No podía dormir, mi vista estaba fija en el techo pensando una y otra vez en las cosas que pude haber hecho bien, y es qué a veces, lo que más duele no es fallarle a los demás si no, fallarte a ti mismo. Eran exactamente las cuatro de la mañana, dentro de dos horas debía levantarme y prepárame para ir al colegio, reí falsamente al pensar en ello.Me sentía cansada, no había parte de mi cuerpo que no quisiera descansar, pero no podía permitírmelo. Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina, los trabajos de Logan y Diana debían estar terminados para la fecha de entrega. Toda mi vida era una completa mierda.— Quiero que esto termine—menciono para después envolverme en un manto de inconciencia y oscuridad.Una vez más estaba aquí, frente al espejo, buscando algún defecto, observándome de pies a cabeza.Mi piel es muy blanca, pálida, a menudo mis mejillas se sonrojan sin razón. Mis ojos son azules, y mi cabello negro algo liso hasta más debajo de los hombros, tengo algunas pecas en el
—¿Segura? Cómo docente es mi deber ver por el bienestar de mis alumnos.Asiento con la cabeza.—Todo está perfectamente— quiero golpearme por no haber hablado, pero ¿realmente cambiaría algo?Me giro y salgo del aula. No necesito ir a la cafetería, solo recibiría bulas he insultos por los demás, y no es como si me haga falta engordar más.Voy a los sanitarios que se encuentran en la planta alta, pocas chicas los usan son los más desgastados y desolados de la escuela. El lugar en donde puedo crear el muro que necesito para estar bien, el lugar en donde ellos no pueden dañarme, en dónde nadie puede hacerlo.Pongo mi canción favorita y cierro la puerta una vez llegado. Me miro al espejo y, tiene razón, el profesor tenía razón, siempre luzco cansada, duermo muy poco y por ello siempre tengo estas manchas oscuras debajo de mis ojos.Me dice delgada pero, ¿lo estoy ¿, porque cuando me veo al espejo solo veo a una chica gorda, alguien que está muy lejos de estar como Diana y Amber, su mejor a
Giovanny. Esta situación me empezaba a crear una especie de enojo interior. Más que nada, frustración conmigo mismo. Ella estaba aquí, lo sabía. Y haría cualquier cosa para ponerla a salvo. Habían pasado días desde que me comunicaron la situación. Marcel no hacia más que maldecir por no haber colocado a Amanda bajo llave en su hogar. Me preocupaba el hecho de tener fuera de mi vista a Sera. Su embarazo, necesitaba saber que todo estaba bien. Quedaban aproximadamente cuatro meses para que el bebé naciera. Era increíble que se expusiera a tantas semanas de gestación. —¡oh mio dio è incredibile! Que no puedan encontrarla. Es una mujer embarazada— Apreté el teléfono con fuerza. — Señor, no hay ninguna mujer con su descripción. Mucho menos alguna que se haya presentado en estado de gestación. Lamento mucho la situa... Cuelgo el teléfono. No estoy de humor para este tipo de estupideces. — Giovanny pienso que deberías cambiarte. Estás tomando las cosas demasiado a pecho. ¿No crees? —
Tempestad~Sentí que los nervios me habían hecho una mala jugada, mi respiración se acortó, no tenía razón, no tenía pensar, era incapaz de moverme de mi lugar.Él está allí, mirándome con desprecio, con odio. Cómo si fuese capaz de lastimarme con su tensa y oscura mirada.— Si vuelves a dejar incompleto un trabajo de Diana, te cortaré el cabello, ¿entiendes?— tragué saliva y cerré los ojos con fuerza asintiendo con la cabeza.Sé que es capaz de hacerlo, se que es capaz de muchas cosas, Logan puede matarme, Logan puede destruirme aún más de lo que estoy.—Lo siento, te juro que no volverá a pasar— Murmuré por lo bajo.Abrí mis ojos y dejé escapar un gemido de dolor cuando sentí como su mano se aferraba a mi cabello y lo jalaba hacía atrás.—¡No me interesan tus mediocres disculpas. No vuelvas a cometer un error como este! — arrastró las últimas palabras con ferocidad, intimidándome, haciendo que cada parte de mi cuerpo temblara. Un nuevo miedo se instaló en mi mente, uno que ni siquie
El viento frío azota mi rostro y siento una sensación de placer, camino rápidamente hacía el colegio, el cielo se ha oscurecido más, una fuerte lluvia caerá este día. Por lo regular en estos meses la lluvia siempre está presente, cosa que los bosques de Irlanda agradecen al cielo, puesto que el clima ayuda a que las plantas hierbas y otros ecosistemas prevalezcan.Con cada paso que doy entre los pasillos hacía mi casillero, escucho más ofensas, murmullos.Vengo tan sorda en ello que no me doy cuenta cuando choco con alguien y deja caer sus libros. Asustada de lo que pueda hacer me apresuro a recogerlos.—Lo siento tanto—Exclamo .—Descuida— levanto la cabeza para toparme con una chica de tés morena y cabello café, nunca antes la había visto.—¿Sabes en dónde está el casillero número 23 B?—Si, de hecho es el que se encuentra a lado del mío— me regala una sonrisa y empiezo a caminar esperando que me siga .—¿Eres nueva?— me atrevo a preguntar.—Soy estudiante de intercambio, mi nombre
Dolor~ —¿No comerás nada?—negué con la cabeza, Adel literalmente me había obligado a acompañarla por el almuerzo.—Comí algo en casa —hice una pequeña mueca, no dejaba de darle vuelta al asunto del campamento.-Estás muy delgada, ¿Cómo le haces para mantener esa figura?Y de nuevo esa palabra, delgada, ya dos personas la han dicho, ¿pero en realidad lo estaba?, recordaba mi reflejo en el espejo y en mi mente, negaba con la cabeza, yo no era delgada.Me sobresalto cuando alguien deja caer varias libretas y libros sobre la mesa en dónde estamos. Levanto la mirada y me topo con Diana y Amber.—Que no se te olvide hacer nuestra tarea pulgosa— observa por un instante a Adel y ambas se giran para irse. Suspiro al pensar que está vez no me lastimaron.—¿Por qué haces sus tareas?— cuestiona la morena.—No lo entenderías, nadie lo haría— me levanto de mi lugar, tomo los libros y salgo de la cafetería a paso apresurado.Me equivoqué al pensar que Adel podría ser una amiga para mí, no puedo ha
—Me recuerda tanto a él Patrick.—Lo sé, pero te aseguro que haré lo que esté en mis manos para que no tenga el mismo final que nuestro hijo.Escucho a dos personas hablar, la voz de un hombre y una mujer, no entiendo bien lo que dicen, du voz suena lejana, aguda, quiero moverme, pero mi cuerpo no me responde, quiero hablar, pero ningún sonido sale de mis labios, y una vez más, me dejó llevar por una burma siniestra y oscura.Una luz clara me molesta en los ojos, parpadeo algunas veces hasta que me acostumbro a esta, estoy en una habitación, los rayos del sol entran por una enorme ventana colocada a unos pasos de mí.Mi cuerpo ya no siente tanto dolor como antes, me incorporo un poco solo para darme cuenta exactamente como me encuentro. Una manta cubre mi cuerpo, la quito y veo que tengo vendas en mi cintura, lo mismo puedo notar en mis brazos, estás los cubren desde la muñeca hasta los codos. Traigo puesta una camiseta gris que me queda enorme la cual está doblada, con manos tembloro
Única Verdad~Caminaba lentamente, pensando una y mil veces en lo que acababa de pasar, no podía evitar sentirme culpable, sentir nostalgia.Su hijo había muerto por anorexia y bulimia.Tú no estás enferma, solo quieres que ellos dejen de decirte gorda.Recordar sus burlas y ofensas me daban mayores motivos para continuar con esto, para seguir con; la dieta de la perfección.Ellos no entendían, no lo comprendían. Solo quiero que esto termine, pero cada vez parece más lejano el momento.Las nubes se habían ido, el calor estaba en cada respirar, sin embargo, el frío persistía en mí, en mi interior, en mi corazón.Observé un parque a un lado del camino que transitaba, observé unos niños jugar, una pareja besarse, unos perros ladrar. Todos tienen un porque de esta vida, y sé que hay más como yo, sé que hay quiénes se preguntan ¿porqué estamos aquí? Yo no busco un ángel, porque no lo quiero.Mi cuerpo duele, pero estoy tan acostumbrada a esa sensación que, prácticamente ya no me afecta. Ll