Nicolás

Nada más verla en ese vestido entallado, sentí dolerme la entrepierna, trate de disimular y me recargue en el marco de la puerta, admirando la, oh si que era hermosa.

piel trigueña, algunas pecas posicionadas en los lugares exactos entre su rostro, su cuello y su pecho, agradecía lo que la vista de ese vestido podía ofrecerme.

Te gusta lo que miras?- pregunto ella traviesa mente, con su loba asomándose por su mirada, Shadow se lambia los colmillos ante tan jugosa presa. Claro que me gustaba, esta mujer aún no sabía el poder que tenía sobre mí.

Esas piernas largas y aperladas, ese escote en forma de corazón que delineaba su exquisita figura, esos ojos caramelos que me tenían dominado, o valla que me agradaba lo que veía.

Sabía lo que le costaba, esto no era algo que ella habría hecho alguna vez, y no me estaba quejando pero le veía incómoda, agachaba la vista y lo que me hizo sentir como un aprovechado, ella aún no estaba lista, James y su rechazo había sido aún muy