Mientras llega la hora de la comida decidí pasear por los jardines y si, con el pesado vestido, de todas formas no había problema, no usaría el mismo vestido para la comida por "protocolo" a veces odio ser princesa, preferiría ser como la madre de Ailana.
Ella si que ha vivido un montón de aventuras y peligros, nadie nunca la podido detener, es un ejemplo de mujer guerrera inigualable, escucho ladridos y veo a los perros de seguridad salir a mi encuentro, son 10 Dóberman con entrenamiento militar, cuando es su hora de juego siempre vienen a mi o a mi hermano.
— Es su hora de juego majestad— me hablo uno de los guardias, que es su entrenador.
— Muy bien entonces traigan la lanzadora por favor— la lanzadora es una máquina que lanza pelotas o juguetes, es una forma en que ellos se divierten y liberan el estrés de los entrenamientos, los guardias la traen junto a su canasta de juguetes, los perros me miran atentos, tomo uno de los peluches que lleva varias remendadas, lo pongo en la máquina y antes de lanzarlo.
— Tina, Juno atentos— Tina y Juno son de la misma camada sus hermanos se dieron en adopción ya que solo se seleccionan ciertos cachorros para pertenecer a los guardianes, los perros se ponen en posición y activo la lanzadora.
Ambos perros corren a traer el peluche, se lo pelean, Tina lo jala de una oreja y la arranca, Juno me entrega el peluche, Tina solo me entrega la oreja, juego un rato con todos los perros e incluso los acaricio, ahora estoy sentada en el pasto mientras acaricio a Hanni.
— ¿Quien es una buena chica?, Hanni es una buena chica— acaricio las orejas de la dóberman albina, alguien tose falsamente y me giro asustada, miro al príncipe Teivel e inmediatamente los perros se ponen a la defensiva —Quietos todos— les ordeno y todos se sientan pero tienen las orejas tensas.
— Lo siento princesa Esmeray no era mi intención asustarla— se disculpa, su voz que hace que me quiera derretir, me levanto y sacudo todo lo que puedo mi vestido.
— No tiene por que disculparse príncipe Teivel, fue mi culpa estaba distraída— acaricie la cabeza de Tiverius para evitar su mirada, Tiverius es el Alfa de la manada perruna pero el no disfruta mucho de los juegos así que solo se queda a mi lado.
— Solo la vi desde la ventana de mi habitación y quise acercarme, parecía muy feliz jugando con sus mascotas— quiso dar un paso hacia mi pero Tiverius ladra en advertencia y los demás perros se ponen alerta.
— Tiverius quieto— el perro deja de mirar fijamente al príncipe, los guardias al darse cuenta de lo tensos que están los perros los llaman y los alejan — Lo siendo no están acostumbrados a los extraños que se me quieran acercar— le sonreí apenada.
— No se disculpe, está bien que quieran cuidarla— asentí, se acerco y casi me lastimo el cuello, es mas alto que mi hermano y eso ya es mucho.
— ¿Quiere pasear por el terreno?— ofrezco, él pareció pensarlo y al final asintió, caminamos por el amplio terreno, platicamos un poco sobre temas variados como guerra, economía y tradiciones.
— Entonces ¿usted mismo es el estratega y el guerrero principal de su reino?— lo miro sorprendida y él asintió — Wow, bueno yo soy la estratega de mi familia pero siempre he querido acompañar a mi hermano a las peleas, soy buena con la espada y el arco, pero mi familia dice que es mejor que me resguarde por que soy de mas utilidad aquí—
— Bueno quizá algún día la dejen ir, después de todo ya no estamos en siglos pasados donde era ilegal que una princesa sostuviera una espada para pelear y creo que realmente usted le daría una buena lección a quien sea su oponente— me miro de reojo, aun que no lo aparente estoy nerviosa, su presencia me pone nerviosa pero no en el mal sentido, un guardia se acerca corriendo hacia nosotros.
— Príncipe, princesa deben volver en media hora empezará la comida— asentí.
— Gracias, ¿vamos?— él asiente, caminamos de regreso aun que no nos alejamos mucho yo debo cambiarme y seguramente él también, al entrar en el castillo yo me dirijo a mi habitación, encuentro la cama tendida y las puertas del balcón abiertas al igual que las ventanas.
— Ahí estas, vamos no tenemos mucho tiempo— me regaña Ailana, saca un vestido parecido al que traigo pero menos esponjoso y en el mismo color, me peina y me retoca el maquillaje —Listo voy a llevar esto a la lavandería ya que alguien decidió que era buena idea jugar en la tierra—
— Lo siento— ella rodó los ojos y sonrió.
— A veces aun eres esa pequeña princesa que corría descalza en el pasto o en la tierra cuando llovía ensuciando sus mas bellos vestidos, bueno aun eres pequeña pero en estatura— se burla.
— Ya deja de molestar con mi altura— ella se ríe y sale de mi habitación, decido bajar para no tener que correr, hoy ni siquiera e revisado mis notificaciones del celular, es mas ¿esa cosa tendrá batería? llego al comedor mis padres y los reyes ya están ahí, hice una reverencia a modo de saludo cuando los cuatro me voltearon a ver.
— Buenas tardes— me senté en él lugar que me correspondía.
— Esmeray ¿donde esta tu hermano?— pregunta mi padre.
— Lo llamaron de una aldea cercana, los rebeldes estaban saqueando los negocios de la gente— espero que me crea, a papá no le gusta que el futuro rey de Altalune juegue a ser un héroe enmascarado que en lugar de ocuparse de los rebeldes se ocupe de simples ladrones.
— Esos desgraciados— mi papá golpea la mesa, creo que pude haber inventado una mentira que no lo hiciera enojar pero en mi defensa no soy muy buena inventando o mintiendo.
— Por eso la alianza que le propuse esta tarde se debe llevar acabo lo más pronto posible, nuestro reino también es constantemente atacando por rebeldes y su líder está aliado con el príncipe de los brujos— hablo el rey de Althea —Su ejército es el tercero mas poderoso del mundo y sus estrategas son los segundos mejores si derrotamos al usurpador y a sus aliados los demás rebeldes serán derrotados— mis padres me miraron.
— Esta bien, en un 5 meses se casarán para que se conozcan un poco al menos— los reyes de Althea me miraron.
— Según sé, eres la líder de sus estrategas y una peleadora nata, dime una cosa cariño ¿te gusta mi hijo?— me hablo la reina y yo no pude evitar ruborizarme.
— Por favor mamá no molestes a la princesa Esmeray— la reina lo miro a él.
— ¿Y a ti te gusta la princesa Esmeray hijo?— lo mire, en realidad todos lo hacíamos.
— Necesito conocerla más para saberlo pero si, físicamente es hermosa y por lo que he escuchado es muy inteligente— habla tan seriamente que dudo que le guste.
— Bueno entonces dejaremos que se conozcan, princesa Esmeray ¿estas dispuesta a viajar unos meses a nuestro reino para que se conozcan?— la reina si que no se anda con rodeos, le iba a responder pero el rey hablo.
— Cariño creo que lo mejor sería primero contarles a los chicos sobre la propuesta de alianza— la reina sonrió.
— Eso es darle muchas vueltas al asunto, pero esta bien— mira a su hijo y luego me mira a mi —Esta tarde ustedes fueron comprometidos, no hubo contratos ni nada por el estilo pero es necesario para que nuestros ejercicios juntos puedan derrocar al usurpador y el peor enemigo de Teivel— él príncipe aprieta los puños por encima de la mesa.
— Si es para eso, estoy abierto a conocer a la princesa y enamorarla— sería muy mal visto que abriera la boca de lo sorprendida que estoy pero juro que es lo que haría, mi corazón se acelera a un ritmo alocado, puedo escuchar su latir.
— Esa es la actitud mi niño, ¿entonces princesa Esmeray?— miro a mis padres y ellos asisten.
— Sería un placer— respondo con una sonrisa.
— Bien entonces nos iremos en 3 días, si en estos meses no se enamoran no los obligaremos a casarse— asentí después de la comida mis padres llevaron a los reyes y al príncipe a dar un recorrido por el reino, mientras tanto yo corrí a la habitación de Ailana, toque la puerta desesperadamente, pasaron algunos minutos antes de que la puerta se abriera.
Uno de los sub comandantes más jóvenes me miro asustado, traía el uniforme desarreglado, marcas de labial y el cabello desordenado.
— Co...con su permiso princesa— evita mirarme a los ojos haciendo una torpe reverencia antes de irse, Ailana está sentada tratando de peinarse y arreglar su vestido, se gira para mirarme.
— Tienes algo aquí— le señalo la comisura de su labio, ella se lo limpia con el pulgar y después chupa su dedo —Eres una asquerosa— ella solo se ríe.
Después de contarle todo ella esta igual de sorprendida que yo.— Wow eso si que es— se queda callada unos segundos —¡Asombroso! Eres una suertuda, te vas a casar con el amor de tu vida— sonrió.— Bueno eso sí él se enamora de mi, por que le gusto físicamente y cree que soy muy inteligente pero no lo se—— Eso ya es algo, si le atraes físicamente llevas una gran ventaja solo tienes que seducirlo un poco— mueve sus cejas de arriba a abajo.— Pero yo no sé seducir y menos sabría como hacerlo con el chico que me gusta desde siempre y que me pone nerviosa—— Para eso me tienes a mi, soy buena analizando a las personas— eso era muy cierto, Ailana desde pequeña sabe analizar a las personas.— ¿Y que tal que cometo un error?— ella rueda los ojos.— Cariño eres humana obviamente vas a cometer errores y si él te desprecia solo por eso entonces no es él indicado— suspiro y decido cambiar de tema.— No me dijiste que te acostabas con uno de los sub comandantes— ella evita mirarme.— No solo me a
Narra Esmeray: Todo está empacado y listo para mi partida al reino de Alhena, anoche le conté todo a mi hermano y dijo que me visitaría lo mas seguido que pudiera, pasamos una noche de fiesta increíble.— Llámanos en cuanto llegues y por favor pórtate a la altura de tu título, recuerda que también vas representando a nuestro reino— me recuerda mi padre.— Así lo haré padre, no te preocupes— por suerte Ailana me acompañará y no estaré sola con doncellas desconocidas.— Cuídate mucho cariño, recuerda llamarnos cuando no estes ocupada para contarnos todo, te amamos mucho mi niña— mi madre me estrecha en sus brazos, yo hago lo mismo, miro a mi hermano cuando me separo de mi madre.— No dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer, eres una princesa que nació para liderar no una seguidora ni mucho menos una sirviente, recuerda tu entrenamiento, que siempre te apoyaré pase lo que tenga que pasar y que debes respetar para que te respeten— me dice antes de abrazarme, normalmente nosotros
Después de que Teivel nos diera un pequeño recorrido por el castillo nos dejo en nuestras habitaciones, la habitación de Ailana se conectaba con la mía pero sé perfectamente que mi amiga no dormirá tranquila en la otra habitación al menos por un par de noches.Descansamos un par de horas antes de que ella se pusiera como loca, corría de un lado a otro en mi habitación, saco mi pequeño baúl de joyas y las probo con diferentes vestidos en diferentes maniquíes, después se puso a preparar el baño.— ¿Prefieres sales aromáticas de lavanda o fresa?— lo pensé durante unos segundos.— Las de fresa— ella asintió saco las sales aromáticas de fresa y las llevo al baño, yo intente ayudarla en alguna de sus tareas pero me obligó a sentarme en la cama para repasar los nombres de los nobles de este reino.Cuando estuvo listo mi baño, me desnudé y me metí en la enorme tina de cuarzo negro tallada a mano, Ailana exfolió mi cuerpo para dejar mi piel suave, no había necesidad de depilarme por que me hic
Miro el desayuno frente a mi, nos levantamos temprano por que el príncipe Teivel prometió enseñarnos el reino han pasado varias semanas después del baile y solo hemos visitado a los nobles más cercanos, Ailana sabe que es demasiado común que los rebeldes ataquen así que bajo su vestido lleva su ropa de batalla y una espada.— Esconde esas dagas en tu corsé— me pide cuando termino de desayunar, tomo las dagas y las escondo.— Me sentiría mejor con una espada— niega.— En caso de que nos ataquen los rebeldes trataré de que tu no te involucres en la pelea, las dagas son solo para en caso de que se te acerquen demasiado y yo no pueda hacer nada— suspiro y eso hace que me mire —No subestimo tu fuerza pero quiero cuidarte ¿lo entiendes?— asiento con una mueca.Aprovecho que cuando sale un momento a su habitación escondo una espada pequeña, no tan pequeña como una daga ni tan grande como una verdadera espada pero me ayudara mucho mas que las dagas y no es por que no sepa usarlas, si no por q
Al llegar al castillo ya no siento la herida gracias a que Edom me curo, él parece estar muy pensativo, me enderezo y veo a nuestros ejércitos atravesar nadie esta herido de gravedad o los brujos los curaron por suerte.— ¿Que tienes?— le pregunto al fin a Edom.— Encontré a mi destinada— camina hacia una banca que hay en el patio y se deja caer en ella, sonríe como idiota.— ¿Y por que no la trajiste? ¿No se supone que ambos se enamoran a primera vista?— él suspira.— No me dio tiempo ni de acercarme a ella por que su mejor amiga te hirió pero cuando nuestros ojos se encontraron supe que era y siempre será ella— no entiendo pero él no le pone atención a mi cara de confusión.— ¿Te refieres a la doncella de la princesita que esta llena de sorpresas?— asiente lentamente — Carajo Edom ellas son un objetivo— eso lo hace despertar de su mundo de felicidad.— Ella ya no es un objetivo, la quiero conquistar y lo voy a hacer así que no lastimes a la princesa, bueno aun que mas bien le pediré
Las cartas de invitación se enviaron al día siguiente, estuve ocupada con la reina, viendo temas de la boda y del baile donde se anunciara mi compromiso con Teivel, ahora mismo me están haciendo la prueba del vestido, es de un color negro muy elegante, aun que muestra demasiado pero así me gusta, el diseño lo eligió la reina.— ¿Como se ve Ailana?— mi amiga no levanta la vista del celular, luce muy sonriente cada vez que se mensajea con alguien, supe que termino con el sub comandante, pero no quiere decirme quien es su nueva conquista.— Espectacular Esme— pero no me mira.— Déjennos— ordene a las costureras, hicieron una leve reverencia y salieron, le arrebaté el celular, estaba tan distraída en el maldito aparato que ni siquiera noto cuando me acerque.— Dámelo Esme, no es gracioso— negué.— Llevas ignorándome ya casi dos semanas, solo me contaste que terminaste con el sub comandante y de ahí no has vuelto a hablarme, le pides a las demás doncellas que me ayuden a vestirme o me acom
Los días después del baile la reina estuvo muy nerviosa, no se concentraba en lo que le decía, su mente estaba en otro lado, así que esta mañana cuando me reuní con ella para desayunar como cada mañana decidí preguntarle.— Majestad ¿hay algo que le preocupe?— la reina me miro y suspiro.— El consejo está pidiendo que Teivel se case con la princesa Indira, dicen que su reino es mucho más poderoso y que ella es la heredera al trono, están presionando demasiado y aun que la última palabra la tenemos nosotros me preocupa que cuando tu y mi hijo reinen los nobles se levanten en armas—— No creo que se atrevan después de todo su familia fue elegida para gobernar por la diosa Elora, las familias reales se remontan a generaciones pasadas y la diosa Elora tarde o temprano quitara a los que osen usurpar el trono— se tensa, pensé que mis palabras le darían alivio pero parece más preocupada que antes.— Tengo algo que hacer, em lo siento pero tendrás que desayunar sola— se levanta, sus doncellas
La sigo, no se adentra mucho en el bosque pero esta muy cerca de donde deje a Ghost, se recuesta en el pasto, hadas diminutas se le acercan, ella les sonríe, una se acerca a su oído para decirle algo, las hadas no son de acercarse voluntariamente ella debe tener algo especial, la veo asentir, no se como pero en sus manos tiene unas campanillas estelares de esas flores no hay a su al rededor.Ni siquiera crecen en esta nación, crecían en la extinta nación de Eolande hacia los glaciares eternos, es raro pero esa nación a pesar de su clima frío sus tierras eran fértiles y convivían en paz con la naturaleza, por eso los dioses les ofrecieron ese regalo divino, las flores campanillas estelares que concedían deseos, pero había límites dentro de esos deseos.Un hombre, su rey para ser más exactos fue lo suficientemente avaricioso o estupido como para pedir ser mas poderoso que los dioses y estos en venganza lo mataron y destruyeron su reino poco a poco, las tierras dejaron de ser fértiles, e