5. Primer baile

Después de que Teivel nos diera un pequeño recorrido por el castillo nos dejo en nuestras habitaciones, la habitación de Ailana se conectaba con la mía pero sé perfectamente que mi amiga no dormirá tranquila en la otra habitación al menos por un par de noches.

Descansamos un par de horas antes de que ella se pusiera como loca, corría de un lado a otro en mi habitación, saco mi pequeño baúl de joyas y las probo con diferentes vestidos en diferentes maniquíes, después se puso a preparar el baño.

— ¿Prefieres sales aromáticas de lavanda o fresa?— lo pensé durante unos segundos.

— Las de fresa— ella asintió saco las sales aromáticas de fresa y las llevo al baño, yo intente ayudarla en alguna de sus tareas pero me obligó a sentarme en la cama para repasar los nombres de los nobles de este reino.

Cuando estuvo listo mi baño, me desnudé y me metí en la enorme tina de cuarzo negro tallada a mano, Ailana exfolió mi cuerpo para dejar mi piel suave, no había necesidad de depilarme por que me hice la depilación láser hace unas semanas, terminando mi baño me seque el cuerpo.

— Te pondrás el vestido negro que trae adornos con diamantes negros, ese color siempre resalta tu tono de piel y el color de tus ojos— asentí.

Antes de ponerme el vestido me maquillo y me peino, lo que me encanta de Ailana es que nunca sobre carga mi maquillaje, ni me hala el cabello cuando lo peina, el peinado es recogido con algunos mechones rizados sueltos para enmarcar mi rostro.

Escuchamos que alguien toca la puerta, Ailana me pide que la espere un momento mientras va a atender a quien sea que haya tocado, ella ya está completamente lista, trae un vestido vino que resalta su figura curvilínea.

— Yo que usted no andaría hablando sin saber o conocer de verdad a una mujer— escucho que dice Ailana.

— Mis disculpas mi lady, deje me presento soy el capitán Percival Berntsen, seré su acompañante por esta noche— me pego a la puerta para escuchar mejor.

— Si no hay de otra—dice mi amiga con disgusto y no puedo evitar reírme un poco de forma silenciosa — ¿Gustan algo?— decido llamarla para que me ponga la tiara y no pierda la paciencia con el capitán.

— Ailana me puedes ayudar con la tiara por favor— Ailana se disculpo y entro.

— Es un idiota, el amigo del príncipe literalmente es un idiota— me susurra.

— Ya no le des importancia, ¿como se ve el príncipe?— me muerdo el labio.

— Ehhh como un príncipe— ruedo los ojos ante su burla —Ya lo verás ahorita— asiento, termina de asegurar la tiara para que no se caiga, salgo de la habitación junto con ella, miro al príncipe y realmente luce increíble.

Su mirada me escanea y puedo ver que le gusta como me veo, siento que nos quedamos mirándonos por lo que parecen horas hasta que su amigo lo golpea en la espalda y también Ailana me pega suavemente en la espalda sin que nadie lo note, nos saludamos con una reverencia

— Princesa Esmeray permítame decirle lo hermosa que se ve— sonrío.

— Muchas gracias príncipe Teivel, usted se ve muy guapo— se sonroja al decirme el alago y se ve tan tierna, mi amigo tose falsable.

— Princesa permítame presentarle a mi futuro general y mi mejor amigo, el capitán Percival Berntsen— lo miro, pongo una sonrisa amable.

— Un placer conocerlo capitán Berntsen— le extiendo la mano y él la toma para plantar un beso.

— El placer es todo mío princesa Esmeray, su doncella, no se presento— acusa con una sonrisa burlona, miro a Ailana que esta roja del enojo.

— Discúlpela es un poco distraída, su nombre es Ailana Wood, es mi doncella real igualmente que mi guarda espaldas— Ailana sonríe orgullosa de sus puestos de trabajo.

— Es un placer señorita Wood— sonríe coqueto, ella no hace mas que rodar los ojos.

— El placer es mío capitán— no lo decía como si realmente lo sintiera y eso casi me hace reír.

— Bueno vayamos al salón de baile, mi lady— le ofrece su brazo para que se agarre, Ailana de mala gana se agarra.

— Déjeme decirle capitán que no se haga ilusiones tengo un novio esperando por mi en casa— vi al capitán desilusionarse un poco pero rápidamente cambio su expresión.

— Ya veremos que tan fiel es usted mi lady— habla con burla, salen de la habitación y tanto Teivel como yo nos reímos, cuando logramos calmarnos él me ofrece su brazo, salimos juntos de la habitación, Ailana se voltea cada pocos segundos para verificar que los sigamos.

Al llegar al salón de baile puedo ver a algunas princesas en hermosos vestidos, además de damas de la alta sociedad, un guardia nos anuncia e inmediatamente todos nos prestan atención, la pista de baile está vacía ya que yo y Teivel debemos ser los primeros en bailar.

Todos nos hacen una reverencia cuando pasamos frente a ellos, al llegar frente a los reyes que están sentados en sus tronos hacemos una reverencia un poco prolongada, al levantarnos veo que nos sonríen.

El rey nos invita a que comencemos el baile, los músicos empiezan a tocar una hermosa melodía, nos dirigimos al centro de la pista de baile nos movemos al compas de la canción, mientras nos miramos a los ojos, una sonrisa se dibuja en mis labios mientras bailamos al copas de la música.

No hablamos, nadie en el salón lo hace, solo nos miran, cuando me baja después de haberme cargado como indica la coreografía de este baile él me acerca mas a su cuerpo, siento mi corazón acelerarse.

Terminamos el baile y nosotros no nos hemos alejado, solo hasta que los aplausos resuenan, nos alejamos un poco, mis mejillas se calientan, él no ha soltando mi mano, una nueva canción empieza a sonar, salimos juntos de la pista de baile.

— Un hermoso baile sin duda— nos giramos hacia la chica que ha hablado y no es nada mas ni nada menos que la princesa Indira, no la he tratado mucho ya que su reino y el mío están muy alejados.

— Muchas gracias princesa— sonrío amablemente y hago una leve reverencia a modo de saludo, ella claramente no tiene la cortesía de responderla.

— ¿Príncipe Teivel me invitará a bailar?— pregunta coqueta, miro a Teivel, tiene la mandíbula apretada, pero después de un suspiro bien disimulado dice.

— Lo lamento princesa Indira pero ya le prometí a la princesa Esmeray que bailaría solo con ella esta noche— me puse seria cuando la mirada de la princesa Indira se dirigió a mi.

— Pues que suerte tienen algunas, pero sería muy descortés que no me conceda una pieza al menos— no se supone que ella este rogando por un baile, es indigno.

— Pues tendrá que ser en otra ocasión princesa Indira y no es correcto que usted pregunte o ruegue por que la saquen a bailar, no es digno de una princesa— la princesa Indira parece sorprendida y enojada, su doncella que hasta ahora se había mantenido alejada de nosotros se acerca para decirle que vayan a algún otro lado.

— No conozco mucho a la princesa Indira pero creo que se molesto bastante— hablo por fin, Teivel ha dejado de estar tenso en cuanto ella se alejo.

— No es la princesa más agradable si le soy sincero, yo la conozco muy bien, es una mimada, que solo piensa en ella misma, esta obsesionada conmigo pero de mala manera— asentí, vi a Ailana en la pista de baile con el capitán y casi me rio a ver la mirada de auxilio que me lanzó.

Todo el tiempo baile con Teivel, aun que también participamos en los bailes grupales donde algunas veces cambiamos de parejas por unos minutos pero después volvíamos a bailar juntos, la princesa Indira trato de bailar con él en alguna de esas ocasiones pero él la esquivaba con elegancia y sin verse grosero.

— Es increíble, si las miradas matarán ya estarías muerta— me dice Ailana al ponerse a mi lado.

— ¿A que te refieres?— pregunto con curiosidad, ella mira disimuladamente hacia el otro lado del salón, sigo su mirada, la princesa Indira platica con un conde sin quitarme la mirada de encima.

— La princesa Indira claramente te acaba de añadir a su lista de enemigos— ruedo los ojos.

— Realmente no me importa, tengo entrenamiento militar y ella no, así que no me asusta— esa es una de las pocas cosas que sé sobre ella.

— Si, ella se enfocó en cosas de "damas"— hace comillas, dejamos el tema al ver que Teviel y su amigo se acercan.

— ¿De que hablan las señoritas?— pregunta divertido el capitán.

— De nada que le importe— contesta mordaz mi amiga cuidando su tono para que solo nosotros lo escuchamos.

— Ya le mencione que su actitud hacia mi solo me hace interesarme mas en usted— Ailana rueda los ojos.

— Y yo le mencioné que no tengo ningún interés en usted así que le voy a pedir de la manera más respetuosa posible que se guarde sus comentarios por que no me quiere conocer enojada— el capitán tiene cara de que no se va a rendir tan fácilmente, pero cuando Ailana decide que alguien no le agrada jamás cambiará de opinión.

Cuando se termina el baile, Teivel y el capitán nos escoltan hasta nuestras habitaciones, se despiden con un beso en la mejilla aun que Teivel no quiere soltar mis manos y sinceramente yo tampoco quiero soltar las de él.

— Que descases bien Esmeray— sonrío.

— Que descanses bien Teivel— el capitán lo espera recargado en la pared de enfrente pero creo que termina hartándose así que simplemente se acerca.

— Si si que sueñen con los angelitos dulces damas, hasta mañana— jala a Teivel y este suelta mis manos en cuanto lo jala.

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