Organizar una boda para dentro de un mes no es cosa sencilla, más si todos los Petrucci quieren participar de manera activa. Pero cuando estaban en la elección de las flores para decorar el espacio en donde se casarán, se armó tanto ruido, que Gianna tuvo que sacar un megáfono, regalo de Anna para contener a las masas.Paró todo, los corrió a todos y dijo que se quedaría sólo con las mujeres, así que, recuperado el mando, sólo Fabrizzio se quedó con ella y por supuesto que todo quedó de maravilla.Ir a elegir el vestido no fue tan tortuoso, porque Anna tenía experiencia en eso y la ayudó lo suficiente para que no se sintiera abrumada. Cinco modelos bastaron para elegir el indicado y cuando al fin se lo puso, tanto Gretta como Anna se quedaron impactadas.—Gianna… —le dijo Gretta con dramatismo—. Vamos a tener que amarrar al novio, porque dudo que quiera aguantarse la ceremonia y la fiesta, ¡te ves hermosa!Sólo eso le bastó para saber que ese era el indicado, por lo que el resto del a
Sinopsis Secretos del CorazónPietro Petrucci es el segundo hijo de una familia sólida, amorosa y con valores férreos. De su padre aprendió a que las mujeres se aman, se respetan y, por sobre todo, se protegen. Y es precisamente eso lo que le juega en contra, pero prefiere que nadie se entere de las verdaderas razones para estar pasando por su segundo divorcio.Cara Modigliani es una hermosa actriz de treinta y dos años que escapa de la prensa constantemente, quienes desean saber las razones para que nunca se le conociera una pareja, sin saber que le huye al amor para no salir herida como su hermana mayor, quien se quitó la vida por culpa de un hombre.Pero la vida se encarga de juntar a estas dos almas que no quieren complicaciones, sin embargo, terminan en algo más que eso y desentrañando los secretos que guardan celosamente en sus corazones.***Capítulo 1Un hombre que no sabe elegirPietro se aparta en el preciso instante en que el florero de mil dólares pasa muy cerca de su orej
Tras las recomendaciones de su agente, Cara ahora va de camino a Roma en un avión comercial en primera clase. El hombre sentado a su lado la mira constantemente, puesto que va con una peluca y con gafas de sol para que no la reconozcan. Sin embargo, ella no tiene la misma suerte que la Mujer Maravilla o Superman.—Disculpe —se excusa ella al ponerse de pie y pedirle al desconocido que la deje pasar. Camina a hacia el baño tratando de pasar lo más desapercibida que puede, pero la verdad es que muchos de los ojos se posan en ella.Se encierra en el baño y se mira al espejo, dejando salir un suspiro cansado. No es que no le guste estar cerca de la gente, de hecho, esa es una de las cosas que más le encanta de su carrera. Pero no son las personas de primera clase a las que a ella le interesa cautivar.Cuando al fin pone los pies sobre el suelo de Roma y sale con su equipaje, ve una persona que lleva un letrero que dice «Cristina Maver», ese es el nombre encubierto que suele usar para pode
Para Pietro haber tenido a aquella mujer tan cerca sin intentar conquistarla, supuso el mayor esfuerzo de su vida. Él es un galán, siempre fue igual las mujeres le llovieron desde muy joven y ahora está tratando de calmarse porque no quiere agregar a su vida una tercera esposa.Sin embargo, ir en el mismo auto con aquella mujer de aroma tan agradable, sonrisa cálida y de aire misterioso lo ha dejado completamente alborotado. En el instante en que la ayuda a bajar y la deja en la entrada de su hotel, tiene que hacer un esfuerzo monumental para marcharse de allí lo antes posible.Porque no quiere tener la entrada de caballero y la salida de grosero.Cuando echa a correr el auto, nuevamente sale de allí, respira con alivio porque pudo soportar la tentación. Sin embargo, en cuanto llega a la casa y se cerciora de que sus hijos están dormidos, se va directo a su cuarto y se mete al agua helada, fría… ¡congelada!Se mete a la cama y se queda mirando el techo sintiendo como su corazón late r
Cuando Pietro entra al hotel y da su nombre, lo llevan de inmediato al restaurante, el anfitrión le pide que espere en la barra a que Cara llegue, quien ha avisado que se tardará en bajar una media hora más.Pero ella hace diez minutos ya está allí observando lo que pasará a continuación.Pietro se desabotona el saco y toma asiento en uno de los taburetes con toda la elegancia que su presencia anuncia, pide agua mineral con gas y se queda allí a esperar a Cara.La mujer espera que él saque su teléfono, que la apresura de una manera pasiva al menos, avisándole que ya está allí, pero Pietro no es de esos hombres. No.Él entiende que las damas a veces se tarden tratando de lograr la apariencia que desean presentar y él no es nadie para apresurar a una mujer, menos a una como Cara. Aunque, si es honesto, ella podría presentarse en harapos y se vería igual de hermosa, porque su belleza no la da el maquillaje que usa ni la ropa de diseñador, sino ella en su esencia.De pronto, una mujer de
Abrir los ojos a esa realidad no es algo que le agrade, pero es lo que tiene… la soledad.Pietro sale de la cama de mala gana, se mete a la ducha de la misma manera y cuando se viste su humor no ha cambiado en mucho, así que mejor se bebe un vaso de agua y sale directo a casa de su padre para ir por sus hijos y luego llevarlos a pasear a algún lado que lo ayude a olvidar lo que pasó con Cara.En todo el trayecto piensa en lo mucho que le gustaría terminar con todo eso, poder ser feliz de manera definitiva. Él sabe que una persona no es quien determina aquello, pero tras conocer a Cara ya no está tan seguro.Al bajarse del auto en casa de su padre, deja escapar un suspiro y esboza la mejor sonrisa para entrar a buscar a sus hijos. Los encuentra desayunando y se sienta con ellos, mientras que a Octavio le toma sólo dos segundo de esa sonrisa para saber que es más falsa que los senos de su exesposa.Los niños le cuentan que vieron una película con su abuelo y su tío, que los dos se queda
Joshua no se pierde ni un detalle de la mujer que tiene en frente, por supuesto que sabe quién es y que su hermano no lo supiera sino hasta después del incidente en la fiesta, sólo le demuestra que no es de esas celebridades que anda gritando a los cuatro vientos quién es para hacerse notar.—Señorita, la escucho —le dice Joshua tomando asiento e indicándole a ella que haga lo mismo.—Mire, puede sonar a la excusa más barata y estúpida, ¡realmente pendeja! Pero la verdad es que, en mi trabajo, no sueles confiar en las personas y peor aún si se muestran de una manera, para luego encontrarte con que son diferentes.—¿Y eso es lo que le pasó con mi hermano?—Sí y, para mi vergüenza, dos veces… —ella se mira las manos en un claro gesto de arrepentimiento, mientras que Joshua no se pierde nada de su expresión—. Primero, vi a su hermano como un protector nato, respetuoso y cálido. Me quitó de encima a un hombre que intentó forzarme Dios sabe a qué, en todo momento se preocupó de que estuvie
Cuando Cara anuncia su llegada a la propiedad de Octavio, no se tardan en hacerla pasar, lo que le causa curiosidad, pero Joshua ya se había encargado de irle con el chisme a su padre, así que el anciano se había encargado de correr a su hijo para que no se encontrara a la mujer…No porque no quiera que se vean, sino para ponerle más suspenso y para ver cuánto ella está dispuesta a insistir. Cuando Cara se baja del auto, Octavio se acerca a ella y la mujer se sorprende de que se vea tan firme a su edad, aunque decir que tiene sesenta u ochenta años no parece sencillo, y es que los Petrucci no son fáciles de colocarles edad.—Señorita Modigliani, la estaba esperando —le dice él estrechando su mano y ella se quita los anteojos con una sonrisa.—Mucho gusto, señor Petrucci, espero que mi visita no sea inoportuna.—No lo es, créame que cualquier cosa que pueda hacer feliz a mi hijo para mí es más importante que cualquier cosa, así que dígame, ¿qué puedo hacer por usted?—Necesito un cómpl