Lentamente, Curthwulf se calma y cuando ya ceo que ha dejado salir todo su dolor, lo incito a que me explique cómo fue que llegamos a este punto, que fue lo que le hizo pensar que era buena idea ayudar a una mujer como Brittany.

Suspiro profundo mientras veo como un hombre tan fuerte muestra sus heridas más grandes y sus desaciertos, sin temor a ser juzgado o señalado por ser alguien que solo sabe equivocarse.

— El perfecto y racional que no decidía por las emociones, dejó de existir y solo quedó este desastre de persona que solo espera tener el valor de acabar con esto.

Esas eran una de las tantas frases cargadas de dolor que había en sus escritos. Por lo que, dejé que se expresara de todas esas formas para dar mi opinión. Una que, aunque no iba a sanarlo, por lo menos, podría ayudarlo a sentirse menos culpable. 

Él había comenzado a asumir todas sus culpas, yo deb&iac