-Giovanny- —¿Qué? No puedo creerlo. ¡No puedo creerlo! ¿Cuándo despertó? ¿Ella está bien? Por los cielos— Cubrió su boca con ambas manos. —Tranquila. No poseo muchos detalles tan solo lo que acabo de decir. En cuanto aterrizamos se me informara. — ¿Pero qué dices? Tengo que ir a verla de inmediato— en ese instante un pequeño ataque de tos hizo que la rubia regresará la cabeza hacia atrás y se cubriera. — Lo siento. Fue la emoción — se excusó. Pero no, no era así. Estuvo a poco de padecer hipotermia, Sera estuvo a poco de morir por mi culpa. Fruncí el ceño. Sintiéndome culpable nuevamente. Cerré mis ojos con enojo reprimido. Después de verle caer al lago, la idea de perderla carcomía mis entrañas. No fue hasta que los hombres de Alessandro intervinieron que, supe, todo era parte de un plan. Firmé los documentos, acepté cualquier trato con los socios con tal de mantener a mi hijo a salvo. A Sera, a salvo. — Sigues enferma— Comenté sin sentimiento. La atención de Llilvian se fijó e
“Cuida los pasos de tu vida, puede que en un futuro estos definan tu final" -Sera-Regresar a mi país de origen, a mi ciudad, pero no a mi casa, me parecía hasta cierto punto, desconocido. No había forma alguna en que intentaste olvidar lo que pasó en Alemania. Incluso ahora, que me encontraba a pocos segundos de pisar la mansión. Durante el vuelo de regreso, después de que el “Señor Arcuri” se hubiese cansado de tocarme el cuerpo—algo que ciertamente no me molestaba en absoluto— divagó entre llamadas y mensajes a personas que no conocía. Nombró en más de una ocasión el nombre de Leandro.— Simón — Saludé al mayordomo de la casa. Lo miraba como un amigo. Y esperaba un día él, pudiese decir lo mismo.—Señor, Señorita Llilvian. Bienvenidos, se les extrañó — Observé el interior de la mansión esperando a ver a la comadreja correr por las escaleras.—¿Y Daniel?— Pregunté—El señorito está con Laura, su nana. Lo llevó a la iglesia — Una pequeña y leve risa salió de mi garganta. Intenté dis
Capítulo 53. El atardecer llegó como una oleada de recuerdos. El cielo se mantenía soleado a pesar del viento fresco que azotaba la ciudad. Noviembre. Dentro de poco se asomaría la culminación de un año. Un año donde mi vida dio un giro inesperado. La actitud de Amanda escondía algo, esperaba no fuese grabe, esperaba que confiara en mí y pudiese decirme qué era aquello que la estaba aquejando. Rayan, su hermana, también lo había notado, pero todo era tan nuevo, tan temprano, incluso confuso. No sabía que esperar ahora que ella estaba despierta. Por ello se había tomado una decisión. Lo mejor era que Amanda se fuese a vivir con Rayan, a las afueras de Nueva York. El timbre de la puerta sonó. Al inicio me causó escalofríos. Eché una mirada hacia la hora, pasaban de las cinco de la tarde. Lo más seguro es que se tratara de Giovanny. Amanda—que se encontraba preparando una mezcla de pizza— se limpió las manos y acercó hasta donde me encontraba sentada en la sala. Ray fue a abrir la puer
Capítulo 54.«Este capítulo está de infarto. No olvides sonreír» -Sera-Cinco semanas después:Respiré profundo. Hoy especialmente había despertado con un intenso malestar de cabeza. Definitivamente mi periodo estaba a poco de llegar, sentía el estómago revuelto. Giovanny había salido muy temprano, apenas estaba amaneciendo. Dentro de pocos días Daniel saldría de vacaciones, y por primera vez. La semana anterior había podido comunicarme con Amanda. Estaba bien, y eso, era lo que más importaba.— Hey. ¿Qué haces aquí?— El gato de Daniel se había colado a la habitación que compartía con Giovanny. Me coloqué una bata y dispuse a ir a su alcoba.—Vamos a despertar a la comadreja— Murmuré cargando al pequeño minino. Aunque de pequeño no tenía nada. Había crecido en tamaño y peso.Abrí la puerta de Daniel. Se encontraba durmiendo en una posición algo extraña. Su pie derecho estaba doblado hacia una esquina mientras su cabeza se encontraba escondida por las almohadas. Rodé los ojos, creo qu
-Giovanny-— Es bueno verte por aquí. En la Compañía— Murmuro bebiendo un sobró de mi café. Kevin levanta una ceja cruzándose de brazos.— Quizás porque estaba incapacitado. Idiota— Suspiré. Durante el altercado en Alemania. Los golpes que mi amigo sufrió le provocaron entre dos costillas rotas y una contusión no muy grabe, un bloque de irritación en su sistema.—Te dije que podías volver a la empresa entrando el año.— Estar en mi departamento todo el invierno no es exactamente lo mejor posible. Especialmente porque necesito estar ocupado en algo. Tengo mucho trabajo.—¿Necesitas una asistente?—Ahora que lo mencionas. La idea no me molesta en absoluto.—Bien, haré que suban a una chica de ventas.— ¿Las cosas marchan bien?— Asentí apretando los dientes.— Conseguí un capital bastante grande para el inicio de la construcción. Al parecer solo tendremos un par de problemas con el clima pero, todo va bien— Agregué.— Si, con el clima. ¿Y Sera? La dejarás muy lejos de este proyecto. ¿Ve
-Amanda- Queens- Nueva York.Nunca había sentido tanta culpa, tanta intranquilidad. Por las noches no dejo de pensar en que estoy haciendo las cosas verdaderamente mal. No puedo conciliar el sueño, no puedo pensar con claridad, no puedo si quiera comprender la verdadera problemática que esto conlleva.Debía protegerla, de la misma forma en qué Sera lo haría por mí. La amenaza de Damián«” Sé que estás mintiendo. Si hablas, si te acercas a Seraine. Voy a matarte y a ella, la meteré presa. Ni siquiera Arcuri podría ayudarle”»Mi labio inferior tiembla. Cada día es peor. Quisiera llamarla, enviarle una carta, gritarle la verdad. Sé que el CEO de la empresa nos ayudaría.Pero la traicione.Y me traicioné a mí misma.Demián hará cualquier cosa para perjudicarla, lo hará por su rechazo.—¡Algo se está quemando!— El grito de Robín me saca de mis pensamientos en donde me hacía inversa.—¡Perdona!— Tomo los guantes de cocina y rápidamente abro el horno. Saco la charola que contenía biscochos
- Amanda-Todo fue demasiado rápido. Ni siquiera estuve consciente de lo que pasó a continuación. Sentí un empujón que me mandó directo al pasto. Respiré la adrenalina que corría en el aire. Un peso hacia presión con mi pecho dificultando que logrará respirar. Me tardé un poco en darle cuenta de lo que estaba pasando. Él me había empujado, él me había salvado la vida de un auto que acababa de estrellarse a unos cuantos metros. Él estaba sobre mi cuerpo. No puede estar pasando. Esto es una locura. Apenas logro estabilizarme. —¡Pero qué carajos!— Maldice entre dientes. Jadeó cuando sus orbes azules inspeccionan mi mirada. —¿Estás herida?— Suelta en un gruñido. Yo no soy capaz de decir nada ni siquiera de articular palabra. Acto seguido siento sus brazos envolverse en mi espalda y jalar de mí para ponernos de pie ambos. Mantiene su agarre con fuerza. —¿Estás herida? Llamaré a una Ambulancia— abro los ojos sorprendida. Niego frenéticamente. —¡No! No llames a nadie. Estoy bien, es
Sera.Me sentía somnolienta, parecido a cuando recién había despertado está mañana. La única cuestión es que, ya había despertado está mañana. Abrí mis ojos con rapidez incorporándome, una mano se metió en mi campo de visión tratando de recostarme nuevamente.— Tranquila. Estás en la habitación. ¿Cómo te sientes Ragazza? — Giovanny me miraba con preocupación.— Estoy bien pero qué, ¿Qué fue lo qué pasó?—Te desmayaste, tu presión bajó demasiado. El médico dice que estarás bien.Y entonces todos los recuerdos de los últimos acontecimientos llegaron a mi cabeza como un golpe efímero.La visita del señor Desword.Las pruebas sobre la mesa.Mis fotografías.Imágenes.Acta de nacimiento.Acta de defunción.Yo…Yo…Soy su hija.— ¿Sera?— No es verdad— vacilo. —Él no puede ser mi padre, es, es absurdo. No lo entiendo. ¿Por qué está pasando esto?— Yo tampoco lo puedo creer. Pero, la mayor fuente de veracidad es el segundo examen de ADN que se hizo. Si estás de acuerdo podemos hacer un terce