Stefan no se pudo quedar en la cocina, él sabía lo mal que su amiga lo pasaba siempre que ese bastard0 abusaba de ella, así que, tomando un cuchillo en mano, subió a las habitaciones y fue directo a la que les pertenece. Al entrar y escuchar los gruñidos de Aiden sintió asco, su amiga estaba ahí en
―Tomate el veneno o morirás con ese bastar. ―Vociferó con asco. ―Porque de algo debes estar segura y es que no vas a traer a ese bastardo a este mundo, ¡Eso lo harás sobre mi cadáver! ―Las lágrimas es lo único que podía fluir de sus ojos. ―¿Por qué me haces esto? ―Alzó la mirada. ―Lo único que he h
―Aiden. ―Le mostró la mano ensangrentada. ―Esto no es normal. ―Aiden pasó saliva, ella literalmente se estaba desangrando por su zona. ―No puedo… ―Aiden quiso regresarla a la habitación, pero eso sería sentenciarla, Greta está fuera de control. ―Todo estará bien, pronto pasará todo. ―Los gritos de
El parto para Greta no estaba siendo fácil, estaba teniendo una fuerte hemorragia y el bebé estaba mal acomodado, el sufrimiento por el que estaba pasando le estaba arrancando la vida.Mientras tanto, Karman estaba tirada en el piso en un charco de sangre con fiebre por encima de los cuarenta grados
―Nena. ―Aiden corrió a la cama y se arrodilló al ver a Greta llorando, abrazando al bebé. ―No… no… ―Negó una y otra vez viendo como su oportunidad de reinar se había esfumado. ―¡Ni siquiera pudiste traer a mi hijo con vida! ―Gritó perdiendo el control. ―¡¿Cómo pudiste matar a mi hijo?! ―Greta lo mir
―Aiden, no, por favor. ―Rogó Karman. ―Te juro que yo no le dije nada de tu plan, ¿Por qué haría eso? ―Miró a su amigo temblando. ―Te lo suplico, no le hagas más daño, ¡Por favor! ―Chilló por el nuevo puñetazo al abdomen de Stefan, la herida que tenía inmediatamente se le abrió e inició a sangrar muc
―¡Mierd4! ―Aiden retrocedió al ver al enemigo invadiéndolo todo. ―Perr4. ―Empujó con fuerza a Greta tirándola al piso. ―Ve aquí, debemos irnos. ―Tomó con fuerza a Karman del brazo y la arrastró, debe sacarla de ahí. ―No, ¡Déjame! ―Karman forcejeó para soltarse. ―No puedo dejar a Stefan, ¡Suéltame!
Karman despertó con un poco de dolor en su cabeza, habían pasado dos días y su condición parecía no mejorar. Se siente temerosa y extraña por estar en un lugar que no recuerda, lo único que para ella es familiar, es Stefan. ―Mmmm. ―Se quejó al tratar de moverse. ―¡Dios! ―Se sobresaltó al ver al imp