―¿Adivina quién va de camino al centro comercial para comprar un hermoso juego de muebles que vio? ―Karman rodó los ojos, desde que Stefan supo que el bebé ya pasaría a su habitación, no ha parado de comprar cosas. ―El tío del año. ―La carcajada de su amigo la contagió. ―Sabes que la habitación del
―¡Lo trajiste aquí! ―Gritó empujándolo con fuerza. ―Has secuestrado al mejor amigo de esa mujer, ¿Sabes lo que Trevor Di Marcos nos hará por esto? ¡Quedamos en que no haríamos estupideces! ―Aiden la miró con seriedad, está harto de su histeria, pero sabiendo que debe tener su apoyo para que todos lo
Karman estaba muy nerviosa, verse sola en ese lugar la hizo dudar un poco, pero no se echó atrás aunque podía hacerlo, ella simplemente aguardó a que cualquiera apareciera por ahí con su mejor amigo. No importaba lo que le pidieran, ella está dispuesta a dar la cantidad de dinero que le pidan, lo ún
―Aaahhh. ―Se quejó al caer en la cama. ―¿Qué haces? ―Retrocedió temerosa por esa mirada. ―Serás la esclava de Greta. ―Recorrió su cuerpo con la mirada. ―Ella te hará la vida bastante imposible, así que yo te protegeré de alguna manera. ―Sonrió. ―Pero para eso, deberás ser mi esclava sexual. ―Karman
Humillaciones, acoso y maltrato, Karman estaba desesperada por salir de ese lugar. Trevor no había logrado encontrarla, se dio cuenta que lo que le habían echado encima el día que accedió a encontrarse con esos desconocidos, fue la flor que usan los lobos para ocultarse de los demás.Desearía estar
Aiden realmente desesperado, tocó el cuerpo de Karman sin limitarse, deseaba grabarse lo bien que se sentía hacerlo para cuando estuviera con Greta no se le hiciera tan pesado. Ella por su parte, solamente cerró los ojos con fuerza y se quedó quieta. ―Quiero que participes. ―Aiden la miró a los ojo
Trevor y sus guerreros destrozaron la manada enemiga buscando señales de Karman, pero en las últimas horas no habían encontrado nada. Su mujer no estaba ahí, ella parecía haber desaparecido de la nada. ―Te lo preguntaré una vez más. ―Le hizo otro pequeño corte con la navaja de plata infestada en ve
Su luna estaba muerta, esa mujer a la que esperó por tantos años se había ido de su lado, se la arrebataron como lo hicieron con la primera mujer que amó. Él no lo quería creer, analizó el cuerpo una y otra vez y todo indicaba que era ella, su tulipán, la madre de su hijo, su luna y destinada. Esta