La Navidad estaba a solo unos días e Ivanna no había hecho sus compras navideñas, por lo que le pidió a Miranda que la acompañase a buscar los regalos para la familia y los trabajadores de la casa. Pensó en que ese año debía dar muchos más obsequios que en años anteriores porque su círculo personal y el de Gema había crecido, peocupada pensó en que esa situación consumirían los pocos ahorros que había logrado reunir con mucho esfuerzo. Se dijo a sí misma que a pesar de que tendría que medirse mucho para poder darle a cada uno de ellos un detalle, pensaba que la Navidad era una época de alegría y lo que en verdad importaba era sentir la emoción del nacimiento del niño Dios.
Miró su bastón y suspiró, se sentía una inútil, había pasado meses desde su accidente y aún no estaba bien, tenía limitaciones físicas. Desde que su padre la echó de la familia, por necesidad se había tenido que volver una persona independiente, había salido adelante con trabajo duro para que a Gema y a el
Ivanna no se esperaba una propuesta de matrimonio de Gael, estaba muy segura de sus sentimientos, más no sabía lo que él sentía por ella, su propuesta hablaban de honor, no de felicidad. Sabía que amaba a Gema y que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para resarcir los años de ausencia. ¿Estaría dispuesta a arriesgar su corazón en un matrimonio de conveniencia? Sí, se respondió así misma, aunque Gael nunca le habló de amor algo debía de sentir por ella, sino no tendría sentido todas esas conversaciones nocturnas que habían compartido desde que llegó del hospital. El salón estaba en absoluto silencio, todos los presentes, incluyéndolo a él esperaban una respuesta, pero Ivanna estaba sumida en sus pensamientos. Un leve carraspeo la volvió a la realidad y ante la mirada interrogante en los ojos de Gael, reaccionó: era un mujer que había sido criada para vivir en un matrimonio de conveniencia, ella se había vuelto a enamorar de Gael y tenía mucha suerte de que él qui
El día de Navidad amaneció con nieve. Gema se levantó muy temprano porque Sasha no dejaba de maullar en su oído para que lo sacara al patio a hacer sus necesidades. Una vez de pie el entusiasmo de compartir ese día con su nueva familia la terminó de despertar. Casi corrió escalera abajo seguida por el gato, sin embargo, al abrirle la puerta debido al frio invernal Sasha se negó a salir. Exasperada miró a su gato.―Está bien, ve a hacer tus cosas en esa inmunda caja de arena que me tocará limpiar a mí.Sasha la miró, maulló en respuesta arrancándole una sonrisa y fue en busca de su caja al lavadero.Gema tenía hambre y no había un alma despierta en la casa, fue a la cocina, preparó su desayuno y comió. Todo seguía en silencio. «¿Será que nadie se va a levantar hoy?», pensó con fastidio, decidi
Ivanna caminaba nerviosa por el salón de la suite del hotel donde un par de horas más tarde se celebraría la fiesta de su compromiso. Gael observó lo fantástica que se veía en su traje largo de color verde botella, una estilista había aclarado el tono de su cabello con reflejos platinados lo que resaltaba sus ojos grises. El maquillaje profesional destacó la belleza de su rostro, embobado pensó que Ivanna tenía todas las cualidades: era elegante, hermosa, apasionada, una madre excelente y con un gran corazón. Sus ojos se encontraron y el miedo que había en ellos le hizo fruncir el ceño, se levantó para tratar de tranquilizarla.―Todo saldrá bien, Ivanna. La reportera que hará la entrevista es una conocida, sabes cuáles son las preguntas que te hará, inclusive lo que vamos a decir, lo hemos ensayado muchas ―señaló Gael.―No pu
―¿Qué haces aquí, Charlotte? ―preguntó Ivanna con voz temblorosa.Su antigua fisioterapeuta la miraba con odio, su rostro era la personificación de la maldad, en él se notaba lo satisfecha que estaba por estar frente a Ivanna en una situación de evidente superioridad. Aunque en ese momento el cuchillo apuntaba al piso, los nerviosos movimientos de la mano de la mujer anunciaban que pronto esa situación iba a cambiar.Su instinto de madre le decía que corriera a la puerta para encerrarse con Gema en la otra habitación para protegerla, pero sabía que no llegaría antes que Charlotte, por lo que debía hacer que centrara su atención en ella. Por ningún motivo la mujer debía saber que su hija dormía en la habitación contigua. ¡Oh, Dios! Si no hubiese enviado a Blake a buscar a Malik estaría en el salón esperándola para salir
Blake observó a Ivanna entrar a la suite del hotel, no le gustaba dejarla sola, pero sabía que tenía dolor y que necesitaba a su fisioterapeuta para que la aliviara. Por lo que sacó su teléfono y le envió un mensaje a Malik pidiéndole que le esperara cerca de los ascensores que Ivanna necesitaba de su ayuda. Con un gesto saludó al guardia de seguridad que estaba sentado en el otro extremo del corredor. Aunque los Evans habían alquilado el piso entero que constaba de cuatro suites, situó al guardaespaldas cerca de las habitaciones de Will y Miranda porque estos estaban más acostumbrados a la escolta que Ivanna y Gema.Caminó hasta el ascensor, marcó el botón y esperó a que el aparato llegara al piso. Al abordarlo saludó al ascensorista que estaba de servicio, revisó su móvil para ver si el fisioterapeuta había respondido su mensaje. Nada.
Con manos temblorosas Gael pasó su tarjeta por la ranura de la puerta de la suite, esta se abrió y al entrar a la sala se encontró con uno de los guardaespaldas de su equipo de seguridad apuntándole. El hombre al verlo entrar con Malik cambió su mira hacia el fisioterapeuta viéndolo como una amenaza. Gael le hizo una seña para decirle que Malik venía con él. El guardaespaldas asintió y volvió a su posición dentro del cuarto de la niña. Por su gesto, Gael entendió que Gema estaba segura por lo que se giró hacia donde estaba Blake. Le hizo una señal a Malik para que se quedara allí.Camino con cautela para no asustar a su jefe de seguridad y se posicionó detrás de él, pero, de manera que pudiese ver que ocurría dentro de la habitación y que este lo viera sí movía un poco la cabeza. La sangre se heló en sus
La prensa se volvió loca con el intento de asesinato de la prometida de Gael Evans.La entrevista exclusiva que habían ofrecido ese mismo día a Jemima, donde contaban su versión de la historia y la noticia de su compromiso, fue publicada casi de inmediato, aunque su publicación estaba programada para un par de semanas después. El artículo fue mucho más extenso de lo que inicialmente se acordó, cada detalle de lo visto, oído y fotografiado fue puesto en ese ejemplar. Además, Jemima hizo junto a su equipo una investigación exhaustiva por lo que también publicó lo ocurrido esa noche acompañado de una fotografía de Charlotte, su biografía, la demanda interpuesta por Gael e Ivanna. Inclusive localizaron el parte policial de la muerte de la fisioterapeuta, su historial y la detención de Madeleine cuando intentaba escapar a Portugal.―No se dejaron nad
Una noticia llegó para devastar el mundo de Katerina.Ivanna, su querida y difunta hermana estaba viva. La revista donde estaba acababa de leer la noticia, llegó al palacio junto a todos los libros y revistas que se traían desde Londres para la familia. Era una edición especial hecha en exclusiva para la familia de su hermana, y aunque la publicación hablaba de un intento de asesinato, las fotografías mostraban a una Ivanna adulta celebrando por todo lo alto su compromiso con un banquero inglés que era el padre de su hija. Según lo que contaba la historia fueron novios mientras ella estudiaba su último año en el exclusivo internado suizo donde la enviaron, es decir, que andaba con el banquero cuando era la prometida de Vladimir. Quedó embarazada, por eso su padre la dio por muerta, solo que no lo estaba, estaba muy contenta, viviendo libre y feliz en otro país. La rabia que sinti&o