~Minuto a minuto~Las situaciones de la vida suelen definirte, los sentimientos suelen controlarte, y los pensamientos en ocasiones son retos, retos que nos engañan, que nos evalúan.No sabes lo que pasará el día de mañana, pero temes que sea peor que el de hoy. El miedo más controversial es temer a el mismo. A tener miedo. Y cuando nos preguntamos, ¿porqué?, o cuando llegamos a la duda del, ¿para qué? Es una recta indecisa.Somos personas que caminan sin dejar huella, somos personas que pierden el derecho a ser escuchadas, a ser vistas porque sus palabras son silenciosas, porque sus letras pertenecen a su mirada, a sus actos, a su alma.Y no importa cuan tan bueno sea el momento sabes que no durará una eternidad, pero por ese instante, será tu feliz eternidad.Las personas de letras y palabra solo quieren una cosa, dibujar su propia historia, redactar sus propias características, dramatizar su propio final. Cerramos los ojos y abandonamos este mundo, tomamos el control de nuestra imag
—Tendremos que buscar el trébol y el hada de lino mañana de regreso, el clima está empeorando, si no llegamos rápido a la cabaña la tormenta nos alcanzará— suspiré derrotada. Me detuve un segundo para recuperar el aliento.— Many date prisa— rodé los ojos y continúe.—Ya no falta tanto— asentí con la cabeza, no me apetecía hablar. Levanté la mirada y llamé a Logan cuando mis ojos se toparon con un puñado de tréboles sobre una pequeña colina de rocas y hierbas.Caminé decidida a subir por uno de ellos pero de nuevo me ví interferida por la mano del pelinegro.—Ni creas que subirás allí, yo iré.Iba a oponerme pero ya se había adelantado. Temía que su peso fuese a ocasionar que las rocas cayeran y él lastimará. Brincó y escaló un poco hasta que su mano sujetó un par de tréboles para tomarlos.— ¡Ah!— me pude alerta al oírlo gritar y quejarse. Bajó de un solo brinco con el trébol en la mano y algo más.— ¿Qué pasó?— pregunte al ver como su mano cubría la palma de la otra. Al quitarla pud
~Mi error~La madrugada era fría, en el techo se podía escuchar la feroz lluvia que caía desde los cielos. Por unos minutos, todo parecía tan perfecto, fue como olvidar aquellas memorias que persistían en mi mente. Memorias que odiaba recordar.Sus ojos estaban cerrados y esas grandes pestañas descansaban, al igual que sus labios entre abiertos y húmedos. Toqué suavemente las mejillas, ya no ardían como horas atrás. Suspiré con pesar. Sabía que llevaba más de una hora detallando el rostro de Logan, sabía que ya se encontraba mejor, que solo dormía, descansaba y soñaba. Estaba apoyada sobre mi hombro, recargada en un costado, giré hasta que mi cuerpo quedó boca arriba.El techo de la cabaña tenía algunas telarañas, lucia un tanto descuidado pero agradecí el tenerlo.No sabía que hora era exactamente, me puse de pie y busqué mi mochila está estaba un poco húmeda, saqué mi celular, el reloj marcaba las tres y media de la mañana.“Ella era su propia tormenta, un abismo de inseguridades y
— Perdóname Many.— Tira un florero al suelo, pídele perdón y…— Sus pedazos no se volverán aUnir — termina por mí. Abro mis ojos y una media sonrisa aparece n mi rostro.—Si me voy ahora será lo mejor, todos están bien sin mí.—No te dejaré ir, no estás bien y eso aún no lo entiendes— Negué con la cabeza.—La doctora Gillens dijo que tus niveles de azúcar estaban muy bajos, al igual que tú peso y podrías tener anemia, definitivamente no irás a ningún lugar si sigues pensando que debes dejar de comer.Su tono sonaba a reproche, un ligero sentimiento de molestia apareció en mí. Me puse de pie y me crucé de brazos.— ¿Desde cuándo te importa que esté mal?, porque hasta hace unas semanas me golpeabas, me humillabas y me decías lo fea que era.¡Así que no tienes el maldito derecho de decidir sobre mi vida Logan!Tomé mi mochila y empecé a caminar de nuevo.—¡Te llevaré a ver a tu padre! Conseguí un permiso especial para que accedieras, solo quédate y te llevaré en tres días más.Pare en
~Carrera de sentimientos~Una vez la profesora anotó en su lista quiénes cumplieron con la práctica me escabullí detrás de las cabañas más alejadas, necesitaba estar a solas, necesitaba sentirme liberada y tranquila . Recargue mi espalda en la pared de madera, respiré el magnífico olor a tierra mojada y busqué en mi mochila mi navaja. Sentir dolor me daba tranquilidad de una u otra forma, me quité la chaqueta y subí las mangas de mi blusa . Mi brazo tenía marcas de diferentes tonos, rojas, moradas, y algunas que recién estaban sanando, sonreí de lado cuando el metal pasó por mi piel causando un corte directo, el ardor ya no era tan molesto.Quizá algunas personas se acostumbran al dolor, y quizá yo sea una de ellas.Una vez mi brazo se llenó de ese color carmesí, tomé un pañuelo de mi mochila y limpié un poco la sangre, cuando bajé la manga y el material cálido hizo contacto con mis heridas, mordí mi labio por el escozor que recorrió el área afectada. Coloqué una canción en mi celular
Cuando supe la verdad, sentí que el mundo se me venía encima, todo lo que había creído, respaldado. Aquello que más me había dolido en el alma, era mentira, una confusión que me negué a observar y ahora, no sólo yo estoy pagando las consecuencias.Creí que ella era la culpable, que su padre solo se había echado la culpa para salvarla de prisión. Y en cierta forma fue así, con la diferencia de que la verdadera culpable de todo fue la vida, fueron las circunstancias del momento, fue el destino.Me había curado, cuidado y en cierta forma protegido cuando esa araña me picó, tenía que saber cuánto odio realmente había en su alma hacía mí, hacer que ese animal me picase a propósito no fue la mejor de mis ideas pero si la más eficaz. Cierro los ojos y su imagen en el suelo siendo humillada por los demás, golpeada, destrozada por mí, es lo único que atraviesa mis memorias como un frenesí. Era mi amiga la conozco desde los doce años, ambos aprendimos lo que era crecer juntos, lo que era, quere
Veo como trata de hacerlo pero le cuesta demasiado. Le quito la chaqueta empapada y justo cuando estoy por levantar su suéter ella niega y hace gestos con las manos.Me giro y el rubio sigue ahí parado totalmente pasmado.— ¡Sal de aquí!—le grito frustrado. No dejaré que él vea un mínimo centímetro de su piel.— ¡No la dejaré sola contigo aquí!— ¡No seas imbécil, necesito que entre en calor, estoy seguro de que tiene síntomas de hipotermia y la razón por la que no puede respirar es que está ardiendo en fiebre!— Many— Susurra, vuelvo mi atención a ella solo para notar que su cabeza se ha ladeado y sus ojos cerrandose.— Vete ahora antes de que te haga mierda— arrastro mis palabras con rabia.— Avísale a Tylor y Adel que ella está bien, mañana cuando despierte la llevaré de vuelta, ahora vete— Apretó sus dientes y asintió para después aventar mi celular a la cama y marcharse. Busqué una lámpara y di con una pegada a la pared, jalé la cadena y está prendió, era una luz tenue se notaba
Abrí mis ojos pesadamente, él estaba ahí, mirándome de una forma que jamás había visto. Me incorporé en la cama y sin esperarlo él me abrazó, fruncí el ceño y no le correspondi, había pasado tanto desde que sus brazos me habían rodeado, que, todo era tan raro, extraño, confuso.Cierro mis ojos respirando su olor, solo en ese instante me permito sentirme a mi misma, me permito despertar de mi mundo de fantasía. La garganta me dolía, y mi cuerpo se sentía pesado, débil, quería volver a dormir, recargue el peso de mi cabeza en su hombro. Sentí como se separaba y empujaba lentamente de los hombros para volver a recostarme. Separé mis párpados y él aún seguía observándome. De pronto la palma de su mano se alojó en mi frente para previamente suspirar con alivio.—Tu temperatura por fin bajó.—¿Que pasó?—Miré el lugar en donde me encontraba, no era la cabaña que compartía con Adel, entonces los recuerdos llegan a mi mente de una forma demoledora. Estaba atrás de la cabaña, recuerdo a Breiden