Narra Patrick
Eran aproximadamente las siete y media cuando nos entregaron las cenizas de mi padre.
Tomo el cofre con cuidado para colocarlo en el salón principal.
Pierdo la noción del tiempo cuando Erick entra en el salón mirándome con desprecio, debajo de sus ojos dos bolsas grises se abultan, para nadie ha sido fácil este suceso.
- Ya es hora.
Asiento levantándome del lugar, acomodo mi corbata mientras subo el mentón en alto. Al llegar a la sala Donna se encuentra con su maletín admirando una de las obras que tanto le gustaban a papá en la pared.
- ¿Estamos listos?
- Más que listos. - finaliza mi madre bajando desde las escaleras.
El ambiente se vuelve tenso. Donna tomó asiento en el sofá mientras se disponía a sacar el documento del maletín, del mismo modo se ajustó sus lentes mientras Erick tomaba asiento, todos hicimos lo mismo.
- Comencemos. - dice Donna.
Con voz monótona, leyó las disposiciones del testamento
Mi padre había decidido dividir la herencia en tres partes, la mayoría era el 60% que lo manejaba una extraña, Eleanor Grant y el otro 40% entre mi hermano y yo.
Todos estábamos atónitos, en un estado de shock total.
¿Quién era esa mujer misteriosa?
¿Por qué mi padre había dejado la mayor parte de su herencia a ella?
Eran preguntas que ninguno de nosotros podía responder en ese momento.
Mi hermano se encolerizó al igual que mi madre, que no dejaba de abanicarse la cara.
- ¿Acaso estás loca? - gritó Erick a Donna.
- Por favor alguien tráigame agua. - pidió mi madre.
De pronto volvió en sí, dándole una cachetada certera a Donna.
Ella se llevó la mano a su mejilla aún roja.
- Esta mujer es una traidora. - la señaló con desdén. - por tus patrañas y enredos mi marido me dejó fuera del testamento y les dejó a mis hijos migajas.
- Vilma, debes calmarte, por favor. - pidió Donna.
Erick tomó a mi madre entre sus brazos para tratar de apaciguar su ira.
Esta noticia ha sido un verdadero balde de agua fría, ni siquiera he terminado de procesar nada.
- ¿Quién es esa mujer, Donna?
El pórtico principal se abre dejando entrar a la mujer misteriosa del velorio.
Luce un grandioso traje que le hace resaltar sus curvas.
Con determinación camina hacia donde nos encontramos mientras en la sala se crea un silencio inminente por parte de todos, lo único audible son los tacones de la mujer misteriosa que se posa frente nosotros.
- Yo soy Eleanor Grant. - dice con seguridad.
- ¿Acaso eres la amante de mi marido? - dice mi madre apretando sus dientes.
- Soy la hija de Alonzo Miller y sobre todo soy la única y legítima CEO de Miller Company C.A
- Esto debe ser una broma. - los pies de mi madre se tambalean mientras se desmaya de un momento a otro. Erick trata de darle aire pero nada la vuelve en sí. Se pone nervioso ante la situación.
- Erick, mírame. - le digo tratando de que vuelva en sí. - trae alcohol rápido.
Él asiente subiendo por el botiquín. Eleanor y Donna tratan de ayudarme a posarla sobre el sofá.
- Si no despierta será mejor que llamemos a una ambulancia. - dice Donna.
Erick vuelve cuanto antes con lo que le pedí, vierto alcohol en un trapo de seda mientras lo acerco por sus fosas nasales.
Luego de unos intentos abre sus ojos lentamente.
- ¿Dónde estoy? - pregunta.
- Tranquila, madre. Por favor.
Sus ojos se posan en Eleanor mientras le dedica una mirada fría y despreciativa.
- Sal de mi casa ahora. - se sienta lentamente.
Eleanor se encuentra de brazos cruzados y con la mirada en alto al igual que su mentón.
- Lamento decirle que está equivocada, señora. Esta casa es mía ahora, creo que tendrá que acostumbrarse a mi presencia, ya que a partir de este momento viviré aquí también, seremos una gran familia. - dice dedicándole una sonrisa triunfante.
Mi madre la mira en silencio con ganas de eliminarla de la faz de la tierra.
Luego voltea la vista hacia Erick y luego hacia mí.
- Un gusto conocerlos, queridos hermanos.
Tomo a Eleanor por el brazo dirigiéndonos al pórtico principal de la casa. Erick nos sigue mientras el sonido chirriante de sus tacones se escuchan a nuestro paso.
- Suéltame. - dice con altanería.
Se zafa de mi agarre con evidencia molesta.
- ¿Quién nos asegura que esto es cierto y no se trata de una vil estafadora y cazafortunas? - dice Erick a mi lado.
- Deberías guardar más respeto ante tu hermana.
Suelto un suspiro hastiado.
- Eres una extraña para nosotros - digo mirándola fijamente. - Espero que hayas traído pruebas de todo esto.
- No estuviese frente ustedes si no las tuviera en mi poder. - dice con determinación.
- Patrick, será mejor que llamemos al abogado de la empresa. No podemos fiarnos de lo que nos presente esta mujer ni mucho menos de Donna.
Asiento.
Se retira del lugar dejándome a solas con Eleanor la cual sigue con esa mirada de victoria.
Al poco tiempo llega Michael, abogado de la empresa, junto a un carro policial. Nos saludan al llegar y los pongo al corriente de lo que está sucediendo.
Eleanor nos mira en silencio observándonos con interés, le hace entrega a la policía los documentos que lleva consigo al igual que el testamento. Michael analiza todo detalladamente junto al policía.
- ¿Está todo en regla? - pregunto.
- ¿Qué validez tiene el testamento? - persiste Erick.
- Es un documento notariado, señor Miller - me mira Michael preocupado.
Me froto la sien tenso.
- Todo está en orden, señor - concluye la policía.
- Dentro de poco iré en busca de mis pertenencias, porque hoy mismo me mudo a Villa del Sol, pero es mi obligación ser honesta con ustedes antes de hacerlo y entregarles algo - ella dice.
- No llevas ni un día aquí y ya te crees la dueña de todo. - dice Erick irónicamente.
- Yo solo me creo dueña de lo que me pertenece, querido hermano.
Ambos se miraron en un ambiente tenso.Aparto a Erick ya que está muy alterado.
- Debe haber una forma de revocar ese testamento. - dice mi hermano alterado.
- Erick, debes calmarte un poco. - le digo.
- ¿Cómo me pides que me calme? ¿Qué acaso no ves lo que está sucediendo?
- Todo esto debe tener una explicación, hermano. Necesitamos tener la cabeza fría para poder pensar con claridad las cosas. Por eso tengo que pedirte que te comportes y actúes con congruencia.
Camina de un lado al otro mientras le da un golpe a la pared.
- Ya viene hablar Don Perfecto. - dice desdeñoso.
- No es tiempo para esto, ¿está bien? Debes entender de una buena vez que soy tu hermano, no tu enemigo. Si realmente te interesa que todo esto salga bien debemos estar juntos para conseguirlo. - digo con decisión.
Él guarda silencio analizando mis palabras.
- Escuchemos que tiene para decir.
Asiente y nos acercamos nuevamente a Eleanor.
- ¿Qué es esto? - pregunto intrigado.
- Esta es la respuesta a todas sus preguntas - dice entregándonos una especie de sobre.
Abro el sobre observando los perfectos trazos de la firma de Alonzo Miller.
Sin duda alguna nadie podía obviar el hecho de que esa era la letra de mi padre.
El corazón se me aceleró nuevamente y las manos volvían a sudarme repentinamente.
Algo no estaba bien, lo intuía, mi instinto me lo decía.
— Será mejor que yo los deje solos para que puedan abrir el sobre juntos — ahora sí me retiro.
Ambos quedamos en silencio, mientras ella se disponía a subir en su deportivo.
—¿Estás preparado? —le pregunto a Erick.
El asiente no muy convencido, sé que está sintiendo lo mismo que yo en este momento.
Acaricio el papel en mis manos, al palpar pude sentir el garabateado de la M. Solo él poseía este tipo de cartillas.
Les pido una disculpa por decirles esto a través de unas letras y no en persona. Su madre me engañó hace muchos años con respecto a la paternidad de ustedes y se encargó de esconder por muchos años a mi hija legítima, Eleanor. Quiero que entiendan que debía remediar de alguna manera todo el daño que causó su madre en el pasado a causa de sus engaños. Eleanor merece recuperar lo que le corresponde por ley.
Un balde de agua fría fuese sido menos fuerte que esta noticia.
Erick vuelve su mirada hacia el horizonte , se encuentra igual de anonado, ambos nos miramos a los ojos sin decir ni una palabra, ya todo estaba más que claro. Sabíamos que nada era irreversible y que Eleonor Grant definitivamente se volvería sin duda alguna parte de nuestra vida.
Narra Patrick.¿Cómo es esto posible?Veo en mi teléfono la imagen de la familia Miller frente a mis ojos, todos sonrientes y radiantes.¿Quién pensaría que debajo de toda esa perfección se ocultaban secretos tan oscuros como este?Apago mi celular y conduzco sin rumbo fijo.Luego de aproximadamente veinte minutos llego frente a unas aguas termales de la hacienda.Me deshago de mi ropa para entrar y serenarme un poco de todo este caos en que se ha convertido mi vida.Me zambullo desde lo más alto cayendo con precisión.En el momento que el agua entra en contacto con mi piel siento como mi ser se va liberando.Nado hasta el fondo viendo como cada vez me pierdo en esta sensación tan inexplicable que es estar en el agua.Salgo a la superficie en busca de oxígeno.Cuando estoy a flote noto una figura femenina lanzarse al agua.No se ha percatado de mi presencia.Al salir a flote me observa sorprendida.—Hermanito —dice con sarcasmo.—Sabes bien que no soy tu hermano.—¿Así que ya leíste l
Narra Patrick. La mañana me recibe con migraña, se cumple otro día desde mi trinchera. Me alisto para irme a Miller Company C.A. Es lunes, tendremos una reunión de carácter obligatorio debido al revuelo de la semana. El problema no es solamente en la casa, también en el trabajo. Suspiro frustrado, al bajar mi madre me ve con ojos de culpa, decido ignorarla saliendo por la puerta, subo al Audi que me dejó Alonzo. Estaciono y entro con seguridad tomando mi maletín. Los empleados me ven y bajan la mirada al cruzarse conmigo. Ni siquiera las indiscretas de las secretarias. Subo al ascensor para llegar pronto a mi oficina. Abre sus puertas luego de unos minutos, me consigo con Erick, no lo veo desde ayer. - La reunión ya va empezar. - dice. Asiento con la cabeza. - ¿Enserio vamos a permitir que esto siga su curso sin hacer nada? - dice en lo que cierran las puertas del ascensor. - No lo sé, Erick. - Si no podemos revocar el testamento podemos jugarle sucio, Patrick, sólo pié
Narra Patrick.Me estampa una cachetada certera. El cachete me arde mientras sus ojos cautivadores me miran con indignación.- ¿Cómo te atreves? - dice empujándome.- Hace un momento no te veías así de colérica.- Eres un atrevido. - se limpia la comisura de los labios.- Si, puede que haya sido un atrevido, pero hace unos momentos me correspondía con las mismas ansias que yo.Las puertas del ascensor se abren mientras los señores de guardia nos esperan afuera.El hombre encorvado lleva años trabajando para la compañía.- Señor Miller. Nos dimos cuenta de que aún seguía en las instalaciones al ver su auto parqueado. Tratamos de llamarlo a su teléfono pero en vista de que no contestaba intuimos que algo andaba mal.- Gracias por estar al pendiente. - le agradezco.La señorita Grant que escupía cualquier cosa que se le atravesara por la cabeza en el momento quedó en silencio.Tomó su maletín saliendo a la recepción con cara de molestia.- Este tipo de cosas no pueden suceder. Es un ver
Narra Patrick.Llegamos al aeropuerto con un poco de prisa. El lugar estaba abarrotado de gente y el ruido era ensordecedor. Los anuncios sonaban por todas partes y las personas corrían de un lado a otro. Yo me abrí paso entre la multitud, tratando de llegar hacia el mostrador de check-in, donde le entregamos a la agente nuestros pasaportes y billetes.Después de unos minutos, recibimos nuestros pases de abordaje y nos dirigimos hacia la zona de seguridad.Nos abrimos camino hasta llegar a nuestra puerta de embarque.Me dirigí al asiento que me había correspondido, Erick quedó tres puestos atrás. - Debe haber un error. - escucho a la señorita Grant quejarse con la aeromoza.- ¿Está todo bien? - pregunto.- Había pagado más dinero por viajar sin compañía. - protesta.- Lo siento, señorita. Pero creo que será mejor que tome asiento junto al caballero aquí presente ya que el avión está a punto de despegar, esos asientos ya están ocupados. - dice la aeromoza apenada.Disgustada se sie
Todos quedan impresionados por la escena que dió Erika en el salón. No obstante, la música vuelve a su curso y todos obvian lo sucedido.Erick se va tras la marcha detrás de Patrick para entender qué demonios sucedió allí.Se encamina al balcón y encuentra a Eleanor besándose apasionadamente con su hermano.¿Qué rayos está sucediendo? - piensa él para sus adentros.Se retira antes de que puedan notar su presencia. ¿Acaso pretende quedarse con la señorita Grant y a su vez con la herencia?Definitivamente es un traidor. Va en busca de Erika en la salida del hotel, está con sus maletas en manos y sus ojos llorosos.La toma de la mano encaminándola hacia la habitación 305 en la cual se hospeda desde su llegada a Alemania.- No puedo creer esto, Erick. - dice desconsolada. - Siempre te advertí que mi hermano no era el sujeto que siempre idealizaste.Se sienta sobre la cama tapándose los ojos.Él se agacha junto a ella y levanta su mentón.- Debiste quedarte conmigo desde un principio,
Una mañana en el Grandhotel Hessischer Hof Frankfurt comienza con la tranquilidad y elegancia del lugar, los huéspedes van y vienen con una sonrisa en sus rostros.Eleanor y Patrick se encuentran analizando los documentos con atención, pero rápidamente se dieron cuenta de que tenían diferentes opiniones sobre su contenido. Patrick creía que los documentos sugerían una dirección específica para el proyecto en el que estaban trabajando, mientras que Eleanor veía las cosas de manera diferente.Muchas veces diferían y sus ceños se fruncían ante los argumentos desiguales, pero luego se veían a los ojos y poco a poco bajaban la guardia.No se podía negar en ningún momento el buen equipo que hacían juntos.Ambos estaban viviendo una experiencia nueva en temas del amor y poco a poco iban fortaleciendo ese vínculo que estaba naciendo.Querían llevar las cosas con calma y sin prisa como dos desconocidos que inician paso a paso la tarea de conocerse.Disfrutando de la energía que fluía entre ell
El día más importante para Miller Company CA había llegado. Todos se preparaban con ansias para la llegada de este momento. Patrick por su parte preparaba una sorpresa para la noche, una cena romántica para celebrar el prestigio de la empresa y por supuesto pasar una velada extraordinaria con Eleanor. La noche anterior se había precipitado ya que se había dejado llevar por su deseo, pero quería hacer para ella algo especial e inolvidable.Él sabía en el fondo de su corazón que lo que estaba surgiendo no era solamente una simple aventura casual o pasajera y como tal debía actuar.Pensaba hacerle el amor como se debe. No por un simple arranque o impulso pasional. Era algo novedoso para él ya que no estaba acostumbrado a cuidar los detalles de una cita y considerando aún más en que todas sus relaciones se basaban en algo fortuito.Tenía sus manos intranquilas, observo su reloj para ver la hora. Debía dejar todo listo antes de que empezara el evento, el cual terminaba a las once y m
El avión lleva consigo el peso de la decepción y el corazón en las maletas de Patrick.Mientras volvía a su país natal se preguntaba cuántas maletas más iban con el mismo amargo de una traición por un desamor.La aeromoza le ofrece comida pero la descarta con un gesto en la mano. Quiere llegar cuánto antes a casa y olvidar un poco todo el desastre.Patrick se queda dormido sin notarlo, después de largas horas de estar sentado y reclinado llega su destino. Baja sus maletas tomando el primer taxi que consigue que lo lleve a casa. Revisa sus mensajes y se consigue con textos de Erika y de su hermano.Pero ni rastros de Eleanor.¡Qué hipócrita!Al llegar, paga el taxi bajándose y contemplando la fachada de la Hacienda. Entra sin más notando que no hay rastros de su madre por ningún lado.De cierto modo lo agradece ya que desea estar solo.Cierra su puerta tras su espalda y se dirige a la barra del bar para servir un trago. Lo que obvio fue la presencia de una persona que lo veía desd