1. Comienzo

Narrador:

En algún lugar del mundo de Elora se levantó un imperio como ningún otro, su emperatriz es amable y hermosa pero su lado de guerrera sale algunas veces, se convirtió en una especie de villana para sus enemigos pero para sus súbditos es su salvadora, su emperador es serio nunca se le ve ninguna expresión mas que su sombría sonrisa.

Fue un guerrero incansable en la guerra que ayudo a construir su imperio, la emperatriz es el amor de su vida, solo con ella es amable, solo a ella y a sus hijos les demuestra sus sentimientos, sus hijos son los príncipes del imperio pero solo uno tomara el trono.

— Mami por favor cuéntanos un cuento— pide la menor de los príncipes, la única princesa.

— Si uno que tenga guerra— pide uno de sus hermanos, la emperatriz sonríe.

— Muy bien, les contaré la historia de como me enamore del villano— mira a su marido que esta arropando a su hijo mayor, él también la mira con una sonrisa.

— Entre los dos les contaremos la historia mas hermosa y también llena de guerra— habla el emperador.

Narra Esmeray:

Hola mi nombre es Esmeray Calder pero mis amigos y mi familia me dicen Esme, soy princesa del reino Altalune, mis padres son la reina Eilid y el rey Briar Calder, mi hermano es Archer Calder el príncipe heredero y héroe del reino, ¿Por que héroe del reino?

Pues verán nuestro reino constantemente esta bajo el ataque de rebeldes, este grupo esta formado por personas que odian a la monarquia, bandidos expulsados de otros reinos, asesinos a sueldo, brujos obscuros, entre otros, mi hermano ha peleado con ellos y siempre salva al reino.

Mientras tanto yo, bebo el té con mi madre, asisto a clases de baile, cantó, etiqueta, leyes, combate, estrategia y armería, en siglos pasados esto no se le permitía a una mujer de la corte pero los tiempos han cambiado y ahora hasta podemos dirigir un reino sin que a nadie pueda opinar al respecto.

Siempre he querido acompañar a mi hermano a una batalla con los rebeldes pero nunca se me ha permitido y no por que sea mujer por que como dije eso ya no es impedimento, si no por que mis habilidades como estratega le sirven más a mi hermano estando yo en el castillo y guiándolo desde aquí.

Mi doncella real se llama Ailana Wood, es de las mejores guardias reales pero eso era obvio desde su nacimiento por que es hija del general de la guardia real y su madre es la capitana de la fuerza aérea real, ella es quien siempre me hace compañía con los años nos volvimos mejores amigas y somos inseparables, asistimos a las mismas clases.

— ¡Esmeray Calder! ¿Por que aun no te has levantado?— mi madre entra furiosa, el día de hoy recibiremos a los reyes de un reino vecino, esto me huele a compromiso pero aun no descifró si es para Archer o para mi, espero que sea para Archer por que yo estoy completamente enamorada del príncipe Teivel Ardelean.

No lo conozco en persona pero lo sigo en I*******m, he leído varios artículos de revistas donde él aparece, he visto todas y cada una de las entrevistas en las que él ha salido ¿que si estoy obsesionada con él? Un poco pero es que es tan guapo que nadie podría resistirse a él, además su reino es el mas poderoso del mundo.

— ¿Por que? mirar el techo es más interesante que ir corriendo de un lado para otro por que van a venir invitados— mi madre se cruza de brazos, entonces miro su atuendo, lleva un esponjoso vestido negro, su corona descansa sobre su cabeza, su cabello castaño y ondulado le cae suelto por los hombros hasta su cintura, me parezco mucho a ella solo que ella tiene los ojos cafes, mientras que los míos son verdes del color de las esmeraldas.

— No me importa, levántate y deja de analizarme— llama a las mujeres que siempre me ayudan a arreglarme para eventos importantes como este, es incomodo que alguien te ayude a vestirte, osea cuando tenía 2 años estaba bien por que no sabía combinar mi vestimenta, pero ahora es raro.

Me levanto sin mucho ánimo, me meto al baño, me permito perderme en mis pensamientos mientras me enjabono el cabello y el cuerpo, cuando termino me envuelvo en una toalla y salgo del baño donde ya las doncellas me esperan para vestirme, el vestido que me pondré esta en un maniquí, el vestido es demasiado grande en color vino, la tela es vaporosa pero tiene cierto encanto, entonces por la puerta de mi habitación entro Ailana, mi doncella real principal y mi mejor amiga, le sonrió y ella me sonríe.

— Muy bien señoritas por favor salgan, solo yo ayudaré a la princesa para que no se sienta incómoda— las demás doncellas hacen una reverencia leve ante mi y después salen.

— Majestad— Ailana me hace una reverencia.

— Por favor sabes que eso no es necesario— ella sonríe de lado.

— Hoy hay que seguir el protocolo al pie de la letra, no todos los días nos visitan del reino Althea— suspiro.

— ¿Crees que vengan con una propuesta de matrimonio para Archer?— negó.

— La familia Ardelean no tiene hijas solo tienen a Teivel, si vienen con una propuesta de matrimonio es para ti— me puse nerviosa.

— Creo que voy a avisar que no me siento bien— ella rodó los ojos.

— Vamos es tu amor platónico desde los 4 años, en vez de reportarte enferma mejor vamos a dejarte como una Diosa— saco mi maleta de maquillaje, me ayudo a ponerme el vestido, me peino, me maquillo y busco una tiara que combinara.

— No me pienso poner tacones así que aleja esas armas mortales de mi— corrí por mi habitación huyendo de Ailana.

— Sabes caminar perfectamente con tacones así que no son un arma a menos de que le quieras dan un pisotón a alguien que te moleste—

— ¿Puedo usar tenis? Por favor de todas formas nadie los verá— ella suspiro rendida.

— Bien pero si tu madre se da cuenta tu te arreglas con ella— asentí, me ayudo a ponerme unos tenis del mismo color del vestido —Tu madre se va a dar cuenta definitivamente, sigues enana— me cruzo de brazos.

— No todas podemos medir un metro setenta, yo llegue tarde a la reparación de altura— mido tan solo un metro sesenta.

— ¿Y sabes a donde también vas a llegar tarde?, a recibir a la familia real de Althea— hice un chillido y corro fuera de mi habitación, Ailana me acompaña, bajo las escaleras a trompicones por culpa del vestido, cuando llegue junto a mi familia aun no llegaba el carruaje o camioneta, Ailana acomodo mi vestido y mi tiara, mientras yo me echaba aire con las manos.

— Corriendo como siempre hermanita— mi hermano lucía un traje militar con sus medallas de héroe, rodé los ojos antes de levantar la mirada y verlo.

— Cállate Archer— mi mamá me volteó a ver en ese momento y con esa mirada me indicó que guardara silencio, unas camionetas blindadas empezaron a estacionarse en la entrada del palacio, mire atentamente a las camionetas, mi corazón latía desbocado por la carrera y por los nervios, varios soldados descendieron de las camionetas y unos se acercaron a una de ellas para abrir la puerta.

— Sus altezas reales del reino Althea, los reyes Aron y Selena Ardelean y el príncipe Teivel Ardelean— los anunció uno de los guardias, después uno por uno los miembros de la familia real bajaron de la camioneta, mi corazón dio un vuelco cuando Teivel bajo, me sentí ansiosa, las manos me sudaban y sentí las conocidas mariposas en el vientre, me seque las manos con disimulo en el vestido.

— Bienvenidos al reino Altalune majestades— hicimos una pequeña reverencia, después de que mi padre les diera la bienvenida.

— Es un honor y un placer majestades— ellos también nos hicieron una reverencia, Teivel me miro y yo sentí como el calor subía por mis mejillas, le huí la mirada.

— Por favor pasen, están en su casa, nuestros sirvientes los llevarán a sus aposentos para que descansen del largo viaje y nos veremos a la hora de la comida— me perdí el desayuno, demonios si me levante tarde.

— Muchas gracias reina Eilid— los sirvientes de alto rango llevaron a la familia real a sus habitaciones, yo suspire, no se si el corsé me apretaba un poco o simplemente estoy tan nerviosa que me cuesta respirar.

— Los veré a la hora de la comida mis niños y por favor Esmeray baja a tiempo para que no corras— mi madre se fue con mi padre.

— Bueno pudo haber sido peor como cuando los generales de Lunue vinieron y tu tropezaste con el hijo mayor de uno de ellos, manchaste su traje blanco de alta costura con tu maquillaje— Lunue en uno de los reinos más lejanos, son más tradicionales de lo que cualquier otro reino puede llegar a ser y yo avergoncé a mis padres frente a sus generales.

— Cállate Archer— él sonrió.

— Al parecer esa va a ser tu frase favorita del día, por cierto vi como te sonrojaste cuando el príncipe Teivel te miro— rodé los ojos.

— Yo no me sonroje— él sonrió.

— Sería vergonzoso que él viera el álbum de collage que tienes con sus fotos o artículos de revistas donde lo mencionan— abro la boca con indignación, ¿como sabía el de esas cosas?

— No lo harías—

— ¿Quieres apostar?— me reto.

— ¿Que quieres a cambio?— él sonrió, lo sabia maldito embustero.

— Quiero que me cubras en la comida y la cena, iré con mis amigos a cazar ladrones, ese es mi precio— la diversión de Archer no es ir a discotecas y conocer chicas lindas, no, él prefiere la adrenalina de ir a buscar ladrones o maleantes a las calles del reino con sus amigos.

— Bien, pero solo te cubriré por que no quiero que digas algo que no deberías a quien no deberías— él asintió.

— Es todo lo que necesito— me beso la mejilla —Eres la mejor— se fue corriendo, seguramente a cambiarse y a reunir a sus amigos.

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