Laura estaba muy descontenta con su actitud tan arrogante, por lo que quería ahuyentarlos a gritos. Sin embargo, los gritos de Laura no les afectaron en nada. El hombre corpulento no solo no se fue, sino que se sentó perezosamente en el sofá al lado de Laura. Dos secuaces de él se pusieron de pie de
Miguel fingió levantar la mano, y los tres estaban tan asustados que se escaparon despavoridos del sitio inmediatamente.—Muchas gracias, señor Rodríguez —en ese momento, Laura se adelantó para agradecerle.—Esto es lo que debo hacer —negó Miguel sacudiendo con fuerza la cabeza.Luego, Miguel dejó s
Al ver a Miguel, Carolina mostró una sorpresa muy evidente. Muy pronto, su tristeza se transformó en una gran alegría.—¡Señor Rodríguez! Pensábamos tomar un taxi de regreso a la universidad, pero es muy difícil conseguir uno a esta hora.Miguel asintióy les ofreció:—Si quieren, puedo llevarlas has
—Por supuesto que sí. Tengo la misma edad que Carolina. Además, somos todavía estudiantes, seguro que nos espera un gran futuro muy brillante —refutó Lucas con desprecio.—¿Cuántos años tienes? Un hombre tan viejo como tú no puede enamorar a una muchacha tan joven como Carolina. La próxima semana se
—Hola, Miguel, ¿dónde estás?—En la Bahía Celestial.—Entiendo, por favor, no se te olvide venir al Hotel Paraíso. Acuérdate que hoy es la rueda de prensa para revelar nuestro elixir de las mil maravillas —dijo Mía.—Seguro que has visto la tele, ¿no? La familia Martínez también ha celebrado una rue
Al ver la aparición de Pedro, Marcos no pudo evitar fruncir el ceño con fuerza. Todos los periodistas de Riomar se adelantaron rápidamente.—Doctor Gómez, ¿para qué ha venido a la rueda de prensa de la compañía Álvarez? ¿Para representar su producto o simplemente como asistente? —preguntaron muy cur
Antonio se adelantó apresurado y tomó uno de los elixires de las mil maravillas con cautela. Al tenerlo en la mano, sus ojos se abrieron ampliamente y murmuró muy desconcertado:—¿Cómo es posible? Este elixir… huele muy bien. Además, no veo la huella industrial en él. ¡Qué maravilloso!Solo con su a
Íñigo miró el elixir de las mil maravillas, que estaba muy de moda, y respiró profundamente. Si no tomaba medidas de inmediato, su elixir de belleza sería olvidado por el mundo para siempre. Llamó de inmediato a dos secuaces y les murmuró algo en voz muy baja.En ese momento, la rueda de prensa de l