormenta que parecía haber pasado por mi habitación. Se encontraba ella, estaba envuelta entre mis camisas y alguna que otra sudadera. Tan frágil, tan pequeña, tan abandonada, se veia tan indefensa que mi corazón pareció estallar en mis oídos, cuál cristales rompiéndose, cayendo al suelo uno tras otro para fragmentarse aún más. Quien diría que era una mujer feroz, capaz, que se entregaba con todo el corazón y no aceptaría menos que eso. No debía aceptar menos que eso. Era hermosa, fuerte, inteligente,valiente, testaruda, fruncia la nariz y enseñaba los dientes cuando me retaba. Era toda una Luna, era simplemente majestuos
Sarah Cuando desperté estaba desorientada, podría decir algo malhumorada. había pasado mal la noche anterior por lo que me negaba a salir de debajo de lo que fuera que me estaba cubriendo. Más, al darme la vuelta al tratar de escapar de la luz del sol, choque contra lo que podría describir un muro, tan duro y sólido. Nicolás estaba a mi lado, no sabía en qué momento más no me importaba, el estaba ahí dormido y eso era todo. Solo había un problema, estaba atrapada entre sus brazos y bajo su peso. Al principio no me importo, estaba con él, estaba feliz, no obstante después de un rato las necesidades físicas de cualquiera me desquiciaban. Cuando por fin despertó, yo estaba molesta, el parecía disfrutar la escena que para mí no era graciosa en lo absoluto. Me aferró con más fuerza a su pecho, yo no podía respirar, me separó en cuanto noto que me estaba quedando sin aire, mareada y sin aliento tire mi cabeza para atrás, aún no lo perdonaba por haberme evitado todos estos días o po