Restricción de sentimientos~De nuevo estaban en mi esos pensamientos, era un verdadero dolor de cabeza tenerlos. No había podido dormir nada en toda la noche aunque sentía que mi cuerpo había descansado ya un poco. Estoy en la habitación de Logan, él se quedó a dormir en la de huéspedes, me negué pero según esto, era más cómodo estar aquí.Después de la discusión que tuvimos decidí ahorrar mis palabras yo más que nadie sabía que no podría olvidar lo que sucedió, el daño estaba hecho, él ya no confiaba en mí, y yo no creía en nada y mucho menos en un ángel.Tomé mi celular observa la hora, marcaba exactamente las cuatro de la mañana, resoplé, acto seguido me puse de pie, entré al baño para lavar mi rostro, una vez salí de este recordé algo.-Rayos -hice una mueca al recordar que la había dejado en la sala. Salí y la tomé en las manos sería más cómodo hacerla en una mesa. En mi habitación contaba con una pero en la de Logan no había. Saqué los libros correspondientes y después empecé a
-Hola Many.-Hola Adel, ¿en qué autobús iremos?-El de allá- apuntó hacía la derecha, asentí con la cabeza y caminamos hasta esta fila. Gracias al cielo Diana y Amber habían subido a otro. Mis ojos buscaron a Logan pero no dieron con él, quizá se había rehusado a venir, quizá se había negado a verme.Subimos al autobús y le pedí a Adel sentarnos hasta el final, al principio se negó pero aceptó cuando se dio cuenta de que me sentiría más cómoda allí.Acomodé mi mochila en mis piernas y el autobús empezó ha avanzar al compás de los demás. Estaríamos allá almenos tres días.Me coloqué mis auriculares y empecé ha escuchar musica, me relajaba, recargue mi cabeza en la ventanilla y me dediqué a observar las calles.- ¿Quieres?- ¿Son de avena?- la castaña asintió y tomé una galleta. Mi estómago se sentía vacío y era incómodo escucharlo gruñir. Deguste ese trocito de pan con avena como si fuese lo mejor que hubiese comido en mucho tiempo.- ¿Te gusta leer? – preguntó.-¿Lo dices por esto?- s
~Minuto a minuto~Las situaciones de la vida suelen definirte, los sentimientos suelen controlarte, y los pensamientos en ocasiones son retos, retos que nos engañan, que nos evalúan.No sabes lo que pasará el día de mañana, pero temes que sea peor que el de hoy. El miedo más controversial es temer a el mismo. A tener miedo. Y cuando nos preguntamos, ¿porqué?, o cuando llegamos a la duda del, ¿para qué? Es una recta indecisa.Somos personas que caminan sin dejar huella, somos personas que pierden el derecho a ser escuchadas, a ser vistas porque sus palabras son silenciosas, porque sus letras pertenecen a su mirada, a sus actos, a su alma.Y no importa cuan tan bueno sea el momento sabes que no durará una eternidad, pero por ese instante, será tu feliz eternidad.Las personas de letras y palabra solo quieren una cosa, dibujar su propia historia, redactar sus propias características, dramatizar su propio final. Cerramos los ojos y abandonamos este mundo, tomamos el control de nuestra imag
—Tendremos que buscar el trébol y el hada de lino mañana de regreso, el clima está empeorando, si no llegamos rápido a la cabaña la tormenta nos alcanzará— suspiré derrotada. Me detuve un segundo para recuperar el aliento.— Many date prisa— rodé los ojos y continúe.—Ya no falta tanto— asentí con la cabeza, no me apetecía hablar. Levanté la mirada y llamé a Logan cuando mis ojos se toparon con un puñado de tréboles sobre una pequeña colina de rocas y hierbas.Caminé decidida a subir por uno de ellos pero de nuevo me ví interferida por la mano del pelinegro.—Ni creas que subirás allí, yo iré.Iba a oponerme pero ya se había adelantado. Temía que su peso fuese a ocasionar que las rocas cayeran y él lastimará. Brincó y escaló un poco hasta que su mano sujetó un par de tréboles para tomarlos.— ¡Ah!— me pude alerta al oírlo gritar y quejarse. Bajó de un solo brinco con el trébol en la mano y algo más.— ¿Qué pasó?— pregunte al ver como su mano cubría la palma de la otra. Al quitarla pud
~Mi error~La madrugada era fría, en el techo se podía escuchar la feroz lluvia que caía desde los cielos. Por unos minutos, todo parecía tan perfecto, fue como olvidar aquellas memorias que persistían en mi mente. Memorias que odiaba recordar.Sus ojos estaban cerrados y esas grandes pestañas descansaban, al igual que sus labios entre abiertos y húmedos. Toqué suavemente las mejillas, ya no ardían como horas atrás. Suspiré con pesar. Sabía que llevaba más de una hora detallando el rostro de Logan, sabía que ya se encontraba mejor, que solo dormía, descansaba y soñaba. Estaba apoyada sobre mi hombro, recargada en un costado, giré hasta que mi cuerpo quedó boca arriba.El techo de la cabaña tenía algunas telarañas, lucia un tanto descuidado pero agradecí el tenerlo.No sabía que hora era exactamente, me puse de pie y busqué mi mochila está estaba un poco húmeda, saqué mi celular, el reloj marcaba las tres y media de la mañana.“Ella era su propia tormenta, un abismo de inseguridades y
— Perdóname Many.— Tira un florero al suelo, pídele perdón y…— Sus pedazos no se volverán aUnir — termina por mí. Abro mis ojos y una media sonrisa aparece n mi rostro.—Si me voy ahora será lo mejor, todos están bien sin mí.—No te dejaré ir, no estás bien y eso aún no lo entiendes— Negué con la cabeza.—La doctora Gillens dijo que tus niveles de azúcar estaban muy bajos, al igual que tú peso y podrías tener anemia, definitivamente no irás a ningún lugar si sigues pensando que debes dejar de comer.Su tono sonaba a reproche, un ligero sentimiento de molestia apareció en mí. Me puse de pie y me crucé de brazos.— ¿Desde cuándo te importa que esté mal?, porque hasta hace unas semanas me golpeabas, me humillabas y me decías lo fea que era.¡Así que no tienes el maldito derecho de decidir sobre mi vida Logan!Tomé mi mochila y empecé a caminar de nuevo.—¡Te llevaré a ver a tu padre! Conseguí un permiso especial para que accedieras, solo quédate y te llevaré en tres días más.Pare en
~Carrera de sentimientos~Una vez la profesora anotó en su lista quiénes cumplieron con la práctica me escabullí detrás de las cabañas más alejadas, necesitaba estar a solas, necesitaba sentirme liberada y tranquila . Recargue mi espalda en la pared de madera, respiré el magnífico olor a tierra mojada y busqué en mi mochila mi navaja. Sentir dolor me daba tranquilidad de una u otra forma, me quité la chaqueta y subí las mangas de mi blusa . Mi brazo tenía marcas de diferentes tonos, rojas, moradas, y algunas que recién estaban sanando, sonreí de lado cuando el metal pasó por mi piel causando un corte directo, el ardor ya no era tan molesto.Quizá algunas personas se acostumbran al dolor, y quizá yo sea una de ellas.Una vez mi brazo se llenó de ese color carmesí, tomé un pañuelo de mi mochila y limpié un poco la sangre, cuando bajé la manga y el material cálido hizo contacto con mis heridas, mordí mi labio por el escozor que recorrió el área afectada. Coloqué una canción en mi celular
Cuando supe la verdad, sentí que el mundo se me venía encima, todo lo que había creído, respaldado. Aquello que más me había dolido en el alma, era mentira, una confusión que me negué a observar y ahora, no sólo yo estoy pagando las consecuencias.Creí que ella era la culpable, que su padre solo se había echado la culpa para salvarla de prisión. Y en cierta forma fue así, con la diferencia de que la verdadera culpable de todo fue la vida, fueron las circunstancias del momento, fue el destino.Me había curado, cuidado y en cierta forma protegido cuando esa araña me picó, tenía que saber cuánto odio realmente había en su alma hacía mí, hacer que ese animal me picase a propósito no fue la mejor de mis ideas pero si la más eficaz. Cierro los ojos y su imagen en el suelo siendo humillada por los demás, golpeada, destrozada por mí, es lo único que atraviesa mis memorias como un frenesí. Era mi amiga la conozco desde los doce años, ambos aprendimos lo que era crecer juntos, lo que era, quere