Las semanas se han ido pasando para los Petrucci, la incertidumbre de lo ocurrido con Joshua los ha mantenido en vilo durante todo ese tiempo.
A pesar de que ha recuperado su hija, no hay consuelo para el corazón de Gretta, quien ha perdido al amor de su vida a su hombre, su compañero, el único capaz de levantarla en el mundo, pero esta vez el derrumbe que ha sufrido su corazón lo ha vencido peleando cada día por salir adelante, junto a sus hijos.
Pero eso no le impidió solicitar una prueba de ADN para ella y para Anna, y así poder solicitar el cambio de apellido y reconocerla legalmente como su hija.
Para Anna la situación tampoco ha sido muy fácil.
El mismo día en que se enteró que el hombre del cual se había enamorado la había engañado, él siempre supo perfectamente quién era su familia, lo que había pasado toda su vida y aun así
Anna se levanta cansada de la cama, el embarazo la tiene con menos energías cada día, aunque su madre insiste en que debería ir con un psicólogo porque lo que vivió con Egan no fue nada bueno y también porque son demasiadas las cosas que ha vivido en toda su existencia, y eso también puede estar mermando su ánimo.«—Más que por ti, hazlo por tu hijo, él siente toda tu angustia, aunque a nosotros nos digas que estás bien.»Las palabras de su madre vuelven a su mente justo cuando se mira al espejo de la habitación. Se supone que tiene tan sólo diez a once semanas, pero aquella pancita se estaba haciendo notar.O lo mucho que está comiendo le está pasando la cuenta o sencillamente ella está demasiado delgada aún… aunque es una contradicción, no tiene más explicaciones para ese pequeño bulto que la hace sonre&
Los nervios que siente Anna la hacen sonreír más de lo que quisiera, Gretta y Ángel se posicionan uno a cada lado para tomarle las manos y el médico inicia con el examen.—Con esto vamos a saber con exactitud tu fecha de gestación, veremos cómo está creciendo este bebé y descartaremos cualquier problema de salud, tanto para él como para ti.Anna asiente, el hombre le coloca un poco de gel en la pancita y en cuanto el aparato da imagen, el médico le señala a Anna el monitor.—¡Vaya! Te has llevado el premiado —dice el médico sorprendido.—¿Qué quiere decir? —pregunta confundida Anna.—No puede ser… —dice Gretta llevándose una mano a la boca.—Bueno, aquí está uno de tus hijos, en su propio saco y en perfectas condiciones.—Espere… —Anna pie
Anna se levanta con un poco más de energía, aunque esa panza hermosa está más grande, ahora siente que puede moverse más y a un ritmo no tan de caracol con artritis. En el comedor ve que todos están de un buen ánimo que no había visto desde que se reunió con su familia, porque después de todo la muerte de Joshua sigue allí como la nube gris que nunca se pierde.Cuando la ven, pareciera que todos se quedan callados y Anna frunce el ceño, Ángel se apresura a correr la silla para que ella tome asiento y le da un suave beso en la mano.—¿Cómo dormiste, pequeña?—Bastante bien, hoy siento como si no tuviera casi quince semanas de embarazo —todos se ríen y el abuelo Octavio le dice con cariño.—¿Nerviosa por la boda?—Sí, un poco —dice ella algo incómoda, aún no asimi
En el jardín, Anna y Vittoria se ponen al día de lo que han hecho esos meses sin verse. Se sientan en una banqueta de madera frente a unos rosales preciosos que desprenden un aroma que a Anna la lleva a la finca, no sabe por qué.—Le corté el cabello a esas desgraciadas por segunda vez. Se metieron con una chica nueva y no se me hizo justo.—Tú siempre cuidando de los demás, pero ¿cuándo comenzarás a cuidar de ti misma?—Lo hago, no creas que no… pero como nadie se mete conmigo, no se nota —Anna se ríe y coloca su cabeza en el hombro de su amiga—. Dime, ¿tengo que cortarle los colgantes a ese Ángel? Aunque del nombre no tiene nada, el desgraciado, si en cuanto pudo te hizo un par de bebés.—No, él en realidad ha sido mi ángel… estos bebés no son de él —Anna se incorpora y ve a su ami
Alonzo sonríe levemente y mira a Ángel fijamente—¿No has conseguido trabajo?—No lo he buscado, mi padre me dejó una pequeña fortuna que he invertido en diversos negocios, puedo permitirme no trabajar.—Entonces, ¿quieres el trabajo porque serás el esposo de mi sobrina?—No, quiero ese trabajo, sin paga, porque le debo una promesa a mi primo —a Alonzo se le tensa la mandíbula como si estuviese tratando de contener algo que no debe salir de él.—Si es por eso, ni lo sueñes —camina a la salida, pero Ángel lo detiene.—¡Le prometí que cuidaría de Anna si algo salía mal! Que no intervendría en nada de lo que a él le pasara, porque sabía que en algún momento debería pagar por ello, y porque en la única persona que confía para protegerla soy yo &mda
Egan se encuentra parado en aquel solitario lugar, mirando hacia todos lados, cubierto con una chaqueta con capucha que no permite que se le vea el rostro. Y aprovechando que la zona estaba pobremente iluminada, permanece camuflado sentado en una banqueta oxidada.De pronto su figura se ve iluminada por las luces de un vehículo que llega hasta el lugar. Se pone de pie inmediatamente y se acerca al auto porque sabe perfectamente quién es.—Boyce —le dice al hombre estrechándole la mano y este le hace una ligera reverencia con la cabeza.—Señor, es un gusto verlo. Se nota un poco mejor de los golpes.—Sí, he estado recuperándome mejor, el doctor que me mandaste hizo maravillas en nosotros. Mi amigo está muchísimo mejor.—Si me permite decírselo, me sorprende el cambio tan grande que ha tenido, antes no se hubiese fijado en un indigente.—El amor
El revuelo en la casa de Octavio es el mismo que se puede vivir en cualquier hogar en donde se prepara una boda que está a punto de realizarse tan sólo en una semana.—Vamos Vittoria, tenemos que irnos ahora —la apresura Gianna.—Vamos bien el tiempo, señora Moretti. Usted sabe que Vittoria no quiere hacer esto, sólo lo hace solamente para complacerme y acompañarme ese día.—Eso no es excusa para que haga un berrinche y se tarde más de la cuenta.—¡Ya estoy aquí! Vámonos de una vez, quiero terminar con esta tortura lo antes posible —dice la chica saliendo y enganchándose del brazo de su amiga.—Bueno, terminarás la tortura por hoy, porque en una semana tendrás que volver a torturarte —le dice a Anna riéndose de su amiga y ella le pone mala cara.—¡Es que esas cosas deberían consid
Bajo la clara advertencia de que, si hacía algo indebido, sería hombre muerto, Ángel comenzó a trabajar en el Grupo Petrucci como consultor externo… pero eso sólo lo sabía Alonzo, quien lo metió allí «a prueba» para que hiciera su aporte a la familia a la cual pertenecería y no se viera como un zángano casándose con su sobrina. Octavio le dijo que era demasiado duro con el chico, Alonzo le dijo que si fuera por él lo mandaría a limpiar los baños, pero que no podían hacerle eso a Anna. Desde que habló con Alonzo y este le hizo un espacio en la empresa familiar, Ángel se ha dedicado a buscar rastros que Vicente pudo haber dejado en el camino, huellas imperceptibles que a simple vista nadie iba a ver porque es de la familia. Esto sólo porque Boyce le dijo de sus sospechas y Ángel ha decidido seguir esa ruta. Por una extraña razón, decide que necesita la ayuda extra del encargado de informática de la empresa, pero no se la iba a dar así como así a menos que uno d