Marianne POVBásicamente me había arrojado a él y me había rechazado. Y, de alguna forma, no me molestaba lo mas mínimo. Él había hablado de forma correcta, me abrazó de la forma correcta, lo hizo todo de la forma correcta. Solo como él podía hacerlo.Me puso suavemente sobre la cama y me abrazó con fuerza, tarareando junto a mí oído una vez más hasta que me dormí profundamente sin sueños.A la mañana siguiente me desperté temprano, Edgard parecía que estaba muerto de lo dormido que se encontraba a mi lado. Cuando miré el reloj, suspiré. Solo eran las seis de la mañana pero necesitaba hacer unas cuantas cosas. Le besé suavemente en los labios.—Cariño, me voy a casa. Llámame cuando te despiertes ¿Vale?—le.—Murmuró y se dio la vuelta.—Te quiero.—Le di un pequeño beso en la frente.—Tú también.—Le murmuró a su almohada. No pude evitar soltar una risita. Era tan adorable. Estaba tan dulce dormido.Cuando llegué me sorprendió encontrarme a Amanda despierta.—¡Hola! Te has levantado pront
Marianne POVBásicamente me había arrojado a él y me había rechazado. Y, de alguna forma, no me molestaba lo mas mínimo. Él había hablado de forma correcta, me abrazó de la forma correcta, lo hizo todo de la forma correcta. Solo como él podía hacerlo.Me puso suavemente sobre la cama y me abrazó con fuerza, tarareando junto a mí oído una vez más hasta que me dormí profundamente sin sueños.A la mañana siguiente me desperté temprano, Edgard parecía que estaba muerto de lo dormido que se encontraba a mi lado. Cuando miré el reloj, suspiré. Solo eran las seis de la mañana pero necesitaba hacer unas cuantas cosas. Le besé suavemente en los labios.—Cariño, me voy a casa. Llámame cuando te despiertes ¿Vale?—le.—Murmuró y se dio la vuelta.—Te quiero.—Le di un pequeño beso en la frente.—Tú también.—Le murmuró a su almohada. No pude evitar soltar una risita. Era tan adorable. Estaba tan dulce dormido.Cuando llegué me sorprendió encontrarme a Amanda despierta.—¡Hola! Te has levantado pront
Marianne POVMadre,No he respondido a tus e—mails ni a tus llamadas telefónicas porque estaba demasiado ocupada disfrutando de la navidad con gente que me respeta a mí y a mis decisiones. Sí, la familia es importante.Estoy de acuerdo contigo en eso. Ahora Edgard es parte de mi familia. Si Charles puede aceptarlo, tú también puedes.Y, estas equivocada. Él puede cuidar de mí, aunque no digo que eso sea necesario. Soy adulta. He cuidado de ti durante diez años, creo que podré sobrellevarlo.Mantén tus opiniones para ti. Si no puedes decir nada bueno, no digas nada en absoluto. Metete eso en la cabeza para tu próximo correo electrónico.Apagué el ordenador y después el teléfono móvil. No quería oírla a primera hora de la mañana. Las lágrimas fluían libremente por mis mejillas y lo odiaba. Odiaba a mi madre por hacerme sentir de esta manera.Me arrastré hacia la cama y me la tapé con la almohada. Escuché como se abría la puerta de mi habitación.—Las magdalenas están listas.—Oí decir a u
Marianne POVMe lamí los labios, degustando la dulzura de su sabor que había dejado en ellos.—Ya sabes, un día harás esto y será a Amanda.—Eso es imposible. Vuestros aromas son completamente diferentes.—Se defendió.—Ah, y qué me dices si algún día tienes un resfriado…—¿Marianne, estas diciéndome que no podría diferenciar a mi increíble novia de una bola de energía, pequeña, saltimbanqui y pelo pincho?—Se quitó las gafas y arqueó las cejas. Me reí tontamente y le di un besito en la mejilla.—Bueno, esperemos que no beses a nadie mientras tengas un resfriado.—Me burlé.—Oh ¿Estás diciendo que no me dejaras besarte?—Arqueó las cejas otra vez y se deslizó lentamente hacia mí.—No si estas lleno de mocos.—Traté de decir seria, pero no me salió demasiado bien. Él puso las manos a ambos lados de mi estomago.—¿Pero qué pasa si quiero besos?—Dijo comenzando a hacerme cosquillas, provocando que me retorciese y no parase de reir. Intenté alejarme de él pero me golpeé contra un lado del sofá.
Edgard POVFue demasiado fácil cuando comenzamos a hablar de mis deberes. Tres sencillas palabras y pude besarla. Quería probar su boca y estaba encantado cuando finalmente lo hice. Era tan sabrosa que me perdí en ella. La deseaba, aquí y ahora. Comencé a inclinarla hacia atrás con cuidado y lentamente.Por supuesto llamaron a la puerta. Mis estúpidas clases de guitarra. Estaba emocionado con ellas, simplemente no quería poner fin a lo que estaba haciendo ahora. Marianne se rió de mi frustración sexual y me sentí como si estuviese a punto de estallar. Oí que abría la puerta y hubo unos minutos de silencio.—¿Supongo que no eres Edgard Barrington, verdad? —Preguntó una profunda voz. Me parecía que sonaba joven. Pero no estaba del todo seguro.—No, lo siento. Aunque él está aquí dentro. —Dijo Marianne riéndose. Se acercó a mí y un segundo después se inclinó, sus labios debían de estar a pulgadas de los míos— ¿Dame un beso, verdad?—Sí, eso es. —Me eché hacia delante para darle un beso r
Marianne POVEdgard no habló demasiado en todo el rato y me sentí mal por no describirle cada habitación. Simplemente estaba perdía en mis pensamientos. Se las describirá mas tarde. Tenía que decirle que era el sitio perfecto para tener un piano. Sabía que le encantaría.Para mi sorpresa solté un jadeo cuando entramos en la habitación con la cama de matrimonio. Era enorme, había dos grandes armarios. Me pregunté si el cuarto de baño tendría el triple de tamaño que el de huéspedes. Era tan grande como el cuarto de invitados. En la esquina había una ducha de cristal en la que fácilmente cabrían dos personas, mientras que en la otra esquina había una bañera antigua enorme. Incluso había un tocador, con dos lavabos en él, uno para cada uno.Me sentí aturdida cuando volví otra vez al dormitorio. Edgard charlaba con Molly pero yo no estaba prestando mucha atención.—Entonces ¿Qué opinas?—Preguntó Molly con una sonrisa en la cara. Ella sabía que yo ya estaba enamorada de la casa y que pelear
Edgard POV—¡La tenemos!—Gritó cuando entró corriendo dentro de casa. Solo eran las diez de la mañana pero ella no parecía tener inconveniente en que alguien estuviese durmiendo.—¡La tenéis!—Chilló Amanda. No me sorprendería mucho si ambas estuviesen saltando rodeándose con los brazos la una a la otra.Acabábamos de terminar de firmar todo el papeleo con mi abogado y la agente inmobiliaria. No fue un proceso fácil. Un par de semanas antes se habían sucedido varias negociaciones e inspecciones hasta que finalmente pudimos firmar.—¡Sí! Los anteriores propietarios se mudan a finales de marzo. Vamos a llamar a Helena, la madre de Edgard, y le preguntaremos si quiere hacer algunas remodelaciones y decorar algo. ¡Estará todo listo cuando termine el curso!—Dijo Marianne emocionada. Oí otro grito y por lo menos dos pares de pies saltando.—Chicas, si vais a hacer eso ¿podíais hacerlo en toples?—Preguntó Emmanuell.Oí un fuerte tortazo y las chicas volvieron a soltar risitas. No estaba segur
Edgard POVMarianne sacó fotos constantemente. Nos hizo posar en posturas ridículas en distintos grupos y finalmente Amanda cogió la cámara para poder fotografiar a Marianne.No sé como pasaron las cinco horas, pero lo hicieron como una mancha borrosa. Permanecíamos sentados en el césped, mientras el número de gente parecía crecer y con ello el nivel de ruido. La música sonaba al fondo. De alguna manera todo era muy relajado.—Voy al cuarto de baño. Volveré en seguida.—Me dijo Marianne dándome un besito en la mejilla.—¿Quieres que te acompañe?—Pregunté.—Estaré bien.—Soltó una risita por mi preocupación. Me dio un beso en la cabeza antes de alejarse caminado.—Entonces ¿De verdad vas a hacerlo?—Preguntó Emmanuell, le oí sentarse en la hierba junto a mí.—¿Hacer qué?—Pregunté girando la cara en su dirección, ladeándola un poco.—Irte a vivir con Marianne.—Sí, por qué.—Pregunté confundido.—Es un gran paso. Eres más valiente que yo.—Admitió suspirando.—No es que no ame a Roselyn, simp