Ava Janssen New YorkDespués del último día de capacitación, domingo dos de la tarde, me despedí de las compañeras y me fui caminando lentamente. Sí sería la asistente del presidente y no me sentía ni feliz, ni triste, pues a eso vine a trabajar. Al llegar al hotel, fui derecho a la suite, saqué el celular y tenía varios mensajes, dos de mi amiga Janice y otros dos de Bruno, esos dos los borré sin ver, no sé quién le habrá pasado mi nuevo número, pero por nada del mundo le contestaría. Leo los mensajes de mi amiga y me rio. De dónde sacará tantas ocurrencias.“Avita, he visto a tu jefe y es un papucho, estoy arreglando mis maletas porque lo quiero conocer en persona”“Dame asilo en tu hotel por favor, salgo para allá”Las chicas habían estado hablando entre ellas, que el director general de la empresa estaba muy guapo y que las secretarias se peleaban por ser sus ayudantes, no había tenido el gusto de conocerlo, de hecho pensaba que no se encontraba en la empresa, que estaba casado,
Ava Janssen New YorkAl principio, los primeros días de estar aquí, me recriminaba por haber sido una estúpida que no se había dado cuenta de lo que le estaba pasando casi en sus narices, el hecho de que ya se había revolcado con esa zorra por tres meses, me daba asco, como osó besarme con esa boca, como osó tocarme con esas manos que habían tocado a otra mujer, me odiaba por haberlo permitido.Aunque yo no lo supiera en ese momento me daba coraje, me sentía tan despreciada, sabía que no había sido mi culpa, que si él tomó esa decisión no fue por ninguna provocación o descuido de mi parte, yo le había dado todo y si él quiso buscar por otra parte, no sé qué ya era su problema, si había dejado de quererme me dice y nos separamos por el bien de los dos y listo, cuento olvidado. Pero escuchar que quería a otra mujer era algo que no podía olvidar.Algo se había clavado en mí como una autentica daga, como si el objeto utilizado estuviera impregnado de limón y sal. Tan profundo y doloroso
Eryx DeCostelloNew YorkEl domingo por la mañana comencé temprano con la revisión del contrato al que había llamado fantasma, me causaba un poco de ruido en que me lo hayan entregado a mí y no a desarrollo, pues ellos tenían que verificar todo lo que se refería al proyecto si ya estaba en proceso, me sumergí en ello y concentrado en mis cosas cuando de nuevo alguien tenía la osadía de interrumpirme, llamándome ahora a mi celular personal.–Hola Eryx – Dijo una voz familiar del otro lado de la línea – Te llamo porque estoy en Central Park y pensé que deberías descolgarte un poco del trabajo, para almorzar conmigo.Mi hermano pequeño, sabía que estaba ocupado pero aun así le valía molestarme, respiré profundo y le contesté, lo bueno era que ya estaba a punto de pedir algo.–Hola Jerome, estoy ocupado en algo pero antes de que me regañes – Suspiré hondo – Voy para allá contigo, de todos modos tengo que almorzar algo, ya mi estómago me está reclamando.–Bueno aquí te espero, en el café c
Eryx DeCostelloNew YorkClaro que lo tenía, nos habíamos encontrado en lugares muy cercanos, así que lo más probable era que fuera su zona por donde vivía, pues ya estábamos hablando de una posibilidad de dar con ella.–Sí tenía pensado que le llames a tu amigo, al detective. Ya sabes, el que te ha ayudado a ti en tus asuntos, hermano – dije decidido – si puedes conseguir también alguien para que haga un retrato.–Jerry Sandoval, tiene un buen equipo de investigadores y sí, también un dibujante, ya que terminemos de almorzar le llamamos y agendas de una vez una cita con él. Estoy emocionado con la idea de poderte ayudar a encontrar a mi cuñada, porque así como has hablado de esa mujer ella será eso mi cuñada.–Aún no sé si la pueda volver a encontrar y tú ya nos estás casando, Jerome – Me reí de mi hermano y sus ocurrencias – Pensaré que mi madre ya te ha contagiado su locura.–No es locura es alegría, si cabe la posibilidad de que por primera vez en tu vida te sientas interesado por
Tommaso DeCostelloNew York Conduzco a mi mujer hacia el despacho que nos han asignado, ya esto se nos estaba saliendo de control, si exageraba un poquito más, los chicos que aún nos quedaban en casa terminarían por irse también y lo que quería era que permanecieran los cuatro en casa no que estos se fueran huyendo de nosotros, pues cuando tuvieran a nuestros nietos poder tenerlos al alcance.Abro la puerta y entro después de ella, Ary está en la casa, pues en cuanto llegó me mandaron un mensaje que no había salido y que se metió a su habitación y ahí permanecía, Enrico sabía jugar bien sus cartas, a cada uno de mis hijos los tenía comiendo de su mano. Eso me agradaba porque ni se imaginaban a quien le contaban sus sueños más íntimos.–Ya mujer, creo que de verdad te va a dar algo un día de estos.Se giró a verme con una cara iluminada de felicidad, estábamos actuando como un par de chiquillos haciendo travesuras.– ¿Lo estoy haciendo bien?–Gaia, estuviste fantástica, ven acá mi amo
Gaia DeCostelloNew York Tommaso era un genio, todos nuestros hijos confiaban más en él que en mí, por lo tanto no creo que se imaginaran todo el escenario que estaba formando a su alrededor. Bueno por lo menos Dante me buscaba más a mí, como siempre le aplaudía sus travesuras de niño, conmigo se mostraba más relajado.Los mellizos actuaban de forma libre y no porque no me haya interesado en ellos, pues estos me salieron más diferentes que una gota de agua y otra de aceite, aunque entre ellos siempre había cierta complicidad. Casi como la había entre Ary e Eryx, esa sí que era la niña de sus ojos.– ¿Puedo interrumpir?Y hablando del rey de Roma, mi niña se asoma por la puerta de la habitación, yo ya me encontraba recostada en la cama, leyendo uno de los libros de poesía que me había regalado Tommaso.–Claro, amor, pasa, ¿necesitas algo?–Mami, ya sé que no te cae bien Tobías, pero necesito verlo.– ¿Ahora qué pasó? te pregunto porque de todos modos sino te doy permiso convencerás a
Ava Janssen New York Toda la vida hemos sido amigas, Janice es de las pocas personas que saben lo que de verdad me está pasando por dentro, solo a ella le he contado la magnitud de mi desilusión, cuando fui a la clínica de fertilización para ver si mi cuerpo estaba listo para empezar a tener bebés, ahí estuvo conmigo, ni siquiera Bruno se tomó la molestia de acompañarme, alegando que tenía asuntos que atender, los mismo que tenía yo, pero para mí era más importante. — ¿Entonces ya voy a ser tía? — me pregunta Janice. Apenas estaba entrando a la fase de revisiones, ni siquiera me venía a hacer una prueba de embarazo, solo que ella siempre se adelantaba a los hechos. —Tú ya eres tía, tus hermanos te han dado cada uno un sobrino. —Ah, pero tú me vas a dar una sobrina. Me habia hecho tanta ilusión tener una niña, pero eso ya es historia pasada, ya nada podía hacer al respecto, no me la iba a pasar llorando por eso. — ¿Y Bruno no va a venir? —No, tiene asuntos más importantes que a
Ava Janssen New York Pasé por Janice, nos despedimos de sus padres y tomé camino a nuestro destino, ya teníamos los boletos, habíamos localizado un estacionamiento privado, esos de los que hacen promoción durante los conciertos y te dan preferencia por adquirir boletos VIP, estábamos eufóricas, según podíamos pasar a tras bambalinas una vez que se acabara el concierto. Pues era nuestra oportunidad de conocer a los chicos. — ¿Ava, podemos pasar de verdad? — Janice todavía no se lo podía creer. Le había pedido a mi padre como regalo de cumpleaños las entradas al concierto exclusivo, claro mi amiga Janice no podía faltar. Todo estaba arreglado, mi padre me enseñó los boletos tres meses antes, solo tenía que cumplir con mis obligaciones y sacar las mejores notas para que me los pudiera dar y no solo saqué las mejores notas, concursé en el área de ciencias biológicas y gané el primer lugar. Así que les regalé un bonus plus. Pasamos el concierto a unos cuantos metros de los chicos y yo