Lorena veía su celular, el número de Román esperaba pacientemente a ser marcado, pero si algo caracterizaba a Lorena, aparte de su bondad y nobleza, era la indecisión. Su ansiedad la hacía pensar que tal vez no era el momento. «Está demasiado ocupado salvándome el trasero como para alertarlo porque
El pequeño Peter estaba ansioso sobre la cama. Había escuchado el forcejeo y aunque desconocía el motivo del ruido, se asustó. Lorena se acercó llena de instinto maternal y lo estrechó con dulzura, llenándolo de besos y consuelo. —Mi bebé, todo está bien. No te asustes, yo te protejo. —Por un momen
Esa tarde Johan se encargó de los dos hombres que Lorena había atado, así como preparó todo para regresar a la ciudad. Antes de que pudieran irse del pueblo, le hizo una visita a Alfonso, y como esperaba, la residencia estaba bien custodiada, pero no fue problema para él escabullirse. Con una bala
No pudo evitar levantar la mano, tentado a acariciar su mejilla. Entre más tiempo pasaba con ella, más se embriagaba de su calor. —No lo hagas… —dijo Lorena entre dientes—. Soy solo un trabajo, ¿recuerdas? Por un momento se vieron a los ojos, ambos moribundos y heridos. Los dedos de Johan delinea
—¡Lorena! —¡Señor Román! —Explotó en felicidad Lorena y corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a él, que de inmediato la recibió entre sus brazos y la cargó como lo haría con una hija. La estrechó tan fuerte que Lorena sentía que no podía respirar, pero no importaba, podría romperle cada hueso
—¿El padre de Lorena? —Román frunció el ceño. —Alfonso Phai… —Dueño de GreenField Agro… Saca su fortuna de la agronomía. Curiosa combinación, tecnología y cultivos. ¿Esa es la herencia que le quiere dar a Lorena? —Es inteligente, sabrá qué hacer —dijo Natalie con media sonrisa—, pero para que es
Habían pasado ya dos meses desde que abandonaron el pueblo, Natalie estaba delicada por el cáncer que devoraba sus pulmones y Lorena se dedicaba a ella por completo, llevándola al hospital y dándole sus medicamentos, así como preparando su comida favorita. Durante ese tiempo, se habían vuelto cercan
—Doctora… ¿Está segura? —preguntó con los ojos cargados de terror. —Lo estoy, el ultrasonido no miente —respondió Sofía congelada por el frío con el que Lorena hablaba. —¿Quién es el padre? —Emma estaba intrigada. —Johan… —pronunció Lorena en un hilo de voz. Durante todo el camino, Lorena es